
Cruz rechaza que se investiguen los
contratos de la Consejería de Cultura


El consejero de Cultura y Turismo, Pedro
Alberto Cruz, cuya afición a los cuentos
es pública, trató en su comparecencia en
la Asamblea Regional de revestir de
legalidad y justificar todos los
contratos suscritos por su departamento
con la sociedad Emasce, a pesar de
admitir y confirmar gran parte de las
informaciones publicadas por
La Verdad sobre este
caso.
La comparecencia del consejero,
solicitada en primer lugar la pasada
semana por PSOE e IU y luego por él,
había suscitado cierto interés político,
dadas las supuestas irregularidades y
defectos administrativos cometidos por
su Consejería en la tramitación de
varios proyectos culturales.
Cruz, arropado por toda la cúpula
directiva de su departamento, comenzó su
intervención con una retahíla de
descalificaciones para referirse a las
informaciones de La Verdad.
«Ficción», «falsedad», «perversión de la
realidad», «verdades tendenciosas y de
laboratorio», fueron algunas de las
expresiones empleadas por el consejero.
Sin embargo, cuando se centró en los
contratos suscritos con Emasce se limitó
a ofrecer una relación de fechas y
explicaciones, concatenados de forma que
dieran la apariencia de «que no se ha
cometido ninguna irregularidad».
«Efervescencia
cultural»
Explicó, por ejemplo, que su
departamento encargó a Vanessa-Sara
Salvo, administradora de Emasce, el 25
de septiembre de 2008 la organización de
la presentación de la revista Cool-Tura,
un día antes de que tuviera lugar dicho
evento y cuando esta sociedad aún no
estaba inscrita en el Registro
Mercantil. Pero, para salvar la supuesta
irregularidad, precisó que dicho encargó
fue a título personal, a pesar de
reconocer que la factura por dicho acto
se expidió y abonó a Emasce y no a
Salvo.
También reconoció la vinculación de la
Consejería con Miguel Tébar, el otro
socio de Emasce, pero recalcó que se
trataba sólo de «un colaborador
puntual».
Por vez primera aludió en público al
concierto de la Sala Caracol, de Madrid,
celebrado el pasado 29 de enero y
también contratado con Emasce, para
explicar que la factura ascendió a
17.875 euros, por lo que no vulneró la
ley que obliga a convocar un concurso
público si el contrato excede los 18.000
euros. Pero no hizo referencia a que el
presupuesto para este acto cerrado con
Emasce y firmado por la directora de la
Agencia de Promoción de la Cultura
superaba los 20.000 euros, según la
copia del mismo que posee
La Verdad.
«Ningún factura fue fraccionada» y
«ningún contrato requería concurso
público», afirmó, al tiempo que negó que
su asesora, Isabel Durante, forme parte
de la sociedad Emasce, a pesar de las
evidencias que en sentido contrario
existen en los correos electrónicos que
Durante intercambió con Tébar y Salvo
durante el periodo de creación de la
sociedad y consecución de los contratos
públicos.
Consciente de que el contenido de dichos
correos electrónicos no le favorece en
nada, Cruz se empeñó en desacreditarlos,
al calificarlos de «información parcial,
sesgada, basada en fuentes no
contrastadas y en datos extraídos por
medios ilícitos de un correo».
Una parte de sus invectivas las reservó
para la oposición, a la que acusó de
«tener un mínimo interés por la cultura»
y a la que advirtió de que no va a
«aceptar ninguna estrategia de presión
de nadie».
Para dulcificar su alocución, aún tuvo
tiempo de realzar su propia gestión, que
no sólo definió como «un cuadro de
claridad y transparencia», sino que
afirmó que gracias a ella «la Región de
Murcia vive el mejor momento de
efervescencia cultural de toda su
historia». «Seguiré como hasta ahora»,
proclamó. No satisfecho con estas
palabras, en su turno de réplica a la
oposición llegó declarar que las
críticas del PSOE e IU se debían a que
«es la primera vez que la cultura ya no
es patrimonio de ustedes; se la hemos
arrebatado para entregársela a los
ciudadanos».
No les convenció
Ninguna de las explicaciones del
consejero convencieron a la oposición.
Begoña García Retegui, viceportavoz del
PSOE, le exigió explicaciones de «las
presuntas irregularidades puestas de
manifiesto en los propios documentos que
usted ha facilitado», y tildó la gestión
del consejero de «una mezcla de
confusión, desbarajuste y un cúmulo de
errores de bulto».
La diputada socialista argumentó que ni
la Consejería podía legalmente contratar
con Emasce cuando no estaba registrada,
ni Murcia Cultural debió pagarle varias
facturas, ya que los servicios prestados
no dependían de esta sociedad pública.
Pidió a Cruz que, si tan seguro estaba
de la legalidad de todas sus
contrataciones, enviará todos los
expedientes al Consejero Jurídico para
que los examine y audite. El diputado de
IU, José Antonio Pujante, solicitó
también una comisión de investigación,
además del cese de la asesora del
consejero, pero ninguna de estas
demandas fueron aceptadas por el titular
de Cultura.
