CRISTINA CIFUENTES : CRÓNICA DE UNA CAÍDA AL VACÍO
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LAS NOTICIAS
LAS IRREGULARIDADES DEL ASCENSO METEÓRICO DE CIFUENTES EN LA UCM
CIFUENTES PIDE RECUPERAR SU PLAZA DE FUNCIONARIA EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSEEL NEBULOSO FUTURO DE CIFUENTES: SIN SUELDO Y SIN AFORAMIENTO
CIFUENTES RENUNCIA A SU ESCAÑO EN LA ASAMBLEA DE MADRID
RAJOY BUSCA EN EL PP DE MADRID DE HACE 25 AÑOS PARA ABRIR UNA "NUEVA ETAPA"EL PP APUESTA POR LA BICEFALIA EN MADRID HASTA LOS COMICIOS DE 2019
LOS 35 DÍAS QUE ACABARON CON CIFUENTES
CIFUENTES RENUNCIA A LA PRESIDENCIA DEL PP DE MADRID
CIFUENTES DA LAS GRACIAS EN REDES SOCIALES "A TODOS, POR TODO Y POR TANTO"
CIFUENTES EN LA RUINA: "ME SIENTO VAPULEADA Y SIN FUERZAS. ES DEMASIADO DOLOROSO Y BRUTAL"El PP no quiere a Cifuentes ni como diputada autonómica
EL PP SE DESANGRA POR MADRID
LA DIMISIÓN DE CIFUENTES ALTERA SU POSICIÓN EN EL TABLERO JUDICIAL
CIFUENTES COMUNICA A LA ASAMBLEA DE MADRID QUE SEGUIRÁ COMO DIPUTADA CON "DEDICACIÓN EXCLUSIVA"
TOCADA POR UN MÁSTER FALSO, HUNDIDA POR UN VIEJO VÍDEOTRES SEMANAS PARA ENCONTRAR UN NUEVO PRESIDENTE DE MADRID
CIUDADANOS APOYARÁ UN "CANDIDATO LIMPIO" DEL PP PARA SUCEDER A CIFUENTES
CRISTINA CIFUENTES RESISTE COMO PRESIDENTA DEL PP DE MADRID Y MANTIENE SU ESCAÑO DE DIPUTADA
CRISTINA CIFUENTES DIMITE COMO PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD DE MADRID
CIFUENTES DIMITIÓ COMO DIPUTADA CUANDO SUPO QUE PODÍAN SALIR A LA LUZ MENSAJES ANÓNIMOS A LA MUJER DE IGNACIO GONZÁLEZ
El aviso de que circulaban papeles que la señalaban como quien compró la tarjeta de prepago del móvil desde el que se enviaron los sms en 2008 precipitó su abandono del escaño
Los documentos atestiguaban supuestamente la versión ofrecida en febrero al juez de 'Púnica' por Granados sobre la relación entre los dos políticos
El aviso de que alguien había hecho circular documentos que la señalaban como autora de los mensajes anónimos enviados a la mujer de Ignacio González desde un móvil de prepago precipitó el 8 de mayo la decisión de Cristina Cifuentes de abandonar su escaño en la Asamblea de Madrid y anunciar su retirada definitiva de la política. Así lo han confirmado a infoLibre fuentes conocedoras de lo sucedido. Los papeles identificaban a la expresidenta como la persona que en 2008 compró la tarjeta de prepago –aquellas que entonces permitían ocultar la identidad del usuario– del móvil desde el que se cursaron aquellos sms.
Acorralada por las revelaciones de cómo obtuvo un máster supuestamente fraudulento de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) y finalmente fulminada por el vídeo del presunto hurto de dos cremas faciales cometido hace siete años, Cifuentes ya había renunciado el 25 de abril a su cargo como presidenta de la Comunidad de Madrid.
Pero incluso tras su cese al frente del Ejecutivo autonómico y como presidenta regional del PP, ella misma mantuvo durante dos semanas el interrogante de si abandonaría o no su escaño en la Cámara autonómica. Su círculo asegura que la entrega del acta estaba escrita de antemano, pero lo cierto es que tardó 13 días en despejar la duda.
Ahora, los datos recabados por este periódico explican qué aceleró el camino hacia el ostracismo absoluto de quien apenas dos meses antes se perfilaba como una de las estrellas ascendentes en el firmamento del PP.
Ya entonces políticamente destruida por el caso del máster, que ha derivado en su imputación por falsificación y cohecho, y por el vídeo del supermercado, la yesca que terminó de abrasar a Cifuentes el 8 de mayo de 2018 fueron los anónimos que diez años antes había recibido Lourdes Cavero. Es decir, la esposa de quien hasta la primavera de 2015, cuando la investigación judicial sobre su ático de lujo en Estepona lo expulsó de la carrera por la reelección, había sido su antecesor en la presidencia de Madrid: Ignacio González.
