JUECES CON ANTECEDENTES : MANUEL MARCHENA GÓMEZ, EL HOMBRE DE ATRÁS
MARCHENA Y LA JUEZA ROSELL
Según la periodista Elisa Beni la “independencia” de Marchena quedó en entredicho respecto a la querella como acusación popular que interpuso el ex Ministro Soria contra la magistrada Rosell, por entonces diputada de Podemos. El abogado de Soria era Eligio Hernández, ex Fiscal General del Estado y jefe de Marchena cuando trabajó con él en la FGE.
La causa que enfrentó a Soria con Victoria Rosell tiene su origen en el momento en el que ejercía sus funciones de jueza en el juzgado número 8 de Las Palmas. Soria acusó a Rosell de dilatar la tramitación de una causa en la que estaba imputado un empresario que tenía negocios con la pareja sentimental de Rosell. El compañero de la ex jueza no es otro que el periodista de "Canarias Ahora", Carlos Sosa, quien lleva años denunciando presuntas irregularidades del exministro desde los diferentes cargos que ha ido desempeñando.
Y para rizar el rizo, se da la feliz circunstancia que en la primera querella presentada contra Victoria Rosell en los juzgados de Plaza de Castilla, el exministro Soria se apoyó en el letrado Nicolás González-Cuéllar. Este abogado es otro de los hombres de confianza de Manuel Marchena con quien ha trabajado mano a mano en la redacción de varios libros. A finales de 2015, Marchena y González-Cuéllar presentaron por varios puntos de la geografía española su libro-manual “La reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal en 2015”. El texto está prologado por el ex ministro de Justicia Rafael Catalá, compañero de Soria en la mesa de deliberaciones del Consejo de Ministros.
El caso es que la querella de Soria acabó en la Sala II del Tribunal Supremo ya que Rosell estaba aforada. Y hete aquí que a pesar de que la Fiscalía del Supremo se opuso a admitir la querella, Marchena se lía la manta a la cabeza y decide que se admita. Dicho y hecho. La consecuencia, como estaba previsto, es que la diputada deja su escaño por coherencia con el Código Ético de Podemos. Marchena, muy a su pesar, no le queda otra, tras insistir la magistrada Rosell, que inhibirse y enviar el caso al TSJ de Canarias que finalmente decide archivarlo. Y tiempo después el juez Alba es condenado por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias por lod delitos de prevaricación judicial, cohecho y falsedad en documento público. El 25 de noviembre 2021 el Tribunal Supremo ha confirmado la sentencia.
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