Ambos diputados censuraron también el
«despilfarro» de la Consejería, en la
que «todo nos acaba costando el doble
que en cualquier otra comunidad», señaló
García Retegui.
LA POLÍTICA DE HECHOS CONSUMADOS
DE MURCIA CULTURAL
Murcia Cultural S. A., empresa
pública de la Consejería de Cultura, ya tenía contratada la organización del
festival SOS 4.8, comprometido el pago de 300.000 euros a la sociedad
organizadora y pactado un presupuesto de gastos para el evento de 1.900.000
euros (el coste final ascendió a 2,7 millones) cuando el Consejo de Gobierno de
la Región de Murcia aún no había autorizado la transferencia necesaria a esta
sociedad pública para llevar a cabo el festival.
Esta curiosa forma de hacer política
a través de hechos consumados volvió a ponerla en práctica la Consejería de
Cultura el pasado 15 de mayo, día en que llevó al Consejo de Gobierno el
proyecto de bienal de arte contemporáneo Manifesta 8, que cuenta con un
presupuesto de 5,5 millones de euros, cuando en realidad ya llevaba varios meses
negociando su organización e incluso ya había firmado un protocolo con la
fundación holandesa que lo organiza.
Por lo que respecta al SOS 4.8, el
contrato para su organización se firmó con Legalmusic el 22 de octubre de 2007,
mientras que la autorización del Consejo de Gobierno para transferir a Murcia
Cultural los 2 millones de euros destinados al festival se produjo el 26 de
octubre, cuatro días después.
Como no existía una partida
específica para el festival en el presupuesto de la sociedad pública, el crédito
transferido se consignó en una relativa a la gestión del Auditorio y Palacio de
Congresos. Asimismo, y para justificar debidamente la subvención nominativa a
Murcia Cultural para el SOS 4.8, los servicios jurídicos de la Consejería
propusieron modificar la memoria y explicar «las causas excepcionales que hagan
necesaria su concesión mediante Orden del consejero».
Filamente, la Consejería modificó la
memoria justificativa de la subvención y se acogió a una encomienda de gestión
previa y general realizada a Murcia Cultural para dar cobertura a la concesión
de la subvención nominativa a esta sociedad con destino al festival.
Estos datos proceden de un informe
del director general de Promoción Cultural y consejero delegado de Murcia
Cultural, Antonio Martínez, incluido en el expediente administrativo del SOS
4.8. La Consejería se negó ayer a hacer declaraciones a La Verdad sobre este
asunto.
Sí lo hizo Roger Dedeu, de
Legalmusic, quien explicó que no hubo concurso público para adjudicar la
organización del festival porque «se trata de una idea original nuestra, que
tenemos registrada, y lo que la Consejería contrata es la ejecución de una idea
original». Dedeu justificó el considerable aumento del presupuesto por el coste
de la producción y la contratación musical.
(www.laverdad.es,
21/10/09)
MURCIA :
«EN VEZ DE UNA, EMITIMOS DOS FACTURAS POR CIFRAS MÁS
BAJAS Y A TOMAR POR CULO»
La asesora del consejero de Cultura,
Isabel Durante, no sólo intervino en la creación de la sociedad Emasce junto con
sus amigos Vanessa-Sara Salvo y Miguel Tébar, contratado también por la
Consejería de Cultura para dirigir o coordinar el sello discográfico Tres
Fronteras, sino que explicó a sus compañeros cómo bordear la legislación para
conseguir contratos de la Consejería en la que ella trabaja.
En un correo electrónico que Isabel
Durante envía a Vanessa-Sara Salvo, administradora de Emasce y pareja de Miguel
Tebar, el 4 de diciembre de 2008, le explica: «Reina, hay que decirle que es muy
fácil. Que en vez de una, emitimos dos facturas por cantidades más bajas y a
tomar por culo. Yo sabía que reaccionaría así. Ahora, tenéis que conseguir que
firme el compromiso. Efectivamente, es una cobarde. Luego os llamo».
Emasce logró contratos de la
Consejería de Cultura en el último año por importe de al menos 40.000 euros,
gracias, en gran parte, a las relaciones de sus socios con el departamento de
Pedro Alberto Cruz.
Las facturas a las que alude Durante
son las del concierto en la Sala Caracol, de Madrid, celebrado el 29 de enero de
2009 para presentar la oferta de la Región en la última edición de Fitur.
Yolanda Martínez, directora de la Agencia de Promoción de la Cultura, fundación
dependiente de la Consejería y encargada de organizar el concierto, había
planteado reparos a Emasce para adjudicarles este contrato, después de haber
aceptado verbalmente el presupuesto que le habían presentado, dado que dicho
proyecto superaba los 20.000 euros, por lo que la ley obliga a convocar un
concurso público.
