LA CONJURA DE LOS NECIOS : AGUSTÍN DÍAZ DE MERA Y CIERRA ESPAÑA

" EN UNA JERARQUÍA, TODO EMPLEADO TIENDE A ASCENDER HASTA SU NIVEL DE INCOMPETENCIA .... "
( CAPITULO I. EL PRINCIPIO DE PETER )


SUMARIO

De la Vega: "Cada vez resulta más evidente que el Gobierno del PP no dijo la verdad y ocultó datos"

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha optado hoy por circunscribir al ámbito electoral la petición de responsabilidades políticas al Ejecutivo anterior, dirigido por el Partido Popular, por su actuación en relación con los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Ayer, el PSOE hizo pública una declaración institucional en la que afirmaba que varios altos cargos del PP en esa época "están en deuda con los españoles y con la verdad". De la Vega ha dicho hoy: "Cada vez resulta más evidente que el Gobierno del PP no dijo la verdad, ocultó datos y retrasó la información".

En respuesta a preguntas de los periodistas tras el Consejo de Ministros celebrado esta mañana en Madrid, De la Vega ha diferenciado entre la vertiente judicial y la política de los atentados de Madrid. En cuanto a la primera, ha recordado que la postura del Ejecutivo es "dejar trabajar" y "colaborar con el tribunal" de la Audiencia Nacional que dirige el proceso. Respecto a las responsabilidades políticas, De la Vega ha señalado que "se dilucidan en las urnas y diciendo la verdad".

El PSOE pidió ayer cuentas al presidente del PP, Mariano Rajoy; a su secretario general, Ángel Acebes; y a su presidente de honor, José María Aznar, por su actuación tras el atentado, cuando eran, respectivamente, candidato a la presidencia del Gobierno, ministro de Interior y jefe del Ejecutivo. Los socialistas creen que, en las últimas sesiones del juicio, ha quedado "en evidencia que durante esos días (del 11 al 14 de marzo, día de las elecciones generales) que la policía transmitió una información al Gobierno y el Gobierno transmitió una información contraria a los ciudadanos" y, "muy singularmente" los tres responsables mencionados.

El PP respondió con un ataque al PSOE: "Utilizó la masacre del 11-M para ganar las elecciones y ahora lo vuelve a hacer para no perderlas. Y con los mismos métodos: la mentira y la manipulación". Los dirigentes populares recordaron el pasado socialista para acusar a este partido de mentir "del 11 al 13 de marzo", además de "para tapar los GAL" y "para tapar la corrupción".

En cuanto a la vertiente judicial, ayer el abogado Gonzalo Boyé, que representa a dos víctimas, planteó ante el tribunal que el Estado sea condenado como responsable civil de la matanza por "su falta de vigilancia o culpa in vigilando", al haber sido "negligente, de diversas formas, en su función de protección de la ciudadanía". El letrado considera que el Estado falló por "una errónea dirección política" en la "investigación y prevención de actos terroristas" y que, "tal vez, de haberse actuado correctamente, se hubiesen podido evitar" los atentados. Una eventual condena por esta vía supondría un varapalo político al Gobierno de Aznar, ya que era el encargado antes y durante los atentados de esa prevención.www.elpais.es 12.04.07

Una acusación pide la responsabilidad directa del Estado en el 11-M por graves fallos de prevención

El abogado Gonzalo Boyé, que representa a dos víctimas del 11-M, ha planteado ante el tribunal que juzga los atentados que el Estado sea condenado como responsable civil de la matanza por "su falta de vigilancia o culpa in vigilando", al haber sido "negligente, de diversas formas, en su función de protección de la ciudadanía". El letrado considera que el Estado falló por "una errónea dirección política" en la "investigación y prevención de actos terroristas" y que, "tal vez, de haberse actuado correctamente, se hubiesen podido evitar" los atentados. Una eventual condena por esta vía supondría un varapalo político al Gobierno de José María Aznar, ya que era el encargado antes y durante los atentados de esa prevención. "La responsabilidad civil es clara; la política o penal de los entonces responsables habrá, en algún momento, de reclamarse", argumenta Gonzalo Boyé.

Los letrados que representan a Pilar Manjón y a la Asociación 11-M Afectados de Terrorismo (la que más damnificados representa en el juicio), entre otras acusaciones, se están pensando si plantean la misma posibilidad. Mientras, la Asociación de Víctimas del Terrorismo y la Asociación de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo, a día de hoy, mantienen la solicitud de que se declare la responsabilidad civil subsidiaria del Estado, pero no la directa, según explicaron el miércoles pasado representantes de todas las acusaciones citadas.

Boyé planteó en su escrito de acusación la responsabilidad directa del Estado. La culpa, a su juicio, se ha visto reforzada en las 24 sesiones de juicio. Cinco elementos apuntalarían la petición: la existencia de grupos extremistas islamistas en España que estaban siendo investigados antes de la matanza, algunos de cuyos elementos supuestamente acabaron participando en ella; la existencia de la trama de los explosivos, agujerada por dos confidentes e investigada sin resultados; el descontrol en la custodia de los explosivos en las minas; y la desatención de los informes sobre el aumento de la amenaza islamista sobre España y la escasez de medios policiales.

El letrado está convencido, y así lo ha puesto por escrito, de que "el Ministerio del Interior falló en sus funciones básicas de coordinación, dirección y gestión de los medios e informaciones de las que disponía (...) sólo después de los atentados es cuando se procede a coordinar toda esta información y es justamente por eso que se consiguen resultados positivos con tanta rapidez".

Las detenciones de Jamal Zougam, Emilio Suárez Trashorras y Rafá Zohuier en los siete días posteriores a los atentados se vieron facilitadas, precisamente, porque se tenía información muy precisa sobre ella, aunque dispersa y descoordinada. La detención de Zougam, identificado por cuatro pesonas en los trenes de la muerte y dueño del locutorio que vendió las tarjetas telefónicas de las bombas, centró las pesquisas en el terrorismo islamista, precisamente porque había sido investigado con anterioridad por las autoridades francesas, marroquíes y españolas y se le tenía localizado por su supuesta relación con el extremismo. Trashorras era confidente del policía de Avilés Manuel García, Manolón, y estaba pendiente de juicio por tráfico de explosivos (por lo que ha sido recientemente condenado). Del asturiano se llegó a Rafá Zohuier, que le había contado a su confidente de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que el ex minero y su ya ex cuñado ofrecían, un año antes de la matanza, 150 kilos de explosivos al mejor postor. Jamal Ahmidan, El Chino, estaba siendo investigado, entre otros asuntos, por narcotráfico y, además, era uno de los suministradores de droga de Trashorras.

Es decir, que eran lo que suele llamarse "sospechosos habituales", conocidos por funcionarios del Estado. Además, la autoridad judicial tampoco actuó contra ellos cuando le tocó y la lentitud de la maquinaria judicial hizo que Trashorras y Toro sólo fueran condenados por un caso de tráfico de explosivos hace apenas unos meses. En este terreno, uno de los terroristas que se suicidó en Leganés, el argelino Allekema Lamari, estaba en libertad y pudo participar en los atentados porque estaba libre como consecuencia de un error judicial.

Durante el juicio ya han saltado a la vista elementos que permiten inferir otros fallos. Como el vídeo rodado en Mina Conchita -de la que supuestamente surgieron los explosivos del 11-M- meses después de los atentados, donde quedó en evidencia que cualquiera podía ir a robar Goma 2, ya que ésta se dejaba de cualquier manera en la bocamina. "El Estado incumple su función de vigilancia y protección desde el momento en que, negligentemente, desatienda a las necesidades de protección que en cada momento se presentan como necesarias", alega Boyé, para quien en este caso el Estado "actuó muy por debajo de los mínimos esperados y exigibles".

El ex subdirector general de la Policía Pedro Díaz-Pintado, cuando testificó el miércoles pasado, admitió que en éste o cualquier atentado lo que se produjo fue "un fallo del sistema en general porque unos terroristas indocumentados pueden causar tanto terror". Y añadió: "Naturalmente que se pudo hacer más para evitarlo, pero que se estaba trabajando para evitarlo, también".

Sus declaraciones motivaron preguntas del abogado del Estado, cuya misión principal en la vista es, precisamente, evitar una condena del Estado como responsable civil, directo o subsidiario. En asuntos que no son de terrorismo, una condena en este sentido es buscada por los perjudicados para obtener el resarcimiento económico y patrimonial en caso de que los que sean declarados responsables criminales no puedan hacer frente al pago de indemnizaciones. Sin embargo, desde la promulgación de la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo, el Estado indemniza a los afectados que sean declaradas víctimas, independientemente de que la condena.

El precedente de Hipercor

El 19 de junio de 1987, Barcelona sufrió uno de los peores atentados de la historia de ETA: una bomba en el centro comercial Hipercor se cobró la vida de 21 personas. Seis años después, la Audiencia Nacional dictó una sentencia en la que concluía que las consecuencias de ese acto terrorista podrían haberse evitado o al menos aminorado si la policía hubiese hecho su trabajo desalojando a tiempo el edificio, y condenó al Estado -entonces con Gobierno del PSOE- a pagar una indemnización a la familia de tres de las víctimas, que había denunciado la negligencia.Avisada por una llamada telefónica de ETA, la policía llegó a Hipercor a las 15.28. La explosión se produjo a las 16.08. En ese tiempo "no se hizo absolutamente nada para intentar el desalojo e impedir que público y vehículos siguiesen entrando y saliendo". "No es que digamos que la policía no hizo correctamente lo que tenía que hacer, es que, sencillamente, no hizo nada, y ello plegándose a intereses comerciales muy defendibles, cierto, pero no a cualquier precio de vidas humanas", reza la sentencia dictada por la Sala de lo Contencioso Administrativo.La Audiencia explicaba que la policía "no efectuó más investigación que la que Hipercor había encomendado a sus guardias de seguridad", porque creyó que era "una falsa alarma". "Hubiese habido tiempo para evitar las consecuencias o, al menos, aminorarlas", concluyeron los jueces. Y añadieron: "¿Que no se puede culpar a la Administración de los daños por un atentado terrorista? Eso no es un axioma con valor absoluto porque es posible en ocasiones, como la presente, tal vez no evitar el acto pero sí, en todo o en parte, sus consecuencias".www.elpais.es 12.04.07

Gallardón: "Si ETA hubiese tenido algo que ver, aparecería en el sumario"

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, expresó ayer su convicción de que "si ETA hubiese tenido algo que ver" en el 11-M "eso aparecería reflejado en la sentencia" y previamente en el sumario, que considera realizado con "minuciosidad" y "profesionalidad". "Por tanto, si en la sentencia que dicte el tribunal no se establece ningún tipo de conexión, yo estaré convencido de que esa conexión no ha existido", dijo en una entrevista en Televisión Española, informa Efe.Como "opinión personal" añadió que, "evidentemente, si alguna relación hubiese existido, en la fase de instrucción, en la que hizo el juez Del Olmo y la que hizo la fiscal, yo estoy absolutamente convencido de que esos indicios hubiesen aparecido y desde luego no los he visto".

Manifestó también que "lo que tenemos que saber todos los españoles es que tenemos un sistema judicial que funciona, que se ha hecho una instrucción que ha buscado con minuciosidad y con profesionalidad todos y cada uno de los elementos para poder conformar lo que en estos momentos se está produciendo, que es el juicio, y que lo que diga el tribunal será sin duda ninguna la realidad de lo que allí ocurrió". www.elpais.es 12.04.07

El PSOE exige "responsabilidades" a Rajoy, Acebes y Aznar por sus "mentiras" tras el 11-M

La dirección del PSOE ha exigido hoy "responsabilidades" al PP por la actuación de los altos cargos del Gobierno en el 11-M y los días posteriores. En una declaración aprobada por la Ejecutiva Federal y leída por el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, los socialistas denuncian "las mentiras" que "por intereses electorales" pusieron en marcha Mariano Rajoy, Ángel Acebes y José María Aznar tras los atentados, insistiendo en la hipótesis de ETA pese a los indicios que iban apareciendo y que apuntaban a Al Qaeda.

El secretario de Organización del PSOE, José Blanco, ha hecho hoy una declaración de partido, para mostrar sus condolencias por las víctimas de los recientes atentados de Argel y Casablanca. Con respecto a esto, Blanco ha lanzado graves acusaciones contra los dirigentes del PP que tras el 11-M 'se empeñaron' en mantener la autoría de ETA. - ATLAS

La dirección del PSOE ha aprobado un documento en el que exige "responsabilidades a quienes quisieron convertir una tragedia en una oportunidad electoral", en referencia al ex presidente José María Aznar, al entonces candidato del PP a la presidencia, Mariano Rajoy, y al entonces ministro del Interior, Ángel Acebes.

Ayer, el número dos de la policía durante el atentado, Pedro Díaz-Pintado, y el entonces comisario general de Información, Jesús de la Morena, aseguraron en el juicio del 11-M que Acebes supo el mismo 11-M por la tarde que el explosivo no era Titadyn, lo que alejaba la hipótesis de ETA. Para el PSOE, esas declaraciones constituyen la prueba de que el mismo día de los atentados "el Gobierno tenía información suficiente para saber que el atentado no era obra de ETA", pese a lo cual siguió insistiendo en esta hipótesis "la tarde del 11 y los días 12 y 13 de marzo". "Ayer quedó en evidencia en sede judicial que, durante esos días, la policía dio una información y el Gobierno transmitió la información contraria a los ciudadanos", ha dicho Blanco. A su juicio, el Ejecutivo "mintió deliberadamente porque interpretó que la versión falsa convenía más a sus intereses que la verdadera".

Los socialistas entienden que "es máxima la relevancia política" de las declaraciones de ayer, porque "las personas que así se comportaron en el momento más trágico que ha vivido la democracia española [Aznar, Rajoy y Acebes] siguen ocupando la dirección política del PP", pese a que "no se limitaron a mentir, sino que han enturbiado toda la legislatura tratando de encubrir esa mentira con muchas mentiras más". Por ello, el PSOE exige responsabilidades a "quienes quisieron convertir una tragedia en una oportunidad electoral". Rajoy, Aznar y Acebes "están en deuda con los españoles y con la verdad. Que demuestren el sentido de la ética democrática que entonces les faltó y obren en consecuencia", ha pedido Blanco.

ACEBES : "EL PAÍS no me quiere"

Pese a las declaraciones de ayer de los altos cargos policiales, Acebes insiste en que en sus comparecencias tras los atentados siempre dijo lo que le iba transmitiendo la policía. Además, sostiene que así lo ha entendido hoy la prensa española, "salvo EL PAÍS, que es evidente que no me quiere mucho". Según él, "los demás (periódicos) han interpretado lo que dijeron ayer los mandos policiales" en el sentido que él defiende, es decir, que lo que declararon Díaz-Pintado y De la Morena coincide con su versión.

Acebes ha insistido en que trasladó en todo momento a los ciudadanos lo que le iban transmitiendo los jefes policiales. En declaraciones al programa Espejo Público de Antena 3, Acebes ha dicho que lo declarado ayer por Díaz-Pintado y De la Morena "coincide absolutamente" con lo que él trasladó "en cada una" de sus comparecencias ante la opinión pública. Ha recordado que fue él quien decidió "abrir una segunda línea de investigación hacia el terrorismo islamista", y que tomó esa decisión "por la tarde, en cuanto aparecen los primeros apuntes, indicios". Fue "fundamentalmente" el sábado, según ha manifestado, cuando la investigación se orientó definitivamente hacia el terrorismo islamista "y así lo contamos".

