

De Madrid y la “pista verdes”
En
La Razón leo la crónica de la recepción ofrecida por los Reyes con motivo
de la Fiesta Nacional o Día de la Hispanidad. Me fijo especialmente en este
párrafo: “Al finalizar los saludos, como todos los años, se formaron diversos
‘corrillos”. La candidata del PP a la Presidencia de Madrid, Esperanza Aguirre,
se dirigió al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, cuando éste departía
con la prensa y le dijo en voz alta: “Tú tenías que ser como Tony Blair”. Le
saludó afectuosamente y le apartó de los periodistas para poder charlar con él
en privado durante unos minutos”.
¡Oh, Esperanza,
qué maravilloso sería, marquesa consorte de Murillo, que Zapatero fuera, en
efecto, como Tony Blair! ¿A quién votaría la señora marquesa, tan liberal ella,
liberal de toda la vida: a José, marido de Ana Botella, o a Zapatero, esto es,
al Blair español? ¡Menudo compromiso, señora marquesa, elegir entre Cánovas y
Sagasta o, en términos actuales, elegir entre Aznar y su “amigo Blair”, porque
Zapatero, si emulara a Blair, también podría ser, por qué no, buen amigo de
Aznar, incluso íntimo amigo de Aznar, todos juntos, con el también amigo Bush en
las Azores, centinelas de Occidente, defensores de la Cristiandad. Además,
Blair nunca hubiera promovido candidato a presidir la Comunidad de Madrid a un
tipo tan vulgar como Rafael Simancas, al fin y a la postre, un “emigrante”,
según lo denomina textualmente en ABC el joven y fino novelista Juan
Manuel de Prada, al que tuve el altísimo honor de citar en mi artículo de la
semana pasada. Veo que sigue recurriendo a repugnantes incursiones escatológicas
a la hora de calificar a quienes, en la política, le desagradan o molestan a su
delicado concepto de la estética.
Éste es el
glorioso párrafo de tan insigne literato, publicado en el rotativo conservador
el día 13 de los corrientes: “Simancas parece empeñado en emplear la caricatura
más chocarrera como argumento suasorio. En una de sus deposiciones más fétidas
(sic) ha llegado a afirmar que a la marquesa la votan los skin heads y los
partidarios del tejerazo. Quizá así halague su bravuconería de hombre pequeñín;
pero, siguiendo su método caricaturesco, Esperanza Aguirre le podría haber
replicado que al emigrante lo votan las putas y los horteras”.
No le va a la
zaga, en orden a los insultos, otra de las firmas de ABC, asimismo
mencionada en mi anterior comentario por lo que pido disculpas a los amables y
sufridos lectores de El curioso impertinente. De nuevo aludo, por tanto,
al letrado Jorge Trías Sagnier, ex diputado del Partido Popular, que alardea
ahora siempre de católico a marcha martillo. Compara Trías Sagnier, a Simancas
con Sadam. El abogado titula su columna de la siguiente guisa: “Sadamcas”. El
texto contiene frases como las que transcribo: “El otro día escuchaba la radio
–la COPE, por supuesto, y a Federico Jiménez Losantos, faltaría más– y no daba
crédito a lo que oía: el candidato Simancas, con voz y estridencia parecidas a
las de Rodríguez Zapatero, soltó lo que llevaba dentro del corazón: ¡ésta va a
ser la madre de todas las elecciones! Y se quedó tan tranquilo con esa solemne
parida, nacido de aquello que su maestro Sadam Husein dijo de la Guerra del
Golfo: que iba a ser la madre de todas las batallas”.
Sadam Husein,
maestro de Simancas. No importa en absoluto cualquier disparate, cualquier
afirmación falsa. ¿Por qué, si no es con el objetivo de descalificar al
adversario al precio que sea, puede escribirse, y en un periódico
pretendidamente serio como es ABC, que Simancas en el fondo es discípulo, devoto
o seguidor del abominable dictador iraquí? Le acusa también de emplear un
“discurso catastrofista, belicoso, revanchista” que, según él, favorece a
Izquierda Unida. Lo que no le impide describir a Llamazares como “nuestro nuevo
y trasnochado Lenin”. ¿Llamazares, el nuevo Lenin? ¿Es un majadero Trías Sagnier
o, simplemente, vive instalado en un mundo completamente irreal? Su conclusión
es ésta: “Con este panorama, ¿qué puede hacer un ‘sadamcas’ contra Esperanza
Aguirre? Nada, absolutamente nada”.
Acabáramos.
La exquisita y bien educada marquesa consorte de Murillo dispone de un grupo de
hooligans mediáticos, dispuestos a salir de montería persiguiendo con
singular saña a socialistas y, como repiten ellos, a comunistas o rojos.
Otro ejemplo es el de José María Marco, historiador y colaborador de El Mundo.