Al surgir este problema, Yolanda
Martínez propone que la fundación organice directamente el concierto, utilizando
las gestiones y contactos que Emasce ya había realizado, y pagándole a la
sociedad por su asistencia técnica. Según los correos a los que ha tenido acceso
La Verdad, Vanessa-Sara Salvo envía una comunicación a Yolanda Martínez
planteándole un ultimátum: o lo hacen todo o no hacen nada.
En este correo, del 3 de diciembre
de 2008, Vanessa-Sara Salvo, aconsejada por Isabel Durante, le explica a la
directora de la Agencia de Promoción de la Cultura: «No comprendemos muy bien
que una fundación (entidad privada), que no está sujeta a las mismas
obligaciones que la Administración pública, tenga problemas en realizar una
subcontratación teniendo que realizar una licitación pública».
Dicho correo de la administradora de
Emasce concluye con la siguiente frase: «A título personal, te ruego le comentes
al consejero Pedro Alberto Cruz que lamentamos mucho esta situación, en
particular Miguel Tébar Almansa, que ha mantenido y sigue manteniendo una óptima
relación con él». Miguel Tébar, además de socio de Emasce fue nombrado por Cruz
director de la discográfica Tres Fronteras.
Yolanda Martínez contestó el mismo
día a la administradora de Emasce pidiéndole más tiempo para aclarar el posible
problema derivado de los límites monetarios legales para contratar con una
empresa privada. Tras ser informada por Salvo, la asesora del consejero le
explica al día siguiente, el 4 de diciembre, lo que hay que hacer: «Hay que
decirle que es muy fácil. Que en vez de una, emitimos dos facturas por
cantidades más bajas y a tomar por culo». Durante emplea la primera persona del
plural («emitimos») en su respuesta a la administradora de Emasce, lo que da
idea de su implicación en la sociedad y en el negocio que tratan de cerrar.
Quince días después, Emasce se sale
con la suya y la directora de la Agencia de Promoción de la Cultura les adjudica
el contrato de más de 20.000 euros. «Eureka, tenemos el presupuesto firmado de
la directora-gerente», informa Salvo por correo el 19 de diciembre a sus socios,
Miguel Tébar e Isabel Durante.
La Consejería de Cultura aseguró en
un comunicado el domingo que nadie de este departamento formaba parte de Emasce
y que no se habían adjudicado contratos a dedo.
(www.laverdad.es,
13/10/09)
«ANTONIO MARTÍNEZ ME HA DICHO QUE CAMBIÉIS LA FACTURA
DE PROMOCIÓN CULTURAL A MURCIA CULTURAL»
La actuación de Isabel Durante,
asesora del consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, es crucial en la
obtención de los contratos de la Consejería por parte de la sociedad Emasce y
también en el cobro de éstos, según se pone de manifiesto en las comunicaciones
a través de e-mail que intercambia Durante con los socios declarados de la
sociedad, Miguel Tébar y Vanessa-Sara Salvo.
En uno de estos correos, que lleva
fecha del 18 de diciembre de 2008, la asesora del consejero informa a Miguel
Tébar, que además es director del sello discográfico Tres Fronteras, también
dependiente de Cultura, de una conversación mantenida con el director general de
Promoción Cultura y gerente de la sociedad pública Murcia Cultural.
«Antonio Martínez me dijo -indica
Durante- que te llamará para el tema de tu contrato, y también me dijo que
cambiéis la factura de Promoción Cultural a Murcia Cultural, con la firme
promesa de que os pagarán inmediatamente. En Promoción Cultural tienen un
importante atranque de facturas, que parece que es normal por estas fechas».
La factura a la que alude Durante es
la correspondiente a la organización del acto de presentación de la revista Cool-Tura,
que tuvo lugar el 26 de septiembre de 2008, en el Centro Párraga, de Murcia, y
por el que la sociedad Emasce elaboró para la Consejería varias facturas
fraccionadas, cada una dirigida a un departamento, por un importe total de unos
12.000 euros.
Este primer encargo de la Consejería
a la sociedad Emasce, realizado a finales de septiembre, tuvo lugar cuando dicha
empresa ni siquiera estaba inscrita en el Registro Mercantil de Murcia.
Según la información registral, el
inicio de operaciones de Emasce tiene fecha del 8 de octubre de 2008, más de
diez días después de que dicha sociedad ya estuviera trabajando para la
Consejería.
Emasce Producciones y Proyectos fue
constituida con un capital social de 3.012 euros, según el Registro Mercantil, y
el único cargo de la sociedad lo ocupa desde su constitución Vanessa-Sara Salvo,
que ejerce de administradora única.
Otra muestra más de la importancia
del papel que juega la asesora del consejero en la obtención de contratos
públicos para Emasce es la petición que le hace Miguel Tébar, tras reunirse con
Yolanda Martínez, directora de la Agencia de Promoción de la Cultura, para
hablar sobre el portal Cool-Tura. «Habla con Secretaría General -le pide Tébar a
Durante- y nos dices cuánto le podemos presupuestar por: a) el boletín semanal +
guía mensual. b) lo anterior + llevar la agenda cultura. c) lo anterior +
rediseñar todo el portal (o parte)».
(www.laverdad.es,
13/10/09)