RAJOY DECIDE NO CASTIGAR A DÍAZ DE MERA PORQUE "DICE LA VERDAD" 

Mariano Rajoy dijo ayer que no tiene motivos para abrir un expediente disciplinario al exdirector de la Policía y actual europarlamentario del PP, Agustín Díaz de Mera. El presidente del PP aseguró que es el tribunal "y no el PSOE" quien debe decidir si el antiguo responsable de la cúpula policial dice o no la verdad sobre el supuesto informe que relacionaba a ETA con los atentados del 11-M. "Yo estaré a lo que diga el juez, aunque creo que Díaz de Mera dice la verdad y ha cumplido con la petición de un juez, que es lo que yo le pedí porque creo que hay que colaborar con la justicia", declaró Rajoy.
La defensa de Díaz de Mera también corrió a cargo de Ángel Acebes y Josep Piqué, quienes insistieron en la "honestidad" del afectado. El número dos del PP se mostró convencido de que se va a conocer la verdad una vez que el afectado ha desvelado el nombre del policía que supuestamente vinculó a ETA con el atentado islamista. Por su parte, Piqué vió "suficiente" la rectificación de Díaz de Mera aunque admitió que "se equivocó al guiarse por su conciencia personal", ya que debería haber colaborado con la justicia desde el primer momento.

"Muy disgustado" con la conducta del exmando policial estaba José Blanco (PSOE), que señaló que la actitud del PP invita a pensar que les habría gustado que el comisario mencionado por Díaz de Mera "cediera a las presiones". Según Blanco, no es tolerable que un "servidor público no colabore con la justicia y trate de tapar una mentira con otra mentira" ni tampoco que Rajoy "ampare" a una persona "que engañó al tribunal y a la sociedad". www.elperiodico.com, 12/04/07 

DOS EX ALTOS MANDOS POLICIALES CONFIRMAN QUE LA VÍA ISLAMISTA SE ABRIÓ LA MISMA TARDE DEL 11-M 

El Gobierno de José María Aznar y, concretamente, el ex ministro del Interior Angel Acebes supo la tarde del 11 de marzo que los explosivos utilizados en la masacre no eran tytadine (el habitual empleado por ETA), sino algún tipo de dinamita. De hecho, y pese a que el propio Acebes mantuvo en todo momento que "la línea prioritaria" de investigación era ETA, lo cierto es que cuando se le informó de que los explosivos utilizados no coincidían con los empleados habitualmente por la banda terrorista, él mismo ordenó la apertura de la vía islamista. Este es el testimonio que dos ex altos mandos policiales aportaron hoy ante el tribunal del 11-M, ante el cual confirmaron que el 13-M la investigación se centró "nada más ya en la vía islamista".

El primero en comparecer fue el comisario general de Información en el momento de los atentados, Jesús de la Morena, que indicó que la primera duda sobre la autoría de ETA se produjo el mismo 11-M por la tarde, cuando les llegaron informaciones que desmentían el dato dado por bueno por la mañana que apuntaba que el explosivo utilizado había sido titadyne con cordón detonante. "Esa tarde, el subdirector operativo comenta que los técnicos en desactivación de explosivos han dicho que no es titadyne, aunque no recuerdo si ya surge algo de Goma 2 ECO o se habla sólo de dinamita. A partir de ese momento existen las dos líneas de información abiertas", explicó.

Esta declaración fue confirmada por el subdirector operativo de entonces, Pedro Díaz-Pintado, que señaló que la información sobre el tipo de explosivo procedió del comisario general de Seguridad Ciudadana, que le comunicó que el titadyne estaba "descartado" porque "dentro de sus componentes no tiene nitroglicerina". "Se trata de algún tipo de dinamita sin identificar", le informó el mando policial, aseguró ante el tribunal Díaz-Pintado, mano derecha del ex director general de la Policía Nacional, Agustín Díaz de Mera.

"Le miré extrañado y se lo comuniqué al director general", indicó, indicando que durante la mañana de ese mismo día el comisario le había confirmado por teléfono, coincidiendo con una reunión policial operativa que el explosivo utilizado era "Titadyne con cordón detonante". "Le pregunté: '¿seguro?'. Me contestó: seguro", relató el testigo. Pintado destacó que en aquel momento valoraron el error como un fallo humano y así se lo transmitieron al ministro, que preguntó por los motivos de esa equivocación.

Se inclina la balanza

Además de este nuevo dato sobre la dinamita informaron a Acebes de la localización, en una furgoneta Renault Kangoo encontrada en Alcalá de Henares, de una cinta con caracteres árabes. Ante estos nuevos componentes de la investigación el entonces ministro del Interior ordenó que se incorporara la vía islamista, que quedaría reforzada esa misma noche con el hallazgo de la mochila de Vallecas y la tarjeta del móvil incorporada al mecanismo de la bomba, y el registro de la furgoneta Kangoo, en la que se encontraron restos de explosivo.

El día 12 se celebraron otras reuniones de valoración de los nuevos datos, describió De la Morena, que señaló que en ese momento no existían elementos que reforzaran la teoría de que la culpable fuera la banda terrorista ETA. Sin embargo, "el momento determinante" que inclinó la balanza hacia la autoría islamista se produjo el día 13, con el descubrimiento de que el comercio de Alcorcón que vendió la tarjeta localizada en la mochila de Vallecas había proporcionado todo un lote a "una persona conocida por su radicalismo", Jamal Zougam.

"Transmitió inmediatamente esa información al secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, y al subdirector general operativo", indicó De la Morena, apuntando que a las 15.30 horas de aquel sábado se producen las detenciones y a partir de ahí la investigación se centra "nada más ya en la vía islamista". Por su parte, Díaz-Pintado, a preguntas de la Fiscalía afirmó que en ningún momento tuvo un dato que acreditara la teoría de la autoría de ETA y que "todo" fue indicando que "eso fue lo que fue". www.lavanguardia.com 12/04/07 

EL JEFE DE LA POLICÍA Y EL MANDO ANTITERRORISTA RELATAN QUE DESDE LA TARDE DEL 11-M SÓLO BUSCABAN ISLAMISTAS

Tiene 63 años y hace 40 que es policía. Los últimos ocho años de servicio activo los prestó en lo más alto del escalafón, el nivel 30, allí donde las suelas de los zapatos se deslizan sin gastarse de la moqueta al coche blindado, donde los trajes son una segunda piel de alpaca cortada a medida. Desde 1996 a 2004, los ocho años de gobierno del PP, este hombre fue subdirector operativo de la Policía, esto es, la intersección entre 40.000 agentes, todos a sus órdenes, y los políticos de la derecha con los que ya trataba de tú a tú. Pedro Díaz-Pintado está sentado delante del juez Gómez Bermúdez. Su declaración es vital. Por la silla en la que ahora toma asiento ya ha pasado su jefe de entonces, Agustín Díaz de Mera, y también muchos de los agentes a sus órdenes. El político ha hablado de una mano negra, de una conexión aún oculta entre ETA y los islamistas. Los policías nunca vieron tal cosa. Ahora es su turno. Tiene la palabra el ministerio fiscal.

Díaz-Pintado empieza su relato a las siete y media de la mañana del 11 de marzo. Está en el aeropuerto de Barajas. Precisamente con Díaz de Mera, esperando embarcar en un avión que los llevará a Asturias. De ahí que, una vez recibida la primera noticia de los atentados, sean de los primeros en llegar a Atocha. Ven los primeros cadáveres. "Uno de ellos había quedado en paños menores, el director se quita su abrigo y se lo pone por encima". El subdirector operativo le sugiere a Díaz de Mera visitar los demás escenarios de la tragedia, pero su jefe le dice que hay una reunión convocada en el Ministerio del Interior y tiene que asistir. Desde ese momento, y durante todo el día, Díaz-Pintado intenta salir a la calle, dirigir a sus hombres sobre el terreno, pero la tarea de policía metido a político le mantiene durante horas clavado a la moqueta. Ya en la reunión de Interior, el secretario de Estado, Ignacio Astarloa, le pregunta por el tipo de explosivos. "Yo le respondo que no lo sé, pero que si quiere llamo al comisario general de Seguridad Ciudadana". Lo llama. Se lo pregunta. Y el comisario que está en la calle -viejo amigo de Díaz-Pintado- le contesta airado:

-¡No tengáis tanta prisa. Os lo diré cuando pueda!

Ese "no tengáis" de su compañero vuelve a colocar a Díaz-Pintado en la sección de trajes a medida. Un rato después, alrededor de la una de la tarde, el comisario le devuelve la llamada y le ofrece una respuesta.

-Titadyn con cordón detonante.

-¿Seguro?

-Seguro.

Díaz-Pintado lo anota en un folio con letras gordas y se lo enseña a los jefes políticos y policiales allí presentes. Astarloa dice una frase que se convierte en una consigna: "Si el explosivo utilizado es Titadyn, podemos concluir que ETA está detrás de los atentados".

Por fin, Díaz-Pintado consigue arrastrar al director a los escenarios de la tragedia y después a la morgue de Ifema. Estando allí, el subdirector operativo de la policía recibe una llamada del comisario general de Información, Jesús De la Morena. Tres de la tarde y 35 minutos. "Me dice que hay una furgoneta -la Kangoo que los terroristas han dejado abandonada junto a la estación de Alcalá- y que en el registro han aparecido siete detonadores y la funda de unas sustancias explosivas". Ahora es Díaz-Pintado quien se rebota. Recrimina a De la Morena no habérselo dicho antes. Se lo transmite al director -del que no se ha despegado desde las siete de la mañana- y él se lo anuncia al ministro Acebes. Cinco minutos después, De la Morena vuelve a llamar y le comunica un nuevo hallazgo en la furgoneta. Una cinta con caracteres árabes. De nuevo la transmisión hacia arriba. Acebes convoca una reunión para las seis de la tarde en la sede de Interior.

La reunión de las seis de la tarde es muy importante, vital para entender no sólo lo que ha estado pasando en España en los últimos tres años, sino también, o sobre todo, lo que sucedió aquellos tres días de marzo. Díaz-Pintado llama a los principales responsables operativos, pero algunos se excusan. Por sorprendente que parezca, prefieren quedarse con sus hombres un día así que acudir a la llamada del ministro. El comisario general de Seguridad Ciudadana le dice directamente que no irá y el de Información que se acercará por allí cuando pueda. No obstante, antes de llegar a la sede del ministerio, a eso de las cinco y media de la tarde, De la Morena le dice tres palabras que lo dejan frío.

-No es Titadyn

-¡Cómo me puedes decir ahora esto! ¿Por qué lo sabéis?

-Es una dinamita, el Titadyn está descartado

-Llama otra vez a ver si ha habido un error.

-No hay errores. Queda descartado.

Se produce entonces un hecho curioso. Díaz-Pintado -otra vez cadena de mando hacia arriba-se lo dice a Díez de Mera y éste le devuelve una pregunta con el gesto fruncido:

-Pues ahora se lo tendremos que decir al ministro.

El fiscal no puede reprimir la pregunta.

-¿Y quién se lo dijo?

-Se lo dije yo.

La declaración de Díaz-Pintado continúa. El veterano comisario cuenta bien las cosas, y la sala sigue su relato sobre su actuación en Leganés. Se reconoce el autor de una expresión, "riesgo cero", que ha dado muchas vueltas en busca de padre y de significado. "Se la dije yo al jefe de los GEO y lo que le quise expresar es que no corrieran ningún riesgo en el asalto al piso de los terroristas". Pero lo más importante ya está dicho. A partir de las seis de la tarde del día 11 de marzo de 2004, el ministro del Interior, Ángel Acebes, estuvo puntualmente informado por la cúpula policial que él nombró de que la hipótesis del Titadyn -y por tanto de ETA- se iba quedando vieja, obsoleta, y que todo los indicios que iban surgiendo -el explosivo, la forma de actuar, la furgoneta robada sin las matrículas dobladas, la cinta de cánticos religiosos en lengua árabe- apuntaban al terrorismo integrista. Acebes estaba delante de un dilema: hacer caso a sus agentes o a sus intereses. Aún sigue agarrado a una muestra de Titadyn que se quedó vieja a las cinco de la tarde de un día terrible de marzo de hace tres años.

Antes que Díaz-Pintado ha declarado De la Morena, comisario general de Información durante los ocho años del PP. El abogado Fuster Fabra sólo le hace dos preguntas.

-¿Durante todo el tiempo que estuvo usted al mando de los grupos de información encontraron algún tipo de relación operativa entre ETA y el terrorismo islámico?.

-Yo no.

-¿Y algún tipo de relación directa, indirecta o circunstancial de algún miembro de ETA con estos atentados?

-No.

-Nada más. Muchas gracias.

(www.elpais.com, 12/04/07)

ACEBES MANTUVO QUE EL EXPLOSIVO ERA EL USADO POR ETA CUANDO YA SABÍA QUE NO ERA ASÍ

Lo dejaron muy claro. Pedro Díaz-Pintado, número 2 de la policía con el PP, y Jesús de la Morena, ex comisario general de Información, explicaron ayer en el juicio del 11-M que desde poco después de las cinco de la tarde del 11 de marzo ya sabían que el explosivo que había estallado en los trenes no era Titadyn, usado en aquella época por ETA. Las explicaciones de la cúpula policial del PP ante los jueces dejan por mentiroso al entonces ministro del Interior, Ángel Acebes, que a las 20.23 de la tarde de ese día dijo en rueda de prensa que el explosivo era una dinamita, "la habitual de la banda terrorista ETA". Y no fue la única cuestión en la que quedó en evidencia.

Las preguntas sobre el explosivo utilizado y el policía que lo había mencionado en primer lugar centraron buena parte del interrogatorio. Díaz-Pintado, de forma sencilla pero muy firme, explicó que en una reunión celebrada a mediodía del 11-M, el secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, les preguntó por el tipo de explosivo. "Llamé al comisario de Seguridad Ciudadana, Santiago Cuadro, y me contestó que no tuviéramos prisa, que ya lo diría cuando lo supiera. Antes de las 13 horas llamó y dijo que el explosivo era Titadyn con cordón detonante. '¿Seguro?', le pregunté. Y me respondió: 'Seguro'. Así lo trasladé al secretario de Estado. Si era Titadyn, había sido ETA, pero el dato fue desmentido más tarde". Fue a las cinco de la tarde cuando Cuadro, ante del director del gabinete técnico dijo que el explosivo no era Titadyn, y luego, en la reunión de las seis, Díaz-Pintado se lo comunicó a Acebes y Astarloa. A preguntas de uno de los abogados acusadores que sostienen la teoría de la conspiración, Díaz-Pintado lo explicó así: "En una reunión, a las cinco de la tarde [del 11-M], que me dice el director [Díaz de Mera] que convoque, está el comisario general de Seguridad Ciudadana que es el que me dice que [el explosivo] no es Titadyn, porque no aparecía nitroglicerina[en los focos de las explosiones]. Entiendo que se lo cuentan los técnicos que están incardinados en la Unidad Central de Tedax. Precisamente le hago volver a llamar por si ha podido haber algún error, efectúa la llamada, no sé con quién habla, pero le dice que no se trata de Titadyn por las circunstancias que he explicado [que no hay rastros de nitroglicerina], que es dinamita, pero que de momento no la pueden identificar".

La diferencia en que el explosivo fuera Titadyn o no, es que ETA robó en 1999 en Plevin (Francia) este tipo de explosivo, que lo utilizó en la mayor parte de los atentados, no en todos, y usaba cordón detonante como acelerante. Pero este explosivo tiene nitroglicerina entre sus componentes y en los restos de las explosiones aparecía nitroglicol, pero no nitroglicerina.

Sin embargo, y a pesar de saberlo desde las 18.00, Acebes, dos horas después, a las 20.23, dijo en conferencia de prensa que la línea prioritaria de investigación seguía siendo ETA, porque tras analizar los restos de los focos de las explosiones se había determinado que "es dinamita y, por tanto, la habitual de ETA". Justo lo contrario de lo que le habían dicho sus subordinados.