El mismo día 13 rumiaba en el periódico de Pedro J. Ramírez sobre “lo que se
vota en Madrid”. Invoca el historiador, en plena coincidencia con la doctrina
oficial al uso, la unidad de la Madre Patria. Advierte que “la gente”, a pesar
de estar satisfecha probablemente con ciertos logros autonómicos, “también ha
empezado a percibir un horizonte inquietante de inseguridades y dificultades,
debido a la inestabilidad de un Estado sometido a un proceso acelerado de
desguace”. Se hunde España, avisa Marco, como hace cada día, desde que ganó
Aznar las primeras elecciones, César Alonso de los Ríos en ABC. Se hunde,
lo sentimos, España y, sin embargo, nos queda, asevera Marco, Madrid: “Madrid es
el único espacio que permite una proyección nacional, y la causa no se debe sólo
a la energía madrileña, sino que los demás han dejado de tener una ambición
nacional. Cómparese lo que era la proyección de Barcelona hace treinta años y su
situación actual, reducida al ámbito regional y a veces al estrictamente
provincial”.
Madrid, último
refugio de los buenos españoles, se juega su futuro así como el de España, si no
vence Esperanza. Porque, a juicio del preclaro historiador Marco, ni siquiera
Gallardón es de fiar para quienes “no somos de izquierdas”. Y las izquierdas,
puntualiza con envidiable claridad, desean que España naufrague. Diagnostica:
“El PSOE ha hecho de la reivindicación autonómica una de sus principales
banderas, hasta el punto que parece haber extraviado cualquier horizonte
propiamente nacional”. Va, en cuanto a España, a la deriva. ¿Y los comunistas?
Tajante: “Los compromisos (del PSOE) con Izquierda Unida, aliada con los nazis
vascos en el norte de España, no contribuyen a mejorar la situación”. Caminan
peligrosamente, los buenos españoles, hacia el abismo. EL PNV y EA son nazis. IU
es aliada de los nazis. Y, a su vez, el PSOE es aliado de IU. Es decir, que las
izquierdas se hallan en estos momentos inmersas en un pacto que recuerda el
firmado entre Hitler y Stalin. Pero, en esta oportunidad, el fin de tal acuerdo
no es otro que liquidar España. ¿Sufre enajenación mental, al menos transitoria,
Marco? No, por Dios. Pone negro sobre blanco todo aquello que propagan Aznar,
sus ministros. “A Esperanza, señala un Marco esperanzado, le inspira un
patriotismo de buena ley que evitará a los madrileños, y a los españoles, que
Madrid se convierta en una autonomía ensimismada y en competencia con otras en
la empresa de desguazar el Estado español (...) En fin, creo que la candidatura
de Esperanza Aguirre favorece a los intereses de los madrileños y a los del
conjunto de los españoles”.
Falta poco
menos de una semana para que se vuelvan a abrir las urnas. En La Razón,
que conjuga su excelsa fidelidad a la Moncloa con su tratamiento de lujo hacia
Eduardo Tamayo y a María Teresa Sáez, ya que ambos amores son perfectamente
compatibles y sin duda convenientes, la diputada muda se suma a los insultos:
“El líder de la FSM, Rafael Simancas, es un dictador de un país bananero que se
autoproclamó presidente y se repartió el pastel con los comunistas y la parte
dura de los socialistas”. Faltan pocos días. En juego no está España, ya está
bien de majaderías y de manipulaciones. Lo que esta en juego, lo que se vota en
Madrid, historiador Marco, no es la unidad o la ruptura de España. Lo que sí
está en juego es si van a gobernar los constructores sin escrúpulos, los
especuladores urbanísticos, los que compraron a Tamayo y a Sáez, los políticos
del PP pringados, corruptos, que eso es lo que cree la mayoría de los
madrileños, según la encuesta de Opina para la SER. Que dejen de insultar y
de inventarse milongas patrióticas, y que expliquen ya qué pinta de verdad en el
PP, qué papel, el auténtico, le asignó Rodrigo Rato, a qué se ha dedicado,
aparte de la increíble historieta de la copistería, Ricardo Romero de Tejada.
Que
den cumplida cuenta, de forma pormenorizada, de la red de intereses
inmobiliarios, millones y millones de euros sobre la mesa, que se mueven
en torno a personajes como el abogado José Esteban Verdes, el marido de Paloma
García Romero, la mujer de confianza del actual vicealcalde Cobos y antes
consejero de Presidencia, con Gallardón. La “pista Verdes” conduce a Romero de
Tejada y pasa por Tamayo. La “pista Verdes” conduce, como publicaba El Mundo,
a la familia de Francisco Franco y una recalificación de 3´3 millones de
metros cuadrados en el municipio de Arroyomolinos, gobernado, cómo no, por el
PP. La “pista Verdes” pasa por Luis Eduardo Cortés, el consejero de Obras
Públicas con Gallardón, ahora en la lista de Esperanza Aguirre, la marquesa que
considera “nocivo hacer público mi patrimonio”, en declaraciones a El País.
Si no esconde nada, ¿por qué ha de ser “nocivo”, señora marquesa consorte,
divulgar a la ciudadanía su patrimonio?
Lo siento,
Esperanza Aguirre, lo siento. Zapatero quizá sea blandito, o pacato, o le falta
aún experiencia, o se equivoque con alguna frecuencia. Pero no es Blair. Ni lo
será. Llega usted tarde. Blair ya no encandila más que a las derechas del mundo
mundial. Se le ha visto el plumero, aunque pienso que, en Madrid, si Blair fuera
votante y conociera de qué va la cosa, la cosa de verdad, conociera la “pista
Verdes”, la de los grandes negocios mezclados con la política, y le quedara un
gramo de dignidad, ni siquiera él le votaría a usted.
POR L.G.Cañuelo
20.10.03
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