Ambos comisarios señalaron que a partir de ese momento, aunque no se cerró la línea de investigación de ETA, la prioritaria fue la de los islamistas, y fruto de ello fueron las detenciones de Jamal Zougam y de otras cuatro personas el día 13, también en contra de lo manifestado por Acebes.

Tanto Díaz-Pintado como De la Morena declararon que no han encontrado ningún indicio sólido que vincule a ETA con los atentados y que tampoco hallaron relaciones operativas entre los islamistas y los etarras. De la Morena manifestó que tras las detenciones del día 13 se centraron en la vía en la islamista. "A partir de ese momento no hay ya más que esa línea de investigación", también en contra de lo expuesto por el entonces ministro. Precisamente el abogado de Zougam quiso buscar las cosquillas al comisario al preguntarle si no se había precipitado al detener a su cliente, y De la Morena lo fulminó. "Es la mejor decisión que he tomado en mi vida".

Los dos comisarios destacaron que su principal preocupación era que los que habían cometido los atentados no volvieran a actuar. De la Morena lo expresó de forma significativa: "Iban a volver a atentar y el reloj jugaba en nuestra contra".

www.elpais.com, 12/04/07

Díaz de Mera acusa con datos falsos a dos comisarios para sostener su bulo del 11-M

El eurodiputado del PP Agustín Díaz de Mera, ex director general de la Policía, intentó ayer salir del enredo en el que se metió el pasado 28 de marzo cuando involucró a ETA en los atentados del 11-M mediante un escrito dirigido al tribunal que juzga el caso donde acusa a varios comisarios para justificar el bulo. Díaz de Mera aseguró en el juicio que un comisario de policía le había contado que existía un informe en el que se vinculaba a ETA con el 11-M que fue ocultado o manipulado por mandos nombrados por el PSOE. Díaz de Mera se negó a facilitar al tribunal el nombre del policía que le informó -para evitar que se tomarán represalias contra él, según dijo- por lo que fue multado con 1.000 euros y se le abrió una causa por desobediencia que juzgaría el Tribunal Supremo.

Díaz de Mera se lo pensó mejor y ahora ha decidido dar el nombre de su informante al tribunal a través de un escrito en el que hace un relato de hechos que han desmentido todos los policías a los que cita expresamente. El presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, facilitó el escrito a todas las partes eliminando del mismo el párrafo en el que se identifica al policía que informó a Díaz de Mera. Se trata, en función de los otros datos que aporta Díaz de Mera, de Enrique García Castaño, un comisario que ha trabajado con los Gobiernos del PSOE y el PP. "Mi lealtad hacia él, duramente acreditada", señala el eurodiputado en su escrito, "no ha sido correspondida como esperaba". Como García Castaño se negó a avalar la versión de Díaz de Mera, el cargo del PP decidió dar su nombre.

En su escrito, Díaz de Mera apunta una serie de datos falsos respecto a los policías que elaboraron el informe. Dicho documento figura en el sumario desde febrero de 2006 y descarta la vinculación de ETA con el 11-M, justamente lo contrario de lo que asegura el eurodiputado del PP.

- El informe. Díaz de Mera cuenta en su escrito que García Castaño le contó lo siguiente: "El comisario de Información había encargado un informe sobre posibles conexiones entre islamistas y ETA con referencia al 11-M. El informe se lo encomendó a un gran conocedor de la lucha antiterrorista [Domingo Pérez Castaño, comisario jefe de la Unidad Central de Inteligencia]". Pese a lo que escribe Díaz de Mera, el comisario Pérez Castaño nunca fue un gran conocedor de la lucha antiterrorista pues antes era comisario de Extranjería.

- Destitución. "En dicho informe", continúa el eurodiputado del PP, "[Pérez Castaño] relataba las relaciones entre islamistas y ETA y, además, apuntaba vías de investigación que se debían seguir. Al comisario general de Información [Telesforo Rubio] no le gustó el contenido del informe y prescindió de los servicios de Pérez Castaño y lo trasladó al País Vasco".

- "Nadie me presionó". Pérez Castaño lo ha desmentido: "El motivo por el que causé baja en la Unidad Central de Inteligencia, en momento alguno fue por encontrarme presionado en la forma en que debía realizarse informe alguno. Yo jamás he difundido rumor alguno sobre cambios forzados en la orientación del informe". Pérez Castaño solicitó su baja en el puesto el 9 de diciembre de 2005, antes de que se le encargase el informe. El 12 de diciembre recibió ese encargo y el 15 de diciembre entregó el documento, elaborado por un hombre y una mujer de ese departamento.

Díaz de Mera también se ha estrellado con otro desmentido, en este caso del comisario al que atribuye la información. Enrique García Castaño señaló en un escrito firmado el 30 de marzo y dirigido al actual Comisario General de Información, Miguel Valverde, que todo lo relatado por Díaz de Mera para involucrar a ETA en el 11-M es falso. "El que suscribe", escribe García Castaño, "comentó a Díaz de Mera que nunca le había hablado sobre el supuesto informe ni que hubiera existido una relación de ETA con el atentado del 11-M". Díaz de Mera asegura que el comisario que sustituyó a Pérez Castaño, José Cavanillas, manipuló el informe y omitió las referencias a las conexiones con ETA.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, rechazó las acusaciones de Díaz de Mera: "El PP intenta tapar con una nueva mentira, la gran mentira del 11 al 13 de marzo".

UN TESTIMONIO MUY CERCANO

La mujer de El Chino le reconoce en el vídeo de reivindicación del atentado. Rosa, la mujer de Jamal Ahmidan, El Chino, uno de los jefes del comando que perpetró el 11-M, reconoció ayer a su marido como uno de los tres encapuchados que aparecen en el vídeo de reivindicación del atentado.Los policías que intervinieron en Leganés se confiesan. Los agentes de los Tedax que intervinieron en el acoso a los terroristas encerrados en un piso de Leganés declaran que fueron recibidos con cánticos y disparos.Unos papeles sobre ETA junto al piso de los suicidas. Los agentes que declararon ayer en el juicio explicaron que los papeles sobre ETA hallados en los escombros del piso de Leganés eran de un policía vecino de los terroristas.www.elpais,es 11.04.07

EL POLICÍA AL QUE PRESIONÓ DÍAZ DE MERA PARA JUSTIFICAR SU ACUSACIÓN SIN PRUEBAS LE DESMIENTE 

Bajate la carta en pdf.Tal cual y de paso la del mismísimo Díaz de Mera

Uno de los comisarios a los que recurrió Agustín Díaz de Mera, eurodiputado del PP y ex director general de la Policía, para intentar justificar la veracidad de sus acusaciones sin pruebas ante el tribunal que juzga el 11-M, le ha desmentido por escrito. Ese agente, que ha trabajado con gobiernos del PSOE y del PP, ha asegurado que en ningún momento informó a Díaz de Mera sobre un informe que relacionara a ETA con el atentado de los trenes, como sostiene el alto cargo del PP. El eurodiputado llamó a este policía unas horas después de salir del juicio para pedirle ayuda de manera que pudiera justificar, dando su nombre ante los magistrados, que lo que había dicho era verdad. 

Díaz de Mera mantiene desde el pasado verano, cuando difundió la supuesta "primicia" en un programa de la cadena Cope, que el Gobierno socialista, a través de los mandos que colocó al frente de la policía, ocultó o manipuló un informe que vinculaba a ETA con los atentados del 11-M. 

Seis meses después de su supuesta revelación, Díaz de Mera, ex director general de la Policía, volvió a repetir su acusación pero se negó ante el tribunal del 11-M a precisar quién era el agente o agentes que le habían hablado sobre la existencia de ese informe que implicaría a ETA en la matanza de Madrid.

Multa de 1.000 euros 

Su negativa a revelar su fuente -incluso por escrito, como le sugirió el juez Javier Gómez Bermúdez, presidente del tribunal que juzga el 11-M- le costó una multa de 1.000 euros y una imputación por un supuesto delito de desobediencia al tribunal que deberá juzgar el Supremo si el Parlamento Europeo concede el suplicatorio. 

La negativa de Díaz de Mera a colaborar con la justicia para esclarecer el mayor atentado en la historia de España le costó algún reproche público del presidente de su partido, Mariano Rajoy, que le pidió que diera el nombre del policía que le informó, y la comprensión de otros cualificados dirigentes populares, como Ángel Acebes, secretario general del PP, o Pío García Escudero, portavoz en el Senado. 

El informe al que aludía Díaz de Mera, que citó algunos datos para identificarlo como que había sido encargado por el entonces comisario general de Información, Telesforo Rubio, y había sido redactado por un hombre y una mujer, consta desde febrero de 2006 en el sumario. Dicho informe analiza diversas informaciones aparecidas en los medios de comunicación sobre vínculos entre ETA y los islamistas que perpetraron el 11-M. La conclusión de la investigación policial es que no existía ni un sólo dato que pudiera respaldar la teoría de la implicación de etarras en los atentados de los trenes. 

Fuentes próximas al policía en el que se basa Díaz de Mera para defender su acusación sin pruebas han desmentido con rotundidad a este periódico que el comisario informara alguna vez sobre la existencia de un informe de la Unidad Central de Inteligencia de la policía que sostuviera la existencia de esos vínculos. 

El policía mantiene buenas relaciones con Díaz de Mera desde que éste era director general de la Policía. Solían hablar con frecuencia por teléfono y cuando Díaz de Mera se encontraba en Madrid comían juntos. Fuentes próximas al agente aseguran que Díaz de Mera le consultaba con frecuencia sobre datos relacionados con el 11-M y, en particular, con la posible participación de ETA. "La actitud del policía fue siempre clara: no existía indicio ni prueba alguna sobre la participación directa o indirecta de ETA en el atentado. Le solía decir que no prestara atención a las informaciones periodísticas porque eran un montaje", señaló una fuente consultada. 

El comisario está dispuesto, si el tribunal así lo dispone, a desmentir en el juicio oral esa información. El agente formó parte del equipo de la Comisaría General de Información que, a las órdenes de Jesús de la Morena, investigó el atentado del 11-M desde la misma mañana del atentado. 

Radicales islamistas 

Los indicios que fueron apareciendo llevaron a este comisario a la convicción de que el atentado había sido cometido por radicales islamistas. En junio de 2005, el agente fue destinado al Centro Nacional Antiterrorista de nueva creación, pasando a depender del comisario Miguel Valverde. 

Las fuentes consultadas explican que el comisario teme ahora que Díaz de Mera y los medios de comunicación que le apoyan (y jalean el bulo de la conspiración) monten una campaña contra él. "Ya le han dado algún aviso de que cuando cambien las cosas, si hay cambio de Gobierno, podría tener represalias", aseguran las fuentes consultadas. Éstas afirman que el citado comisario, que se ha visto metido en este lío por la sola intervención de Díaz de Mera, declarará en breve en el juicio del 11-M y que detallará, en el caso de que se lo pregunten, todo el episodio vivido tras la negativa del ex director general a colaborar con la justicia. Independientemente de que el ex director dé o no un nombre, el procedimiento por desobediencia no se paraliza. 

El informe en cuestión al que se refiere Díaz de Mera comenzó a ser elaborado por el comisario Domingo Pérez Castaño, a cargo entonces de la Unidad Central de Información, en diciembre de 2005 para ser enviado al juez instructor del sumario del 11-M, Juan del Olmo. Dos oficiales, un hombre y una mujer, reunieron los datos. Pérez Castaño, que ha negado cualquier vinculación con Díaz de Mera y que hubiera comentado alguna discrepancia con el contenido del informe, dejó la unidad unos días después de acabado el documento 

(www.elpais.com, 10/04/07

La supuesta fuente policial de Díaz de Mera niega que le alertara de la vinculación entre ETA y el 11-M

La Cadena Ser ha localizado al policía que supuestamente informó de los vínculos entre la organización terrorista ETA y el ataque del 11 de marzo de 2004 en Madrid a Agustín Díaz de Mera, ahora eurodiputado del Partido Popular y director general de la Policía cuando se cometieron los atentados. Este agente es el que presuntamente elaboró el informe que enlaza a ETA con los islamistas radicales. Pero él niega que exista tal vinculación y niega ser el autor de ese supuesto documento.

Fuentes próximas a este funcionario policial han explicado a la emisora de radio que el agente dejó su puesto en la Comisaría General de Información en julio de 2005 y, por tanto, no pudo elaborar ese informe que Díaz de Mera fecha en 2006. Además, el policía sostiene que Díaz de Mera se ha confundido de persona y de informe al declarar al tribunal que juzga los atentados porque ha mencionado un documento sobre el ácido bórico como si fuera un informe que supuestamente vincula a ETA con el islamismo radical.

A la vista de las declaraciones del político, y frente a las posibles repercusiones, este agente se decidió a elaborar un informe policial para sus superiores un día después de la declaración de Díaz de Mera ante los jueces. En este informe el policía "se da por aludido" como posible fuente de información del político, además de reconocer que recibió llamadas suyas.

El agente niega ser autor del informe que Díaz de Mera citó ante el tribunal del 11-M y sostiene que nunca le aseguró que pudiera existir vinculación entre ETA y los islamistas radicales. Además, señala que le advirtió del error que estaba cometiendo al confundir el informe del ácido bórico con el documento que supuestamente vincula a ETA y al terrorismo islámico.

Precisamente, este agente policial está también citado como testigo en el juicio del 11-M para declarar sobre otro aspecto de la investigación y probablemente será interrogado sobre el asunto Díaz de Mera.

Según las fuentes consultadas este funcionario policial mantuvo una relación fluida de comunicación con Díaz de Mera cuando era director general de la Policía. El mismo día 12 de marzo, sólo uno después de los atentados, en una conversación telefónica este agente explicó con claridad al político que el atentado era obra de islamistas radicales y descartó la existencia de cualquier vinculación con ETA. www.elpais.es  09.04.07

El comisario que hizo el informe sobre ETA y el 11-M nunca habló con Díaz de Mera

El comisario Domingo Pérez Castaño, al que se encargó un informe sobre las vinculaciones de ETA con los islamistas del 11-M, negó ayer que tuviera desavenencias a cuenta de la redacción de ese documento con el comisario general de Información, Telesforo Rubio, y que difundiera rumores sobre esa discrepancia que llegaron a oídos del entonces director general de la Policía Agustín Díaz de Mera.El comisario Pérez Castaño afirma: "Nunca he hablado personalmente con el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera, de este ni de ningún otro tema. Ni he tenido directa o indirectamente relación con él".Castaño recuerda que llegó el 22 de noviembre de 2004 a la Unidad Central de Información (UCI), departamento que realizó el informe sobre vínculos entre ETA y los islamistas del 11-M descartando la participación de los etarras en el atentado de los trenes. Y afirma que dejó ese departamento el 25 de diciembre de 2005, días después de entregar el documento que le pidió el comisario general de Información."El motivo por el que causé baja en momento alguno fue por encontrarme presionado en la forma en que debía realizarse informe alguno", asegura. Castaño niega que difundiera rumores sobre cambios forzados en la orientación del informe, como aseguró EL PAÍS citando fuentes policiales.

Durante su declaración como testigo en el juicio por el 11-M, el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera se refirió a la existencia de un informe secreto en el que, según le habían contado, se ponían de manifiesto relaciones entre la banda terrorista ETA y grupos islamistas. Díaz de Mera acabó imputado por desobediencia grave a la autoridad judicial y con una multa de 1.000 euros cuando se negó, pese a la insistencia del tribunal, a revelar la fuente de esta información.Desde entonces, diversos responsables políticos del PP, partido por el que hoy es eurodiputado el antiguo responsable policial, han valorado esta actitud. El portavoz del PP en el Senado, Pío García-Escudero, afirmó ayer que conoce al eurodiputado, por lo que imagina que "tampoco estará contento de hacer lo que hizo".En todo caso, dijo García-Escudero en una entrevista a Europa Press que su "obligación, como cualquier español, es colaborar con la justicia". Díaz de Mera "es un hombre que tiene unos profundos principios de comportamiento", señaló el portavoz popular, por lo que "tendría motivos poderosos para hacer lo que hizo". "Lo ha dicho muy claro Rajoy, la obligación de Díaz de Mera, como cualquier español, es colaborar con la justicia", añadió. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, se negó ayer a contestar una pregunta sobre el tema, según informó Efe.

WWW.ELPAIS.ES 02.04.07

La cúpula policial de Acebes desmiente la teoría de Díaz de Mera sobre el nexo de ETA y el 11-M

Los principales cargos policiales que trabajaron en la investigación del 11-M con Ángel Acebes al frente del Ministerio del Interior han señalado a este periódico que en ningún caso conocieron dato alguno que acreditara los vínculos entre ETA y los islamistas que atentaron en los trenes. Esa cúpula policial, que declarará en el juicio del 11-M a partir del 9 de abril, tampoco han conocido a través de sus compañeros que haya pruebas de una relación entre etarras e islamistas, ni de la existencia de un informe que llegue a esa conclusión. De esta manera, desmienten la acusación sin pruebas lanzada por el ex director general de la policía Agustín Díaz de Mera, que se amparó en una fuente anónima para sostener su particular teoría de la conspiración.

Cuando la actual cúpula policial nombrada por el Gobierno socialista llegó al Ministerio del Interior y continuó las investigaciones abiertas a raíz del atentado del 11-M, habían pasado varios meses del atentado, pero no encontraron ni una sola línea de investigación de sus antecesores que apuntara a ETA.

Para entonces, los principales implicados en el atentado estaban "detenidos o muertos en el suicidio colectivo de Leganés", según había declarado el anterior ministro del Interior, Ángel Acebes, el 4 de abril de 2004. Y todos ellos tenían relación con el islamismo radical o con el mundo de la delincuencia que había contactado con los terroristas.

Los cargos policiales nombrados por el Gobierno de José María Aznar se han visto ahora sorprendidos por la acusación lanzada por el que fue su jefe, Agustín Díaz de Mera, respecto a la existencia de un informe, ocultado supuestamente por el Ejecutivo socialista, que apuntaría a la vinculación de ETA con los atentados del 11-M.

Ese informe al que se refiere Díaz de Mera fue encargado por el Comisario General de Información, Telesforo Rubio, para investigar cuánto había de verdadero en algunas informaciones de medios de comunicación especializados en la teoría de la conspiración, que apuntaron a la vinculación de ETA con el 11-M.

Distintos departamentos se pusieron manos a la obra y redactaron un informe de cientos de páginas donde analizaban una a una todas las sospechas que habían surgido respecto a una posible participación de ETA en los atentados.

Los informes policiales

El informe concluía descartando la participación de etarras en la matanza del 11-M y la vinculación de estos terroristas con los islamistas que pusieron las 13 bombas en los trenes o con aquellos que les suministraron los explosivos. Los cargos policiales bajo el mandato del PP han asegurado a este periódico que durante su mandato no se hallaron pruebas que apuntaran a ETA y que, posteriormente, tampoco han conocido la existencia de informes o investigaciones que avalaran esta tesis.

El ex director general de la Policía se ha negado a revelar ante el juez el nombre del agente o agentes que le informaron sobre la existencia de un documento donde se apuntaba la conexión entre ETA y los islamistas del atentado del 11-M. Unas horas después de ser multado e imputado por un delito de desobediencia, Díaz de Mera se puso en contacto con agentes de su confianza para pedir ayuda en el sentido de que algún funcionario justificase su acusación sin pruebas.

El Gobierno del PP encargó un trabajo especial el 13 de marzo, dos días después del atentado y un día antes de las elecciones, sobre contactos de presos islamistas con etarras en las cárceles españolas.

Ese documento, elaborado por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, recogió hasta seis contactos (conversaciones grabadas a terroristas etarras e islamistas) que se investigaron en su día sin que dieran ningún fruto que pudiera acreditar la relación de ETA con los atentados.

Ante las dudas que provocaba la dimensión y características del atentado, durante tres días el Gobierno del PP insistió en que la principal línea de investigación sobre los atentados era la etarra, mientras las pistas llevaban a la policía a Lavapiés. El PP ha mantenido desde su derrota electoral del 14-M que había que seguir investigando la posible implicación de ETA.

En el sumario del 11-M hay varios tomos dedicados a esa investigación de posibles vínculos entre etarras e islamistas sin que en ningún caso haya pruebas que puedan sostener una relación entre ETA y la matanza de los trenes. Esa teoría ha llegado al juicio a través de asociaciones de víctimas que apoyan las tesis del PP y que preguntan reiteradamente a testigos y acusados sobre ETA, hasta el punto de que el presidente del tribunal les ha llamado la atención.

El PP ha formulado en los dos últimos años numerosas preguntas por escrito al Gobierno sobre pruebas que pudieran implicar a los etarras en el atentado del 11-M. Pero todos esos intentos de distintos dirigentes del PP se han estrellado con los hechos y con las pruebas, ninguna de las cuales ha alumbrado siquiera una pequeña duda respecto a la autoría exclusivamente islamista de los atentados del 11 de marzo.

"No me consta ninguna vinculación entre etarras y los responsables de los atentados del 11-M"

El PP intentó durante las sesiones de la comisión de investigación del 11-M, celebradas sólo tres meses después del atentado, encontrar en las respuestas de los comparecientes algún indicio que permitiera incluir a ETA dentro de los actores del mayor atentado en la historia de España.

El diputado más activo en esta tarea fue Jaime Ignacio del Burgo, que aprovechó la presencia de los principales cargos policiales durante el Gobierno del PP en la comisión de investigación para buscar alguna prueba contra ETA. Pero pinchó en hueso. Lo que sigue es parte de su interrogatorio al comisario Rayón Ramos, que dirigía la Unidad Central de Información Exterior.

Del Burgo. ¿Históricamente ETA ha tenido contacto con grupos terroristas islámicos?

Rayón Ramos. No me consta, no lo sé.

Del Burgo. No lo sabe. ¿Sabía usted que también se ha escrito que terroristas de ETA estuvieron en Bagdad hasta la entrada de los norteamericanos en la capital de Irak?

Rayón Ramos. Lo siento, no tengo conocimiento de esas informaciones.

Del Burgo. Voy a decir en qué me baso; me baso en cosas que leo. He leído a don Manuel Leguineche, dando cuenta a su vez de un artículo publicado en un periódico italiano, el Corriere della Sera, de un periodista o de una periodista, cuyo nombre no recuerdo. Lo que dice es que hubo unos cuantos terroristas que formaban parte de la brigada de Euskalerria en Bagdad. Pues bien, ahí dice que incluso los dos terroristas que fueron detenidos en Cuenca unos días antes de las elecciones cuando trataban de introducir en Madrid 500 kilos de explosivos habían estado también en Bagdad hasta ese momento; además, hasta dicen cómo viajaron, qué países recorrieron hasta llegar a Irak, etcétera. ¿Tenía usted conocimiento de este asunto?

Rayón Ramos. No.

Del Burgo. Yo le voy a hacer otra pregunta: ¿Usted está en condiciones de decirnos en este momento que descarta total y absolutamente la posibilidad de una conexión entre ETA y el terrorismo islámico?

Rayón Ramos: En cuanto a descartar la presencia etarra, yo no descarto nada en esta vida, pero tengo el convencimiento moral de que no ha habido presencia de ETA en los atentados del 11-M de Madrid.

Del Burgo. Presencia material.

Rayón Ramos. Ni participación (...). Personalmente, le hablo con el conocimiento de las investigaciones que estamos desarrollando todavía en vivo. No me consta ninguna vinculación de ningún tipo entre etarras y los responsables de los atentados de Madrid.

Cuarenta folios de coincidencias intrascendentes

El informe existe. El ex director general de la Policía cuando sucedió el 11-M, Agustín Díaz de Mera, fue muy preciso cuando proclamó en un programa de radio que las fuerzas de seguridad habían investigado, por orden del comisario general de Información, la relación entre la banda terrorista ETA y los atentados que mataron a 191 personas en trenes de cercanías de Madrid. Así es. Como él dijo, el informe con las conclusiones de esa investigación lo hicieron un hombre y una mujer. También tenía razón Díaz de Mera al decir que era un informe secreto. Pero su contenido afirma exactamente lo contrario de lo que el eurodiputado del PP afirma que le dijo una fuente policial: no existe ningún tipo de relación entre ETA y las distintas ramas de la trama del 11-M. El portavoz del PP en el Congreso, Eduardo Zaplana, pidió ayer que el informe "aparezca por cualquier medio". El sindicato de policía SUP pidió que se esclarezca su existencia y contenido.

El informe ya no es secreto. Fue remitido al juez Juan del Olmo el 15 de febrero de 2006 y está en el sumario que sirve de base al juicio. Éstas son sus conclusiones, que ocupan 40 folios:

- Abdelkrim Bensmail tenía un papel con nombres de etarras. Se adjunta copia del papel en cuestión, donde dice: "Ragi Gurruxaga, Harriet Parot, Unai -Cordoba, carretera Sevilla Km 391 Apdo: 479 14007 Alcolea". Se trata de la dirección de la cárcel de Córdoba, donde en ese momento se encontraban cumpliendo condena Henri Parot y Harriet Aguirre.

Conclusión: Bensmail conoció a Parot y a Aguirre en la cárcel. "El motivo de la posesión de la referida anotación podría venir motivado por las intenciones futuras de mantener con ambos contacto epistolar. (...) En el caso de Henri Parot, unido al hecho de que ambos son de ascendencia argelina".

- La celebración por el 11-M. Mohamed Amine Akli, relacionado con el islamista Allekema Lamari, celebró el 11-M con varios etarras en la cárcel de Puerto 1, de Cádiz, según fue publicado en prensa.

Conclusión: "Instituciones Penitenciaras no posee información sobre este hecho".

- Relación entre el líder islamista Sohbi Khouni y el etarra Luis Mariñelarena. A lo largo de 2003, estas dos personas estuvieron en el mismo módulo de la cárcel de A Lama (Pontevedra) y mantuvieron relaciones personales.

Conclusión: "Las relaciones (...) pueden considerarse las propias entre internos coincidentes en el mismo módulo, sin que se posea información en relación a que las mismas hayan trascendido de lo cotidiano y de la afinidad personal ente ambos".

- La carta de Targu Ismail a José Luis Urrusolo Sistiaga. Al día siguiente de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos, el etarra Urrusolo Sistiaga recibió una carta del islamista Targu Ismail, ex compañero de prisión, en la que decía estar preparando la "operación Sable Samurai". En la carta dice: "Esperemos que una hipotética colaboración entre grupos islamistas y ETA no incluya el préstamo de un terrorista suicida".

Conclusión: Targu Ismail no era un militante terrorista. Urrusolo fue expulsado de ETA en 1995, "circunstancia que se mantiene hoy día". En otro punto, añade que "hay que valorar que el control por las autoridades penitenciarias del contenido de las cartas entre presos es de sobra conocido por los mismos, por lo que no es el canal más idóneo para plasmar preparativos, planificación o propuesta formal de colaboración entre organizaciones terroristas". Por último, Urrusolo no es en los últimos años partidario de la línea dura de la lucha armada. "Un comentario suyo [tras el 11-M] venía a expresar su horror ante tal salvajada".

- Iñaki de Juana Chaos dice que "si los integristas quisieran, los españoles echaban a correr en una semana, igual que echaron a correr del Sáhara". En este comentario, De Juana se refiere a "la presión sobre el Gobierno español para conseguir que Ceuta y Melilla dejaran de ser españolas (...) debido a la situación que entiende de colonialismo".

Conclusión: "En ningún momento se aprecia una alusión a colaboración entre organizaciones terroristas, siendo sus expresiones fruto de la normal relación personal que los presos de ETA mantienen con otros internos, en su caso la mayoría de origen árabe, puesto que se encontraba interno en la prisión de Melilla".

- ETA roba un coche bomba en la calle de Avilés donde vivía José Emilio Suárez Trashorras. El comando que atentó el 3 de diciembre de 2002 con un coche bomba en Santander robó el coche precisamente en la calle de Avilés donde vivía el exminero Suárez Trashorras, que proporcionó los explosivos al comando del 11-M. El informe hace un relato de toda la trayectoria del comando etarra.

Conclusión: Que robaran en Avilés el coche es "una serie de circunstancias puntuales que más bien parecen debidas al mero azar".

En este apartado se analiza también la posible utilización por parte de ETA del minero asturiano procesado para obtener explosivos. Esto es algo que "la organización terrorista ETA considera labor exclusiva de los responsables del aparato logístico, no habiéndolo puesto nunca en manos de delincuentes comunes". Aparte, a finales de 2002 "ETA disponía de un importante arsenal armamentístico [entre 2.000 y 2.5000 kilos de Tytadine]", por lo que "resultaría ridículo suponer que tuvieran necesidad de adquirir dinamita Goma 2 de la facilitada por Suárez Trashorras".

Conclusión: "El conjunto de datos expuestos permite determinar la inexistencia de pruebas que permitan ni tan siquiera sospechar posibles conexiones entre los miembros del comando Egoitz y Hodei [el de Santander] y la llamada trama del explosivo asturiano utilizado en los atentados del 11-M".

- Los islamistas y ETA eligen el mismo día para trasladar explosivos a Madrid. La coincidencia de fechas de las dos caravanas de la muerte, entre el 28 y el 29 de febrero de 2004, fue investigada por la policía y la Guardia Civil, que incluso rastrearon tanto personales como telefónicas de los terroristas de uno y otro grupo. La investigación detalla, desvío por desvío, las dos rutas.

Conclusión: "La única coincidencia que parece deducirse de todo este entramado lo constituye la elección de Madrid como objetivo por parte de los dos grupos terroristas, de manera independiente y sin ningún proyecto común, para llevar a cabo un atentado en fechas coincidentes con unos comicios electorales".

- Nayo informó a la fiscalía de que Trashorras y Toro querían vender explosivos a ETA. El informe insiste de nuevo en que "en los últimos nueve años el material explosivo utilizado por ETA no lleva dinamita Goma 2". ETA sólo obtiene explosivos por el mercado negro internacional o a través de robos en Francia.

Conclusión: Una vez más, los máximos responsables del antiterrorismo español reiteran "la inexistencia de pruebas que permitan ni tan siquiera sospechar en posibles conexiones entre miembros de ETA y la llamada trama del explosivo asturiano del 11-M".

El suplicatorio del eurodiputado desobediente

Que el Tribunal Supremo juzgue al eurodiputado popular y ex director general de la policía Agustín Díaz de Mera depende de que el Parlamento Europeo conceda o no el suplicatorio para que pierda la inmunidad que protege a todos los miembros de la Eurocámara. El tribunal que juzga el 11-M ha abierto un procedimiento contra Díaz de Mera por negarse a revelar la fuente que, según el máximo responsable de la policía cuando se produjo la matanza, le avisó de que había un informe que vinculaba a ETA con el atentado. El informe, de 40 folios, existe, pero no halla vínculos relevantes entre islamistas y etarras.

El suplicatorio es un proceso largo -dura entre tres y cinco meses- y en la mayoría de los casos no ve la luz: es decir, que los eurodiputados optan por mantener la inmunidad de su colega. Así lo muestran las cifras oficiosas que maneja la Eurocámara: desde 1979 se han tramitado al menos 129 suplicatorios, y sólo un 30% de ellos tuvieron como resultado la pérdida de inmunidad del aforado. En el último año, sin embargo, ha cambiado la tendencia y han sido mayoría (60%) los casos en los que la Eurocámara ha levantado la inmunidad de alguno de sus miembros.

Los datos también muestran que los suplicatorios son más frecuentes en el Parlamento salido de la última ampliación de la UE, que cuenta con 785 diputados y donde anidan formaciones y políticos de lo más pintoresco, como los partidos de extrema derecha recurrentemente en el banquillo por negar el Holocausto.

El procedimiento, en cualquier caso, comienza en el país del que procede el eurodiputado, en este caso España. Allí, las autoridades judiciales serán las encargadas -tras su paso por el Congreso- de emitir el suplicatorio, que llegará a Bruselas de mano de la Representación Diplomática de España ante la Unión Europea, que la hará llegar hasta el Parlamento Europeo. El régimen de aforamiento de los eurodiputados no es el mismo para todos, sino que se les aplica el de sus respectivos Estados miembros.

Una vez en la Eurocámara, el presidente lo anuncia en el pleno siguiente y se pone en marcha el proceso, que se desarrolla fundamentalmente en la comisión de Asuntos Jurídicos, formada actualmente por 28 miembros, y donde el Partido Popular Europeo constituye el grupo mayoritario. Allí, se nombra un ponente -si el encausado es popular el ponente suele ser socialista y viceversa- que redactará un informe que debe votar la comisión primero y el pleno de la Eurocámara, con sede en Estrasburgo (Francia), después. "En el 99% de los casos el pleno respalda el voto de la comisión de asuntos jurídicos", explican fuentes parlamentarias.

El encausado tiene derecho a explicarse ante la comisión de asuntos jurídicos y defender su posición. Algunos eurodiputados en el pasado han pedido que se les levante la inmunidad para poder acudir a juicio y defenderse.

El voto del pleno decidirá si se suspende su inmunidad, por considerar que los actos del encausado nada tienen que ver con su naturaleza de eurodiputado y por lo tanto la justicia española puede proceder contra él, o por el contrario se mantiene el aforamiento y quedará protegido de las causas de la justicia nacional.

Estos son algunos de los casos recientes de suplicatorios en el Parlamento Europeo:

- Bruno Gollnisch. Negar el holocausto. Uno de los casos más sonados fue el del eurodiputado francés del Frente Nacional Bruno Gollnisch, acusado en 2005 de negar el Holocausto. Presidente del recientemente creado grupo ultraderechista Identidad, Soberanía y Tradición, Gollnisch perdió la inmunidad por 13 votos a favor del levantamiento y tres en contra y tuvo que comparecer ante el tribunal de Lyon, que le juzga por negacionismo. Lo mismo le sucedió a Jean Marie Le Pen, cuyo suplicatorio pidió la justicia alemana en 1998 después de que el líder del Frente Nacional y aspirante al Elíseo en Francia dijera que "las cámaras de gas son un detalle de la historia de la Segunda Guerra Mundial".

- Claudio Fava. Difamación. El caso contrario es el del eurodiputado socialista italiano Claudio Fava, autor del informe sobre los vuelos de la CIA, y al que la justicia en Sicilia acusó de difamación por la publicación de un artículo en el que denunciaba un caso de corrupción mafiosa en la isla italiana. La comisión de asuntos jurídicos decidió por unanimidad en 2005 mantener la inmunidad parlamentaria de Fava.

- Gérard Onesta. Destrucción de campos de cultivo transgénicos. Al eurodiputado verde Gérard Onesta el Parlamento Europeo le denegó la suspensión de inmunidad el año pasado y tuvo que comparecer ante la justicia francesa, acusado de haber participado en la destrucción de unos campos de cultivos transgénicos. En aquella ocasión hubo unanimidad entre los miembros de la comisión de asuntos jurídicos para levantarle la inmunidad.

Díaz de Mera solicita ayuda a policías de confianza para salvar su acusación sin pruebas

El ex director general de la Policía y actual eurodiputado popular, Agustín Díaz de Mera, mantuvo conversaciones con varios policías, miembros de la cúpula policial durante el mandato del PP, la noche del pasado miércoles 28 de marzo, tras ser multado y amenazado con un delito de desobediencia por el tribunal del 11-M durante su declaración en el juicio por los atentados de Madrid. Las fuentes policiales consultadas señalaron a EL PAÍS que Díaz de Mera solicitó apoyo para aportar al tribunal el nombre de algún funcionario con el que presuntamente salvar su acusación sin pruebas de que existe un supuesto informe policial en el que se vincula a ETA con el 11-M, que habría sido ocultado al juez instructor, Juan del Olmo.

Dichos policías dijeron a Díaz de Mera que en las conversaciones que mantuvieron con él jamás habían afirmado que el contenido del informe avalara la participación de ETA en el 11-M. El eurodiputado del PP llamó por teléfono, antes de regresar a Bruselas, a varios altos cargos policiales para confiarles que se encontraba en una situación difícil a raíz de haberse negado a revelar el nombre de su presunta fuente durante su declaración de ese día. También les transmitió el malestar del presidente del PP, Mariano Rajoy, por lo sucedido.

El ex director general pedía ayuda para ver si podía dar el nombre de algunos de sus interlocutores a fin de salir de la encrucijada. Los antiguos altos cargos, con quienes Díaz de Mera había intercambiado puntos de vista antes de acudir a declarar en el juicio del 11-M, le replicaron que ellos nunca le habían proporcionado una información sobre el presunto documento en el sentido que él había puesto de relieve ante los medios de comunicación afines al PP el pasado mes de septiembre.

En efecto, el sábado 9 de septiembre de 2006, Díaz de Mera declaró a la cadena Cope que existía un informe en el que se hablaba de conexiones entre ETA y los islamistas en relación con el 11-M. El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, preguntado sobre el asunto, señaló que dicho informe no existía.

El montaje que abanderó Díaz de Mera comenzó, según las fuentes consultadas, en diciembre de 2005. En aquel momento, la Unidad Central de Inteligencia (UCI), a cargo del comisario Domingo Pérez Castaño, elaboraba un informe sobre las relaciones entre ETA e islamistas. Dos funcionarios -un hombre y una mujer- eran los encargados de redactar el documento. Mientras se trabajaba en el mismo, Pérez Castaño fue relevado de la UCI por el comisario general de Información, Telesforo Rubio. A partir de esas fechas, mientras los oficiales trabajaban en el informe, Pérez Castaño, según fuentes policiales, comenzó a difundir rumores sobre un cambio de orientación o enfoque en el informe original.

Estos rumores llegaron a Díaz de Mera, quien entendió que podían ser favorables para el PP. El informe final fue enviado al juez Juan del Olmo en febrero de 2006 y en él se relataban los contactos entre presos etarras e islamistas, sin hallar ninguna vinculación entre ETA y los autores del 11-M que permitiera sostener la participación de la banda terrorista.

Díaz de Mera denunció los hechos en los medios de comunicación afines al PP en septiembre de 2006 y siguió investigando más sobre el citado informe a través de contactos con policías que habían trabajado bajo su mando. Sin pruebas, afirmó que, si el único informe en poder del juez era aquel en el que sólo se hablaba de relaciones en la cárcel, ello quería decir que había habido una manipulación, que en ese caso el original había sido triturado. En sus conversaciones telefónicas del miércoles pasado y ayer, jueves, por la mañana, ya desde Bruselas, Díaz de Mera se mostró desconcertado por la nueva situación. Un colaborador del eurodiputado, con el que contactó ayer este periódico, aseguró que Díaz de Mera no iba a contestar a ningún medio.

Ninguno de los policías con los que ha contactado EL PAÍS ha admitido haber hablado con él en el pasado de un presunto informe desaparecido ni están dispuestos a que se use su nombre para sostener la vinculación de ETA con el 11-M. En todo caso, los autores del informe podrían dar testimonio en el juicio para aclarar la cuestión.

A Mariano Rajoy la negativa del eurodiputado a facilitar información al tribunal del 11-M no le ha gustado. Ayer declaró: "Todos los ciudadanos deben colaborar con la justicia, atender los requerimientos y acatar las resoluciones de los jueces, porque esas son las reglas de la democracia" . Rajoy expresó su respeto a la decisión del tribunal que acusa a Díaz de Mera de desobediencia. Sobre la intención del ex director de la Policía de mantener en secreto su fuente, reiteró que debe "atender a los requerimientos del tribunal y colaborar con la justicia".

El PSOE exigió ayer que el eurodiputado del PP deje su escaño. La portavoz adjunta de los eurodiputados españoles y responsable de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, señaló: "Un eurodiputado no puede mentir, no puede obstruir la labor de la justicia". Valenciano se mostró segura de que Díaz de Mera no puede entregar ese informe "porque ningún funcionario escribió que hubiera conexión entre ETA y el 11-M". El portavoz de Grupo Socialista, Diego López Garrido, añadió: "Es una acusación delirante, inscrita en la patología de la mentira del PP".

El portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja, calificó ayer a los eurodiputados socialistas de "buitres carroñeros" por aprovecharse de la "difícil posición" actual de Díaz de Mera y pedirle que renuncie a su acta de parlamentario europeo, informa Europa Press.

El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, pidió responsabilidades al PP por "elaborar y defender una teoría de la conspiración que hoy se cae como un castillo de naipes". El diputado de ERC Joan Puig, miembro de la comisión parlamentaria que investigó el 11-M, declaró: "Díaz de Mera ha enredado a conciencia con fabulaciones que ya no interesan ni a los lectores de un periódico ni a los oyentes de una radio, empeñados en no asumir que el PP engañó a la ciudadanía entre el 11 y el 14 de marzo de 2004".www.elpais.es 30.03.07

Un bulo en tres actos

El ex director general de la Policía empezó en julio de 2004 a construir una teoría de la sospecha sin pruebas que le ha llevado a cometer un delito de desobediencia ante el tribunal del 11-M

El 4 de abril de 2004, el ministro del Interior en funciones, Ángel Acebes, se confesó: "El núcleo central del 11-M está detenido o ha muerto en el suicidio colectivo". Su rotunda afirmación tenía una base sólida. Un día antes, en un piso de Leganés, siete islamistas se habían suicidado con parte del explosivo que habían robado en Asturias y con el que habían matado a 191 personas en los trenes que cubrían el recorrido entre Alcalá de Henares y Madrid en la mañana del 11 de marzo.

Agustín Díaz de Mera, entonces director general de la Policía en funciones, acudió a los alrededores del piso de Leganés la tarde del 3 de abril acompañado de los cargos de su confianza para seguir de cerca la operación policial que acabó con el suicidio de los terroristas.

En aquel momento, Díaz de Mera y su jefe, Acebes, despejaron las principales incógnitas que tenían respecto a los autores del atentado del 11-M. Y sostuvieron en público que los islamistas habían perpetrado la matanza de los trenes.

Tres años después, Díaz de Mera tiene pendiente un proceso judicial en el Tribunal Supremo que le podría condenar a un año de prisión por mantener ante un tribunal la teoría conspirativa de una supuesta colaboración de ETA y los terroristas islamistas. Lo hizo basándose en la confidencia de un policía anónimo que le habló de un informe que nunca ha visto y del que ignora su contenido. Cuando el presidente del Tribunal que juzga el 11-M le pidió que dijera o escribiera el nombre de su confidente policial, Díaz de Mera desobedeció y se negó a colaborar con la justicia. Era más importante preservar su fuente que aportar una información que el propio Díaz de Mera considera tan relevante como para dudar de todas las investigaciones policiales y judiciales que han llevado al banquillo de los acusados a 29 personas para las que se piden miles de años de cárcel.

Desde aquel 3 de abril de 2004 hasta ahora, el ex director general de la Policía ha alimentado el bulo de la conspiración con desigual intensidad. Lo que sigue es la historia de esa confabulación en tres actos.www.elpais.es 30.03.07

COMISIÓN PARLAMENTARIA. "No tengo ninguna prueba"

El 22 de julio de 2004 compareció Díaz de Mera ante la comisión de investigación del 11-M creada en el Congreso. Para entonces, la teoría de la conspiración había empezado a echar raíces con la ayuda del PP. Un informe solicitado el 13 de marzo por el secretario de Estado de Seguridd, Ignacio Astarloa, sobre relaciones entre islamistas y etarras en las cárceles (apenas seis contactos) había sido aireado para empezar alimentar el bulo.

Díaz de Mera dio explicaciones de su gestión y empezó a colocar algunas frases cargadas de sospechas sin pruebas respecto a vinculaciones entre ETA y los islasmistas. Sobre aquellas sospechas le interrogó Gaspar Llamazares, coordinador general de IU:

Llamazares: A lo largo del tiempo que usted estuvo en la investigación del caso del 11-M dígame una sola prueba que apunte a la organización terrorista ETA o a una alianza entre islamistas radicales y ETA. Sólo le pido eso, una prueba.

Díaz de Mera: Ya me gustaría a mí tenerla. No la tengo, señoría.

Llamazares: ¿Tiene algún indicio?

Díaz de Mera: Indicios, un montón. Acabo de referirme a todos esos.

Llamazares: Son antecedentes, no son indicios.

Díaz de Mera: No, perdone, señorías. Eso también son indicios y no me niego a que lo sean, algunos están...

Llamazares: Indicios o pruebas materiales o testificales a lo largo de los días 11, 12 y 13, ¿tiene usted alguno que apunte a la organización terrorista ETA o a esa alianza ETA islamistas radicales?

Díaz de Mera: Que no, señoría, que las cosas no son así de sencillas, que no se puede traducir una cuestión tan compleja a un sí o a un no. Estoy tratando de darle, no la razón, algunas razones que me hacen pensar lo que digo.

Dos años después, Díaz de Mera creyó encontrar algunas razones de su teoría de la conspiración, y las intentó airear en la cadena Cope.www.elpais.es 30.03.07

ENTREVISTA RADIOFÓNICA. "Quiero hablar del informe"

Díaz de Mera acudió el 14 de septiembre de 2006 a la cadena Cope con la intención de lanzar duras acusaciones contra el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al que acusó de ocultar pruebas de la supuesta implicación de ETA en el 11-M. Lo hizo durante una entrevista en la que se mostró intranquilo porque no le preguntaban por lo que quería publicitar:

Díaz de Mera: "Quiero hablar ahora, don Federico [Jiménez Losantos] si me lo permites, sobre el informe que yo he denunciado". Y a partir de ahí empezó a lanzar durísimas acusaciones contra el Gobierno socialista para sostener la teoría de la conspiración que apunta a la participación de ETA en los atentados del 11-M.

"Me refiero a un informe real y cierto, encargado por el comisario general de Información y elaborado por la Unidad Central de Inteligencia que ha sido ocultado al juez Del Olmo. Es un informe que contiene indicios y pruebas de esas conexiones, de las conexiones de ETA en un número muy significativo e importante. Este informe tiene un autor y una autora. Lo más razonable, en términos de conclusión, es que los contenidos de ese informe no eran los esperados, no eran los deseados. Las personas a las que se encargó esto decidieron hacer éticamente un informe real y no aceptaron, sin ninguna duda, la orientación previa, la posible resultante final. Por eso ha desaparecido ese informe. Pero este informe no se ha escrito a boli, este informe está seguramente en algún ordenador...".

Ese informe al que aludía Díaz de Mera llegó en febrero de 2006 al juez Del Olmo, firmado, como sostenía el ex director general de la Policía, por un hombre y una mujer. Hablaba sobre las supuestas conexiones entre etarras e islamistas para concluir rechazando cualquier vinculación entre ETA y el 11-M.

En aquel programa de radio, Díaz de Mera, siguió acusando sin pruebas con supuestos testimonios de policías anónimos: "A propósito del periódico EL PAÍS tengo que darles una primicia. Creo que les interesará saber que ayer recibí dos llamadas, una muy larga y otra muy corta, de los mencionados como cúpula policial del PP. Una de ellas fue prolija: 'Bueno, a ver si se para esto ya, esto no hay quien lo soporte, aquí hay una guerra entre unos y otros y nosotros estamos en medio'. La segunda llamada es la que tiene mayor significado. Casi literalmente dijo lo siguiente: 'Nos están presionando desde EL PAÍS para que sostengamos la tesis islamista".

Los dirigentes de la cúpula policial del PP a los que se refería Díaz de Mera, hablaron publicamente en la comisión parlamentaria que investigó el 11-M y todos sostuvieron "la tesis islamista" al hablar de los autores del atentado de los trenes.

EL TESTIMONIO JUDICIAL. La ocultación de una fuente

Medio año después de su acusación sin pruebas, Díaz de Mera compareció ante el tribunal que juzga el 11-M y el abogado que representa a una asociación de víctimas defensora de la teoría de la conspiración quiso saber más de aquel informe que el ex director de la Policía aireó en la cadena Cope y preguntó por el nombre del agente.Díaz de Mera se negó a colaborar para aportar luz a la investigación del atentado más grave en la historia de España. Deberá pagar 1.000 euros y enfrentarse a un proceso judicial en el Tribunal Supremo, si el parlamento europeo aprueba el suplicatorio, por desobediencia al Tribunal del 11-M. www.elpais.es 30.03.07

EL TRIBUNAL DEL 11-M MULTA A DÍAZ DE MERA, DIRECTOR DE LA POLICÍA CON AZNAR,  E INSTA UN PROCESO CONTRA ÉL POR DESOBEDIENCIA 

El tribunal del 11-M multó ayer con 1.000 euros e instó un proceso penal por desobediencia grave contra el ex director general de la Policía del PP Agustín Díaz de Mera. La decisión de los magistrados se produjo durante la declaración como testigo de Díaz de Mera, que se negó a revelar la identidad de un policía que supuestamente le habría informado de la existencia de un informe -que reconoció que nunca ha visto- sobre las presuntas relaciones entre miembros de ETA e islamistas. El tribunal le informó de que la ley le obligaba a identificar al policía e incluso le ofreció hacerlo reservadamente para proteger su identidad. El presidente llegó a rogarle que no le obligara a imputarlo, pero la negativa fue tan tajante que no hubo vuelta atrás. 

La resolución del tribunal supone remitir un relato de lo ocurrido al órgano competente para juzgar por desobediencia grave a Díaz de Mera, que al ser eurodiputado es el Tribunal Supremo. El alto tribunal, antes de proceder contra el europarlamentario, deberá obtener la autorización de la Eurocámara, en Estrasburgo, por medio de un suplicatorio. 

El que fuera director general de la Policía con el último Gobierno del PP fue interrogado en primer lugar por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, que incidió en las líneas de investigación que se siguieron tras los atentados. Díaz de Mera narró cómo en un primer momento le informaron de que lo que había explotado en los trenes era Titadyn con cordón detonante y luego rectificaron señalando que lo que había estallado era dinamita, no Titadyn. 

El testigo indicó que las precisiones que ahora son tan importantes no le preocuparon aquellos días porque sus prioridades eran otras, como identificar cadáveres, el miedo a nuevos atentados, las manifestaciones masivas de esos días y las elecciones generales que se iban a celebrar 48 horas después. "No me planteé la enorme trascendencia de la diferencia entre que estallara Titadyn y Goma 2 Eco o sin Eco". 

Incluso, a preguntas del fiscal, Díaz de Mera admitió que en las investigaciones de la policía los días 11 y 12 de marzo, al margen del inicial fiasco del Titadyn, no había ningún dato objetivo que apuntara a ETA. El ex director general ofreció como dato nuevo que la policía utilizó el inhibidor de su coche para bloquear algunas llamadas de los islamistas durante la tarde del 3 de abril en el piso de Leganés donde se suicidaron. Sin embargo, los agentes se percataron de que también interfería las comunicaciones de la policía, y al cabo de 15 minutos el inhibidor fue retirado. 

Mientras respondió a preguntas del fiscal, mantuvo el respeto a la institución, pero en la primera pregunta del letrado de la Asociación de Ayuda al 11-M, José María de Pablo, decidió hacer política. De Pablo le preguntó por un supuesto informe, encargado por el ex comisario general de Información Telesforo Rubio sobre relaciones entre los grupos islamistas y ETA, y que habría sido ocultado al ser contrario a la versión oficial. De Mera afirmó que ni había visto el informe, ni conocía a los autores, ni su contenido: sólo la generalidad. 

Preguntado sobre la persona que le había informado de esos extremos, el europarlamentario se negó a revelar su identidad por tratarse de un policía que podría ser represaliado. El tribunal le dijo que la ley le exigía desvelar la identidad de la fuente. Como éste se negara, el presidente le advirtió de que estaba obligado a multarle y luego a proceder contra él por desobediencia grave a la autoridad. Luego, hizo un receso para que el testigo reflexionase. Tras la reanudación, el diálogo fue el siguiente: 

Bermúdez. Se niega a proporcionar el dato, ha dicho, ¿no? Se le impone, entonces, una multa de 1.000 euros 

Díaz de Mera. Señor, que es una situación muy complicada, porque me siento profundamente identificado con el Cuerpo Nacional de Policía de por vida. La fuente es una fuente policial, acreditada y honesta, y no puedo (...) revelar esa fuente. Así es que, comprendo que es una situación complicada, pero aceptaré cualquier decisión que adopte este tribunal. 

B. (...) Lo que no puede usted hacer es, por una parte afirmar que la fuente es honesta y fiable, y por otra negarse a darnos la fuente, porque entonces sí que coloca en una situación insostenible el proceso. Yo le ruego que medite. Si hace falta interrumpimos otros diez minutos, otros quince minutos, o lo que haga falta, para que usted medite tranquilamente, consulte con sus seres queridos, con quien usted quiera consultar. Pero tenga en cuenta que la consecuencia de su negativa no es sólo que el tribunal deduzca testimonio para que el órgano que corresponda, porque siendo usted parlamentario europeo es aforado, se investigue, se instruya, en su caso, por un delito de desobediencia grave a la autoridad contra usted (...). El problema es la situación en que coloca este proceso. Este proceso, que es un proceso de por sí complicado. Yo le vuelvo a rogar, dándole las garantías. Mire que le estoy rogando. 

D. No, señor. 

B. Medite si merece la pena, con las garantías que le está dando el tribunal de estudiar minuciosamente las máximas garantías para la fuente. Si es esa fuente luego resulta de utilidad en algunos efectos, y es o no citada. Porque son cosas distintas que el tribunal conozca la fuente a que luego sea molestada, que sea citada o no sea citada, ya que esa es una decisión que dependerá de las hipótesis del futuro. Pero medite usted, mucho más allá de su postura ética, las consecuencias para los ciudadanos y sobre todo para las partes. Y cuando digo partes me refiero a los afectados por esta causa. 

D. Señor, aprecio mucho más de lo que pueda pensar el tribunal las explicaciones que usted acaba de dar. Pero estoy absolutamente persuadido de que la fuente nos está escuchando y de que esto lo están escuchando más policías. Si ellos quieren dar el paso adelante, serán ellos los que lo den. Pero yo, si tengo que optar y tengo que decidir, prefiero que las responsabilidades caigan sobre mí a que caigan sobre la fuente de esta información. 

B. ¿No quiere usted consultar con la fuente? 

D. Ni siquiera sé si la fuente tienen el teléfono intervenido. 

B. Las opciones que deja al tribunal son nulas. El tribunal deducirá testimonio para que se investigue o pida que se instruya un procedimiento por desobediencia grave (...). El señor letrado de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M tiene la palabra. Si necesita un tiempo para poder reanudar el interrogatorio, se lo damos. (www.elpais.com, 29/03/07)

Rajoy insta a Díaz de Mera a que responda ante el juez por el bulo sobre el 11-M que defendió ayer sin pruebas

El líder del PP, Mariano Rajoy, ha instado hoy a Agustín Díaz de Mera, director general de la Policía cuando se produjeron los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, a que atienda a los "requerimientos judiciales" y "colabore" con el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga el ataque. Ayer, Díaz de Mera acusó al Gobierno sin pruebas de ocultar un supuesto informe que vinculaba a la organización terrorista ETA con el ataque. El ex mando policial aseguró que un agente se lo había contado, pero cuando el juez le pidió que revelara quién, el ahora eurodiputado del Partido Popular se negó aduciendo que su supuesto confidente podría sufrir represalias. El tribunal le sancionó con una multa de 1.000 euros y remitió su testimonio al Tribunal Supremo para que instruya una causa contra él por un delito de desobediencia grave.

Díaz de Mera fue director general de la Policía con el último Gobierno del PP, y mano derecha del ex ministro de Interior y ahora secretario general de este partido, Ángel Acebes, en el momento del atentado. El ex mando policial admitió a preguntas de la Fiscalía que en las investigaciones policiales del 11 y 12 de marzo no había apenas ningún dato objetivo que apuntara a ETA. Pero a continuación el abogado de la Asociación de Ayuda al 11-M le cuestionó sobre las supuestas relaciones entre los grupos islamistas y ETA.

Firmado por un hombre y una mujer

Fue entonces cuando el ex responsable policial mencionó el informe, diciendo que no conocía a sus autores ni su contenido, sólo la música general. Preguntado sobre quién se la había hecho llegar, el ahora eurodiputado del PP se negó a revelar su identidad por tratarse de un policía que en su opinión podría ser represaliado. El tribunal le dijo que la ley le exigía desvelar la identidad de la fuente. Como éste se negara, el presidente le advirtió de que estaba obligado a multarle y luego a proceder contra él por desobediencia grave a la autoridad.Díaz de Mera lleva casi dos años extendiendo sin pruebas que el Gobierno ha ocultado un informe que vincula a ETA con el 11-M; sostiene su acusación en informaciones que dice haber recibido de la Comisaría General de Información, y habla de un supuesto informe firmado por un hombre y una mujer. Sin embargo, el único documento existente con estas características fue remitido al juez instructor del caso y concluía precisamente todo lo contrario: que no existe esa supuesta relación.

"El dilema"

Rajoy ha dicho que entiende "el dilema" del ex director de la Policía, pero entiende, que, "como cualquier ciudadano, debería atender los requerimientos judiciales" y "colaborar con la justicia". La reacción de Rajoy no ha sido pareja a la de otros miembros de su partido. Por un lado, el secretario general, Ángel Acebes, ha dicho que desea que acaben compareciendo e informando ante el tribunal que juzga los atentados del 11-M "todos aquellos que puedan aportar algo" respecto al supuesto informe, es decir, que salga a la luz la identidad de la supuesta fuente, pero no que la revele Díaz de Mera.

Por otro lado, el portavoz del PP en el Senado, Pío García Escudero, también se ha mostrado extrañado ante la reacción de Díaz de Mera: "Conozco bien a Agustín, un hombre profundamente honrado, con unos principios muy hondos. Me extrañó su reacción y debe tener unos motivos muy importantes para actuar de esa manera, no sé cuáles, pero deben de ser muy poderosos para que a sabiendas de lo que se expone reaccionara de esa forma". "No sé sus motivos, no sé si hay legislación que permite que determinados miembros del Gobierno están protegidos para guardar ese secreto", ha añadido en declaraciones a TVE.

"Honradez y credibilidad"

Diferente ha sido la reacción del portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso, Vicente Martínez Pujalte, que defendió hoy la "honradez y credibilidad" de Díaz de Mera y justificó que no haya revelado al juez el nombre del policía autor de un supuesto informe sobre la relación de ETA con el 11-M para protegerle ante la "caza de brujas" en el Ministerio del Interior.

Finalmente, el Sindicato Unificado de Policía (SUP), el mayoritario dentro del cuerpo, ha indicado en un comunicado que Díaz de Mera no mintió ayer ante el tribunal del 11-M, pero "la persona o personas que en su día le informaron de un supuesto informe que relaciona a ETA con el 11-M no le dijeron la verdad". En cualquier caso, subraya el SUP que "Díaz de Mera sigue siendo considerado como el mejor director general que hemos tenido los policías", destacando su "honradez como persona y como gestor político".

El PSOE insta a Díaz de Mera a dimitir como eurodiputado

La portavoz adjunta del PSOE en el Parlamento Europeo, Elena Valenciano, ha instado hoy a Díaz de Mera a renunciar a su escaño como eurodiputado por haber ?mentido? y ?obstruido? a la justicia. ?Pedimos por el buen nombre de esta Cámara que el señor Díaz de Mera piense seriamente en abandonar su acta de eurodiputado?, ha declarado hoy a los periodistas, porque, en su opinión, ?con su actitud ayer ante el tribunal está incumpliendo claramente el mandato por el que estamos obligados los diputados en el Parlamento Europeo?.www.elpais.es 29.03.07

 

Todas las unidades antiterroristas niegan al juez por escrito que haya vínculos entre ETA y el 11-M

El eurodiputado del PP Agustín Díaz de Mera, director general de la policía cuando ocurrió el 11-M y hombre de confianza de Ángel Acebes, apuntó ayer, sin pruebas, que existe un informe elaborado por un hombre y una mujer que implica a ETA en la matanza y que oculta Interior.

Todas las unidades de la Comisaría General de Información han negado por escrito que en sus archivos exista un informe "oculto" que establezca supuestos vínculos entre el 11-M y ETA. Los escritos fueron elaborados después de que la semana pasada Telesforo Rubio, ya ex jefe de esa comisaría, les preguntase sobre la existencia del citado informe. Los escritos han sido enviados a la fiscal de la Audiencia Nacional Olga Sánchez y al juez Juan del Olmo, encargados de las pesquisas de la matanza de Madrid, junto con referencias de los dosieres elaborados para investigar si hubo vínculos entre ETA y el 11-M. Todos esos informes lo descartan.

Las fuentes consultadas sugieren que quizás Díaz de Mera se refiera a un informe concluido el 15 de diciembre de 2005 por, entre otros, Domingo Pérez Castaño, jefe de la Unidad Central de Inteligencia (UCI). El documento, de casi 400 páginas, fue enviado al juez Juan del Olmo el 15 de febrero de este año y también descarta vínculos entre el 11-M y ETA, según fuentes que conocen o tienen en su poder dicho informe.

Los responsables de las distintas unidades de la Comisaría General de Información han pasado gran parte de la última semana buscando el supuesto informe. Rebuscaron en los archivos, preguntaron a sus subordinados y, cuando vieron que nadie lo encontraba, contestaron a Rubio. Los escritos dicen que todos los informes sobre presuntos vínculos entre ETA y el terrorismo islamista, que no el 11-M, han sido enviados al juez y que se dispone de los oficios de remisión a la Audiencia Nacional. Las unidades que han sido más prolijas han sido la Secretaría General de la Comisaría, que entre sus funciones tiene la de archivo de informes, y la UCI. Ambas han precisado qué informes se mandaron, cuándo y su contenido. Entre ellos están los titulados "Informe sobre posibles conexiones entre ETA y la trama de Asturias de los explosivos utilizados en los atentados del 11-M" e "Informe sobre conexiones entre los proveedores de los explosivos utilizados por ETA (comando Egoitz eta Hodei) y la trama del explosivo de Asturias empleado en el 11-M".

El último informe sobre supuestos vínculos de ETA enviado al juez es el elaborado por la UCI con el título "Hipotéticos vínculos entre ETA e islamistas", encargado el año pasado por Telesforo Rubio a Domingo Pérez Castaño. Éste concluyó el trabajo el 15 de diciembre de 2005. Poco después, Pérez Castaño fue relevado del cargo, sin que conociera si fue o no remitido al juez. El documento, junto a otros sobre relaciones históricas entre la banda vasca y organizaciones árabes, fue remitido al juez el pasado 15 de febrero, es decir, casi tres meses antes de que Del Olmo elaborase su auto de procesamiento, en el que descarta cualquier implicación de ETA en los atentados de Madrid, y cinco meses antes del auto de conclusión del sumario, de fecha 5 de julio de 2006, en el que concluye lo mismo.

Se trata de 50 páginas de informe y otras más de 300 páginas de anexos, que incluyen investigaciones al respecto de la policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza. Las fuentes consultadas aseguran que este documento es al que se refirió ayer Díaz de Mera en la Cope, sobre el que dijo que el Gobierno lo está ocultando "para favorecer la negociación con ETA". Dicho informe ha sido elaborado por un hombre y una mujer, como dijo ayer Díaz de Mera, ambos inspectores jefes y recoge todo lo ya conocido de relaciones en prisión entre presos, sobre supuestos vínculos entre ETA y el GIA o unión de ETA y la trama de Asturias para lograr explosivos.

El documento descarta que los asturianos hayan facilitado explosivos a ETA. Asegura que "no existen datos objetivos que vinculen a ETA y el GIA", más allá de su encuentro obligado en las cárceles. Detalla que, aún así, es "inverosímil" que los presos de ETA o islamistas hayan colaborado en planes conjuntos de atentado. El informe también, entre otros, se refiere al preso del GIA Ismail Bensmail, quien tenía en un papel el teléfono de Henri Parot. Y dice que ambos hicieron amistad porque son "de ascendencia argelina". Estos detalles obran en el sumario y en la Comisión de Investigación del 11-M.

Mientras, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, calificó ayer de "absolutamente falsas" las afirmaciones de Díaz de Mera sobre la existencia del informe oculto que relaciona a ETA con los atentados del 11-M. Díaz de Mera ha sugerido que el atentado pudo ser "por encargo". www.elpais.es  15.09.06

" No tengo pruebas de la alianza entre islamistas radicales y ETA "

El 22 de julio de 2004, el director general de la policía, Agustín Díaz de Mera (PP), negó ante la Comisión de Investigación del Congreso, que tuviera pista alguna sobre la participación de ETA en el 11-M. "Ya me gustaría a mí tenerla. No la tengo", contestó al líder de IU, Gaspar Llamazares. Lo hizo después de asegurar: "Lo que tengo absolutamente claro es que hubo un grupo de integristas marroquíes que se suicidaron en Leganés y que pretendían morir matando. Tengo claro que hay 14 o 15 detenidos, implicados como autores materiales en esos hechos, y no hay ninguno que sea etarra". Lo único que tenía entonces para vincular el 11-M con ETA eran "informaciones procedentes de grupos de periodistas, que tienen acreditada su capacidad como investigadores, que ponen encima de la mesa unas alternativas que antes no existían".El ex director aseguró que el 11-M estuvo "toda la noche en el Ifema", donde esos grupos de periodistas dicen que se manipuló la única mochila bomba desactivada. Reconoció, que "la línea de investigación referida al integrismo islámico no sólo cobró fuerza objetiva el día 13, después de las detenciones, sino sobre todo después de visionar y de analizar la cinta reivindicativa de los terroristas". Lo dijo tras achacar el atentado a la "Yihad islámica", cuya "evolución siniestra ha ganado fuerza tras los atentados de Madrid". Admitió que, "naturalmente", respaldó la decisión de que el GEO asaltara el piso de Leganés. "Cuando atacamos el piso sabíamos que se iban a suicidar y lo sabía el GEO", ya que "tuvimos la oportunidad de escuchar y de interceptar sus comunicaciones".

LA CÚPULA POLICIAL DE ACEBES DESMIENTE LA TEORÍA DEL PP SOBRE LA CONSPIRACIÓN DEL 11-M 

Algunos de los principales mandos de la cúpula policial profesional que estaba a las órdenes de Ángel Acebes y que investigó el 11-M desde el mismo momento en que se produjo la matanza ha negado "cualquier tipo de vinculación de ETA en los atentados", así como que "exista una conspiración política o policial ni para tirar a un Gobierno ni para ocultar nada".

Los antiguos comisarios consultados aseguran que desde que comenzaron a recoger los primeros indicios en los escenarios de la matanza "empezó a quedar claro que ETA no había participado en los atentados". De hecho, el mismo día del ataque estaba desplegado por toda España un gran operativo de seguridad en los núcleos de transporte para prevenir un atentado de la banda terrorista vasca. Lo que sí admiten es que, en el transcurso de los primeros meses de pesquisas, se cometieron fallos de investigación debidos, alegan, a las "prisas para evitar un nuevo atentado". La intentona, de hecho, se produjo el 2 de abril de 2004. Ninguno vio hecho o dato alguno que permitiera ni siquiera sospechar sobre la existencia de una conspiración urdida por sus subordinados.

El subdirector Operativo de toda la etapa del PP, Pedro Díaz Pintado, así como los comisarios generales de esa época, Jesús de la Morena (Información), Santiago Cuadro (Seguridad Ciudadana) y Carlos Corrales (Policía Científica), los más directamente implicados en las pesquisas del 11-M, permanecieron en sus cargos incluso después de que Acebes abandonara el Ministerio, el 16 de abril de 2004. Hasta ese momento, informaron directamente a Acebes y al secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Astarloa, del avance de las pesquisas casi al minuto.

Tanto los mandos de la cúpula anterior como los de la policía actual sostienen, e incluso comprometen su palabra en ello, de que durante las investigaciones del 11-M no ha surgido ningún dato que permita vincular a ETA con los atentados ni mucho menos una conspiración. Los inspectores jefes, inspectores y subinspectores implicados en las pesquisas, nuevos y antiguos, lo niegan tajantemente: "Aquí no se ha manipulado prueba alguna", declaran. Eso sí, admiten, se produjeron "al menos una veintena de fallos en las investigaciones" que, reconocen, han permitido mantener al PP y sus medios afines una teoría conspirativa que califican, sin ambages, de elucubraciones sin base. Explican, además, que todas las informaciones que se facilitaron al ministro procedían de agentes profesionales, desde comisarios a agentes de la escala básica, y que no fueron ni manipuladas, ni alteradas ni retrasadas.

La tesis de ETA, según explican, sólo pudo mantenerse hasta que surgieron las primeras pruebas. Esta línea de investigación se sostuvo por parte de los profesionales entre las 12.00 y las 15.30. A mediodía, durante una reunión en Interior, todos los cuerpos coincidieron en que "por análisis" y "por los precedentes de atentados fallidos" podría tratarse de ETA. Pero a las 15.30 ya se conocían conversaciones privadas grabadas a Arnaldo Otegi y otros miembros del entorno de ETA, en las que se negaba cualquier participación etarra, y ya había comenzado el registro de la Renault Kangoo, donde se encontró una cinta coránica, detonadores y un resto de explosivo del tamaño de una de las antiguas monedas de 500 pesetas. Todo ello fue puesto en conocimiento de Acebes y Astarloa.

Lo que más indigna a todos los consultados es el intento de convertir el suicidio de los islamistas en Leganés, el 3 de abril de 2004, en una operación mafiosa para ocultar pruebas. La operación de ese día fue dirigida in situ por Agustín Díaz de Mera, entonces director general de la Policía y  eurodiputado del PP, que estuvo acompañado, entre otros, de De La Morena, Díaz Pintado, Santiago Cuadro, y el jefe de los GEO (entonces Rafael González Cachinero). Ninguno de ellos sigue en el cargo. Muchos recuerdan cómo Díaz de Mera era el más firme convencido de la teoría islamista y de que el comando que se mató en Leganés era el autor de la matanza. www.elpais.es 14.09.06

"Ha quedado clara la inexistencia de cualquier conexión o contacto"

El informe sobre Hipotéticos vínculos entre islamistas y ETA, ése que el PP dice que el Gobierno "oculta", establece "la inexistencia de cualquier conexión o contacto" entre el comando islamista que perpetró la masacre y ETA, así como entre esta banda y la trama asturiana. El informe, de 52 páginas y más de 300 de anexos con investigaciones de Guardia Civil, policía, Ertzaintza, Gendarmería francesa y jueces antiterroristas galos, fue entregado al juez Juan del Olmo el 15 de febrero de 2006. Lo elaboraron un hombre y una mujer de la Unidad Central de Inteligencia, como ha señalado el ex director general de la policía, Agustín Díaz de Mera. Pero no establece ni una conexión entre el 11-M y ETA. EL PAÍS ha accedido al informe. Éstas son sus conclusiones:

- Las caravanas de la muerte. Se trataba de determinar si los etarras detenidos a las 0.40 del 29 de febrero de 2004 en Cañaveras (Cuenca) cuando se dirigían con una furgoneta bomba a Madrid tuvieron alguna relación con los terroristas del 11-M que en la mañana del 29 de febrero partieron desde Tineo (Asturias) hacia Chinchón (Madrid). El informe señala: "Las investigaciones practicadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado (Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil), desarrolladas de forma exhaustiva y meticulosa, que llegaron a clarificar incluso las relaciones tanto personales como telefónicas de los terroristas de uno y otro grupo, han dejado clara la inexistencia de cualquier conexión o contacto, no sólo entre éstos, sino también entre sus responsables a diferentes niveles".

Los rastreos de los teléfonos de los etarras "no permiten determinar ningún tipo de contacto con los integristas autores de los atentados del 11-M". Sobre los islamistas, añade: "Al igual que en el caso anterior, los rastreos de las llamadas entrantes y salientes de los teléfonos móviles permiten descartar cualquier tipo de contacto entre estos terroristas y los miembros del comando etarra". También asegura: "En relación con posibles contactos entre los integrantes de uno y otro grupo, las investigaciones policiales y en sede judicial demuestran la ausencia de cualquier tipo de contacto, simultáneo o previo al traslado".

- Relaciones GIA y ETA. El informe es taxativo: "No existen datos objetivos que permitan vincular a ETA con el GIA [Grupo Islámico Armado]". El documento se elaboró para conocer si los encuentros en los patios de prisión, considerados "dentro de la normalidad", tuvieron fruto operativo.

Según los investigadores, es "inverosímil" que estos presos "participen en el diseño de planes operativos conjuntos", ya que "la participación de los presos de ETA en la línea estratégica de la banda no es verosímil". El informe repasa las conexiones ya conocidas entre presos, los cuales estaban en la cárcel el 11-M y allí siguen.

- Abdelkrim Bensmail. El informe se refiere a un papel que tenía en su poder con la dirección en prisión del etarra Henri Parot. La anotación fue entregada por el propio Bensmail al director de la cárcel, quien lo fotocopió y se lo devolvió y el preso se la comió. Éste era compañero de Allekema Lamari, uno de los siete islamistas que se suicidaron en Leganés y sigue preso desde 1997.

El informe explica que la intención de Bensmail "era mantener una relación epistolar con Parot", con quien había coincidido en la cárcel. Y subraya que ambos establecieron relaciones más estrechas "al ser ambos de ascendencia argelina".

- José Luis Urrusolo Sistiaga. El informe recoge la carta que el 12 de septiembre de 2001 le envió desde una cárcel francesa el preso turco Ismail Targú, condenado por narcotráfico. Targú dice que algún día podrá poner en marcha "la operación Sable-samurái". Y concluye: "Esperemos que una hipotética colaboración grupos islámicos-ETA no incluya el préstamo de un terrorista suicida".

El documento incluye una frase grabada a Urrusolo Sistiaga el 11-M: "¿Pero quién ha cometido esta salvajada de Madrid?". Se concluye que nunca se ha plasmado la citada colaboración de la que habla Targú y que resulta "increíble" que ambos intentaran fijarla por carta.

- Los explosivos de ETA. La policía repasa los explosivos utilizados por ETA en los últimos 10 años. Recuerda que el último atentado de ETA con Goma 2 fue el perpetrado con un libro bomba contra el magistrado José Antonio Jiménez Alfaro, en 1996. El informe saca varias conclusiones. "Durante su última etapa, y más concretamente desde la ruptura en noviembre de 1999 de la tregua trampa decretada por ETA", ésta "no ha utilizado en sus atentados dinamita que no fuera Titadine" robada en Francia. Además, "la secuencia de atentados perpetrados por ETA pone de manifiesto que ha ido supliendo la escasez de este tipo de explosivo en épocas puntuales, por otros de fabricación propia".

El informe añade que "dentro de la estructura orgánica, hermética y jerarquizada de ETA, las labores de adquisición de material explosivo está reservada a los responsables en Francia del aparato de logística" y que "nunca lo ha puesto en manos de delincuentes comunes".

- El robo de un coche en Avilés. Los etarras que atentaron con un coche bomba en Santander el 3 de diciembre de 2002 robaron el Renault 19 GTD cerca de la casa de José Emilio Suárez Trashorras en Avilés, el 2 de diciembre. Su dueña denunció la sustracción esa mañana. Uno de los etarras del comando Egoitz eta Hodei que participaron en el atentado, Jokin Etxevarria, estuvo preso en Villabona (Asturias) de 1998 a 2000, donde coincidió "durante tres meses con Rafá Zohuier, enlace entre el minero asturiano y los miembros del grupo integrista compradores del explosivo utilizado en el 11-M".

Dice el documento que ETA "nunca ha tenido la necesidad de contar con ningún tipo de colaboración para el robo de vehículos", ya que el que un etarra "solicitara colaboración para algo tan simple y habitual en su dinámica operativa, no haría sino disminuir su nivel de clandestinidad y aumentar su vulnerabilidad, y más en el caso de que, como ocurre con Suárez Trashorras, esa persona estuviera inmersa en el mundo de la delincuencia y fuera susceptible de control policial".

Por ello considera que "las posibles relaciones" entre el ex minero y el comando "se basan únicamente en una serie de circunstancias puntuales que más bien parecen debidas al mero azar, careciendo completamente de fundamento".

- ETA en Asturias. "La presencia de activistas etarras en Asturias no es un hecho aislado (...) Ya en el verano de 2001 los miembros del comando Buru Hauste, asentado en Madrid, buscaron alojamientos temporales en esa comunidad". Sobre el comando que robó el coche en Avilés, se dice: "Las investigaciones posteriores a la desarticulación del comando Egoitz eta Odei no arrojan dato alguno que permita ni tan siquiera sospechar que su cometido, movimiento o modus operando obedezca a otra especialidad que cualquier otro comando de ETA de funcionamiento itinerante". Así, "la presencia de los componentes de este comando en Asturias obedeció a razones de seguridad y no a la búsqueda de ningún tipo de contacto".www.elpais.es  16.09.06

Del 'caso Trashorras' a las pistas falsas sobre ETA  

El PP, pese al rechazo de alguno de sus dirigentes que prefieren mantener el anonimato por miedo a represalias, mantiene firme su política de oposición al PSOE tomando como base teorías conspirativas sobre el 11-M que implican a policías, guardias civiles, agentes de inteligencia de España, Marruecos y Francia y militantes socialistas. El atentado fue investigado y aclarado por la cúpula policial que dirigía el entonces ministro del Interior, Ángel Acebes. Pero el ex ministro, ahora, no se cree ese trabajo y alienta todo tipo de sospechas.

El miércoles, el PP vuelve a la carga en el Congreso con una moción en al que pide que se investiguen aspectos supuestamente dudosos en la investigación. El PP ha dado crédito en los dos últimos años a algunos de los principales acusados de la masacre. Y en los últimos días ha alimentado con sus denuncias la sexta versión conocida sobre el 11-M del ex minero José Emilio Suárez Trashorras, procesado por 191 asesinatos consumados y 1.755 en grado de tentativa. Una sentencia firme que condena al único menor implicado en los atentados, considera a Trashorras colaborador principal de los terroristas del 11-M en la consecución del explosivo.

El caso de Trashorras es especialmente significativo porque ha sido capaz de cambiar su versión de los hechos hasta en cuatro ocasiones frente al juez Juan del Olmo, pero también ha cambiado esa versión en cartas que escribió en la cárcel y en la entrevista publicada por el diario El Mundo. Trashorras pensaba, y así se lo dijo a sus padres, que el citado diario pagaba a mercenarios para que contaran cuentos. "Si El Mundo me paga y estoy fuera, les cuento hasta la Guerra Civil". Después de aquella conversación, eligió al periodista que más le gustaba en El Mundo, pidió a su madre que le consiguiera el teléfono, y reunió los recortes de los medios afines al PP que defendían la teoría conspirativa del 11-M.

En la entrevista soltaba todas las teorías conspirativas abonadas por Jaime Ignacio del Burgo (diputado nacional del PP) y los medios de comunicación afines al partido de Mariano Rajoy. El líder del PP rechazó, a preguntas de Iñaki Gabilondo en Cuatro, que su partido hubiese implicado a policías, guardias civiles o militantes socialistas en el 11-M. Del Burgo, su diputado encargado del 11-M, publicó estas cosas en Libertad Digital:

"Hay quien añade a la lista de beneficiarios [del 11-M] a los proscritos del felipismo por su implicación en la guerra sucia de los GAL y en el saqueo de los fondos reservados. No hay ninguna prueba de su implicación en la masacre, aunque estoy seguro de que no estuvieron muy lejos de la campaña de descalificación del Gobierno popular iniciada la misma tarde del 11-M, al menos como transmisores de noticias intoxicadoras procedentes de la deslealtad de algunos mandos policiales (...) Aquí ha habido fallos indudables. Se me echaron encima los comisionados de la mayoría gubernamental. También los sindicatos policiales. Manolón fue recibido como un héroe en Asturias después de llorar en la Comisión mientras pedía perdón a las víctimas. Si llego a saber lo que ahora sabemos, mi reflexión no hubiera sido de tristeza sino de indignación porque algunos tuvieron en su mano la posibilidad de evitar el atentado y no lo hicieron".

Del Burgo entrevistó al preso Rafá Zouhier, colaborador de los terroristas del 11-M, a los que puso en contacto con las personas que les facilitaron los explosivos. El diputado se mostró muy interesado por sus respuestas: "Si dice la verdad, resulta que la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, dirigida por un antiguo colaborador de Rafael Vera) tuvo en su mano la posibilidad de detener a los asturianos por la venta de dinamita y abortar el atentado".

El PP y sus medios afines no sólo han utilizado las declaraciones de procesados por el 11-M para dar aire a la teoría conspirativa, sino que ha intentado sostener la implicación de ETA en los atentados -descalificada por los hechos y que el Gobierno sostuvo y difundió por todo el mundo en las 48 horas posteriores a la masacre- con informaciones que se han demostrado falsas. La última corresponde al ex director general de la policía Agustín Díaz de Mera, mano derecha de Acebes, quien ha denunciado en la Cope que el Gobierno oculta un informe que implica a ETA en los atentados. De Mera no duda en declarar que ETA pudo encargar el 11-M.

El Gobierno de Aznar presumía en su última etapa de tener muy controlado al mundo etarra. Y así era. Hasta el punto que un micrófono de la Guardia Civil escuchaba todas las conversaciones de José Ignacio Esparza Luri, el jefe logístico de ETA. El 11 de marzo recogió la última, donde Esparza se sorprendía por el atentado de Madrid porque él, dueño de la llave de los explosivos de ETA, no había facilitado dinamita para la masacre. El Gobierno del PP conocía los pasos de la banda al detalle, pero ninguno conducía al 11-M.

Pero ahora, el PP insiste y, según sus medios afines, para acreditar que la denuncia de De Mera sobre la existencia de un informe es cierta, sugieren que ha sido destruido, con lo que nunca se podrá probar si la insinuación del ex director, que no ha ido al juez con su cuento, es verdadera o falsa. El informe al que se refiere De Mera, realizado por un hombre y una mujer, existe. Del Olmo lo tiene desde el 15 de febrero de 2006. No implica a ETA en los atentados, todo lo contrario. De Mera sabe que todos los informes sobre la inexistencia de vínculos entre el 11-M y ETA fueron entregados al juez en un disco de ordenador. Todos menos uno, remitido en papel ante la dificultad de digitalizar 400 folios procedentes de copias de fotocopias de investigaciones pasadas y actuales. Quienes le secundan tienen ese disco y, como les falta el que fue entregado en papel, dicen que se ha destruido. Los autores del informe existente y no oculto así lo aseguran a quién les pregunte.

Es la última intentona. Al comienzo de las investigaciones, el PP y sus medios se aferraron a la confesión de Zouhier para mantener que en la cárcel, Antonio Toro, cuñado de Trashorras, pasó a éste a través de un cristal una nota escrita con el teléfono de un etarra. Cuando el juez investigó ese episodio y practicó careos, los acusados lo negaron y dieron nombres y apellidos de la persona cuyo teléfono había escrito en aquel papel.

Aún hoy, los populares recuerdan que un colaborador de la policía en Badajoz contó unas horas después del 11-M que un mes antes había visto en la cafetería del aeropuerto de Francfort a Josu Ternera diciendo a su acompañante: "Se van a enterar los españoles de lo que somos capaces". Ningún dirigente policial, incluyendo los que nombró el PP, creyó esa información. Menos el PP. Hasta 11 informes policiales desmienten la implicación de ETA. El PP insiste. www.elpais.es 17.09.06

La cúpula policial del PP desmiente en un informe la versión de Trashorras sobre ETA  

Un informe del comisario Miguel Ángel Gamonal, que fue quien detuvo a José Emilio Suárez Trashorras, elaboró una minuta para su jefe, Jesús de la Morena, comisario general de Información, que desmiente que el ex minero vinculara a ETA con los atentados. Gamonal, que acudió a Asturias para seguir la pista de los detonadores hallados en la Renault Kangoo el 11-M, era el brazo derecho de De la Morena, un hombre de la máxima confianza de Jaime Mayor Oreja, Mariano Rajoy y Ángel Acebes como ministros del Interior. El ex minero le aseguró "rotundamente" a Gamonal "que el atentado de Madrid era cosa de los árabes y que podían ser éstos con los que él traficaba con hachís".

El informe de Gamonal fue enviado al juez Juan del Olmo el pasado mes de marzo ante una información del diario El Mundo. En ésta se decía que existía una nota oculta de los agentes que detuvieron a Trashorras en la que se recogía una confesión de éste de que era amigo de Irkus Badillo y Gorka Vidal, los etarras detenidos en Cañaveras (Cuenca) el día antes de que los explosivos del 11-M salieran de Asturias. "En atención a los extremos publicados por el diario El Mundo el día de la fecha, dirijo la presente a V.E. a fin de solicitar informen sobre la realidad, contenido y existencia sobre esa supuesta información", reclamó Del Olmo.

La nota citada no ha aparecido y las decenas de agentes, inspectores y comisarios consultados dicen no haberla visto ni haber oído hablar de ella. Gamonal, además de entregar su minuta, donde nada se dice de ETA, dejó por escrito al juez: "En ningún momento hizo mención a ninguna persona relacionada con ETA ni a que alguno de los 'moros de Madrid' conociera o guardara algún tipo de relación con militantes de esta banda".

El agente del CNI

En su reciente entrevista con El Mundo, Trashorras aseguró que le había contado a los policías que esa relación entre ETA y Ahmidan existía y que los agentes no le dieron crédito, porque le dijeron "que les interesaba implicar a los moros y dejar ETA aparte, alegando el momento político que se estaba viviendo en España". El más interesado, dijo, en "dejar a los etarras al margen era el agente del CNI". Pero Gamonal y el agente del CNI Santiago D. han negado en varias ocasiones ese extremo, por escrito. "A ellos les daba igual una cosa que otra y en ese momento teníamos la orden de encontrar a ETA por donde fuera", aseguran varios de los mandos de la investigación del 11-M de la etapa popular y de la socialista.

El documento de Gamonal describe sus dos viajes a Asturias para averiguar la procedencia de los detonadores hallados en la Kangoo. El comisario fue acompañado en el primero de ellos, iniciado el 16 de marzo, por el inspector José Antonio Parrilla, y en Asturias se reunieron con el agente del CNI Santiago D.

La decisión de que el CNI se uniera a esa pesquisa fue adoptada por el secretario de Estado de Seguridad de entonces, Ignacio Astarloa, durante una reunión celebrada el 15 de marzo. En ella el CNI relató que su agente tenía muchos contactos sobre el terreno, según asistentes a la reunión.

La pista de que los detonadores podrían proceder de las minas Caolines de Merilles, sitas a 20 kilómetros de Tineo (Asturias), fue facilitada por un alto cargo de Unión Española de Explosivos al jefe de los Tedax, Juan Jesús Sánchez Manzano. De la Morena, hombre muy respetado en el mundo policial y por las cúpulas del Ministerio del Interior actual y pasada, encargó el viaje a Gamonal.

Tras varias pesquisas se supo que entre el 20 de febrero y el 2 de marzo se habían realizado cuatro llamadas desde tres cabinas de Avilés al teléfono de tarjeta correspondiente a "una de las 100 del lote al que pertenecía la hallada en la bolsa desactivada", la famosa mochila de Vallecas, y que estaba "centrado en Morata", es decir, el repetidor telefónico junto a la casucha de Chinchón que fue la guarida de los terroristas.

Ese teléfono, a su vez, había estado en contacto con el 675.397.663, en teoría propiedad de María Consuelo Toro, recién casada con el ex minero, que trabajó en la antedicha mina. "Ante este dato, se cita a Emilio en la Comisaría de Avilés para tener una entrevista con él". El ex minero fue atraído al centro policial por su controlador, el agente de estupefacientes Manuel Rodríguez, Manolón. Gamonal llevó gran parte del interrogatorio, y Parrilla, algo menos, porque estaba viendo en una televisión sita en un despacho próximo el partido de la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el Real Zaragoza, según varios de los policías de la comisaría de Avilés.

Las Torres Gemelas

Trashorras le contó cómo, el 26 de febrero, al regresar de su viaje de novios, se reunió en Madrid con Ahmidan, al que él apodaba Mowgli. "Éste, cuando se dirigió a María para felicitarla por su matrimonio, discute con ésta, diciéndole Mowgli que lo de las Torres Gemelas estaba bien hecho, que ellos eran el ejército más poderoso de la tierra, y frases enalteciendo a Dios y maldiciendo a los países que tenían tropas en suelo musulmán". Como España, entre otros.

Según el escrito de Gamonal, Trashorras "asegura rotundamente que el atentado de Madrid era cosa de los árabes y que podrían ser éstos con los que él traficaba con hachís". A raíz de ese momento, la policía rastrea todas las llamadas efectuadas de los distintos teléfonos del ex minero. Fueron confirmadas dos llamadas efectuadas de Ahmidan a Trashorras, el 28 de febrero, desde Corredera y Pravia. Al día siguiente, Ahmidan llama otras cuatro veces al ex minero desde Lena, Grado, Avilés, Gijón y Burgos, a la que se suma otro telefonazo desde la casucha de Chinchón, el 1 de marzo. Todo es conocido por el juez Juan del Olmo.

"Qué me ofrecéis, porque esto es muy gordo"

Los agentes que entrevistaron a José Emilio Suárez Trashorras en Avilés estuvieron "trasteando" al ex minero durante varias horas para "intentar que colaborase". Pero, "como no se derrotaba", decidieron acusarle y formalizar la detención, según agentes que participaron en este punto particular de las investigaciones. El comisario Miguel Ángel Gamonal escribe en su informe sobre lo que ocurrió a partir de las cuatro de la tarde del 17 de marzo de 2004. "María Consuelo Toro Bravo miente defendiendo a su marido. Emilio no reconoce nada. En un momento determinado se junta el matrimonio, se sienta ella en las piernas de él y le dice: 'Cariño, diles todo lo que les tengas que decir pero déjame fuera de esto a mí'. Él se levanta y dice: 'Qué me ofrecéis, porque esto es muy gordo, hay muchos muertos, es un marrón muy gordo".

Es entonces cuando cuenta cómo ha conocido a Jamal Ahmidan a través de Rafá Zohuier y cómo se ha reunido en Madrid con ellos "y otros dos marroquíes para concertar entregas de hachís. Que en la madrugada del día 29 de febrero de 2004, le llamaron porque el Golf negro se les había averiado y les dejó el Toyota suyo para desplazarse a Madrid. Él defiende la posibilidad del robo de los detonadores y el explosivo en la mina Conchita por parte de los marroquíes, ya que éstos conocía su ubicación. Él mismo los había llevado a ella hacía unos cuatro meses, y cogieron detonadores que, según él, estaban tirados por allí, e incluso sabe que les explotó uno cuando lo conectaban a una pila de un teléfono móvil". Una vez detenido y trasladado a Madrid se niega a declarar, pero en el juzgado declara que "cuando contactó con el Mowgli observó el maletero del Golf cargado con bolsas de explosivos". Respecto a los encargados de mina Conchita, Gamonal no duda: "Mienten, al menos en cuanto a la adquisición de los detonadores". www.elpais.es 18.09.06

'The Guardian': "El ataque fue un golpe socialista, afirma un 'chorizo"

La prensa internacional, convencida por sus propias fuentes de la autoría islamista del 11-M, apenas le ha dedicado hasta ahora un par de líneas a las tesis conspirativas. Sin embargo, en los últimos días ha publicado algunos artículos, el más significativo de los cuales es el escrito por

Giles Tremlett, corresponsal en España del diario británico The Guardian, un periódico que es, curiosamente, uno de los socios europeos del diario El Mundo. El subtítulo de la información de Tremlett es significativo: "El ataque [del 11-M] fue un golpe socialista, afirma un chorizo (crook)", aunque esta palabra también puede traducirse como criminal, ladrón de poca monta o felón.

- 'The Guardian' (Reino Unido). Crónica de Giles Tremlett: "La prensa se enfrenta a causa de las acusaciones de 'conspiración' en los atentados con bomba de Madrid". Subtítulos: "El ataque fue un golpe socialista, afirma un chorizo". "El diario rival [El PAÍS] acusa al El Mundo de amarillismo".

"La discusión entre los diarios también refleja una campaña continuada del Partido Popular para arrojar dudas sobre la investigación policial de los atentados del 11-M. La campaña ha producido divisiones en el PP: mientras círculos próximos al ex presidente Aznar mantienen con brío la teoría conspiratoria, otras figuras relevantes se quejan del daño que esta campaña puede producir en las posibilidades de reelección del partido. Por su parte, el Gobierno del Sr. Zapatero, acusó al PP de no haber superado su error inicial en insistir que los ataques habían sido realizados por el grupo terrorista vasco".

- 'La Repubblica' (Italia). Crónica del corresponsal, Alessandro Oppes: "España. La derecha vuelve al ataque. Enfrentamiento en Madrid. 'Fue un complot contra Aznar".

"Dicha teoría nace de la curiosa alianza entre el diario El Mundo, siempre en busca de sensacionalismo, una emisora, la Cope, megáfono de los obispos, que con sus posturas cada vez más extremistas pone en apuros a la misma Conferencia Episcopal, y el PP, que aún busca una explicación para su derrota electoral de hace dos años y medio". Oppes hace referencia también a la conversación telefónica interceptada en la que Suárez Trashorras decía a sus padres: "Si

El Mundo paga, estoy dispuesto a contar hasta la Guerra Civil española".El diario La Repubblica está asociado a EL PAÍS y es el competidor más directo de Corriere della Sera, diario propiedad de un grupo editorial italiano que también es dueño de El Mundo. La prensa de todo el mundo, así como la totalidad de los servicios secretos internacionales, no dudan en la autoría islamista del 11-M, un atentado que incluyen en la lista de los atentados cometidos por Al Qaeda o células locales asociadas. En esa lista están los ataques contra EE UU (el 11 de septiembre de 2001), Bali (12 de noviembre de 2002), Casablanca (16 de mayo de 2003), Londres (7 de julio de 2005) y Bombay (11 de julio de 2006). www.elpais.es 18.09.06

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