Con González, Cifuentes había sostenido a mediados de la pasada década una relación –lo desveló el exsecretario general del PP madrileño, Francisco Granados, nada menos que ante el juez que investiga Púnica– cuyo turbulento final convirtió en enemigos a los que hasta entonces eran estrechos aliados tanto en el plano personal como político.
El rastro de la tarjeta
¿Pero cómo pudo alguien averiguar que aquella tarjeta telefónica utilizada para enviar mensajes a la mujer de Ignacio González había sido adquirida por Cifuentes si lo que buscaba la fórmula del móvil de prepago, que no requería identificación del usuario hasta noviembre de 2009, era justamente garantizar el anonimato?
Fuentes que ya antes del triunfo electoral de Cifuentes en 2015 habían desarrollado su actividad en la sala de máquinas de la sede autonómica de la Puerta del Sol y sus aledaños aseguran que el formidable aparato de inteligencia de la Comunidad de Madrid hizo posible rastrear exactamente dónde se había producido la compra. “Y se descubrió que la había hecho Cifuentes con su tarjeta de crédito”, relata uno de los interlocutores que han aportado datos sobre el episodio de los anónimos.
En la declaración judicial donde se explayó sobre la relación sentimental de González y Cifuentes, Francisco Granados puso énfasis en un punto: que tras la ruptura, González se hizo con las riendas de la Agencia de Informática de la Comunidad de Madrid (ICM), un organismo que permitía controlar las llamadas y los correos “de todo el mundo”.
Para cuando Granados planteó esa inesperada faceta del caso, este periódico ya había desvelado el hallazgo que durante los registros de la Operación Lezo hizo la Guardia Civil en el cuartel general empresarial de Ildefonso de Miguel, uno de los investigados del caso y antiguo hombre de confianza de Ignacio González en el Canal de Isabel II. Y ese hallazgo fue un esquema manuscrito donde se detallaban las llamadas y mensajes cruzados entre distintos cargos del PP madrileño que habían sido objeto de espionaje. Entre ellos, Alberto Ruiz-Gallardón y su histórico número dos, Manuel Cobo, autor de la ya célebre acusación sobre la “gestapillo” destapada a comienzos de 2009 y supuestamente creada para espiar a adversarios de Esperanza Aguirre y su equipo a través de los guardias civiles y otros funcionarios adscritos a la Consejería de Interior.
Al frente de ese departamento se encontraba desde julio de 2008 Francisco Granados. Uno de los presuntos espías que ahora se encuentran en espera de juicio declaró luego no obstante que vigilaban a cargos en los que Ignacio González tenía "especial interés". González, entonces número dos de Aguirre en el Gobierno, y Granados, que ocupaba esa misma posición en el partido, vigilaban con discreción sus respectivos pasos –subrayan fuentes muy familiarizadas con la trayectoria de ambos– pero hacia el exterior formaban todavía un bloque monolítico.
El gráfico manuscrito sobre el espionaje
Pues bien, en ese gráfico manuscrito encontrado en los registros a Ildefonso de Miguel el nombre de Cristina Cifuentes aparece rodeado por una línea de trazo remarcado. El texto la cita tres veces. A través de una flecha, la tercera mención conduce a una leyenda dividida en dos por una línea horizontal: "Anónimos/I. Gallego". Es decir, Isabel Gallego, durante años directora de comunicación del Gobierno de Madrid y figura clave en el equipo de Esperanza Aguirre e Ignacio González.
En su comparecencia ante el juez García Castellón, Granados aludió expresamente al manuscrito publicado por infoLibre. Y añadió lo siguiente: "La señora del señor González y la señora [Isabel] Gallego empiezan a recibir mensajes anónimos que el señor González atribuye a la ruptura con la señora Cifuentes".
Dos fuentes que hoy representan intereses contrapuestos en el universo del PP madrileño coinciden en que ya habían sido informadas de que en lo que respecta a Isabel Gallego también las huellas apuntaban a Cifuentes. Esta vez, en sentido literal: “Eran anónimos en papel, cogieron uno de los sobres, sacaron huellas y las cotejaron con unas de Cifuentes obtenidas de un vaso”, relata una de las personas consultadas. La segunda fuente contó lo sucedido de forma casi idéntica en lo que se refiere a cómo el equipo de inteligencia de la Comunidad de Madrid consiguió las impresiones dactilares de la dirigente: a través "de un vaso o una copa".
Los anónimos, especialmente los dirigidos a Lourdes Cavero –resume en línea con la tesis de Granados uno de los consultados por infoLibre-, pusieron a González en pie de guerra contra Cristina Cifuentes. La mujer que, según Granados, había sido “las manos y los oídos” de Ignacio González pasó así de ser secretaria de movilización electoral del PP madrileño a presidenta del comité de garantías, un cargo de aparente fuste y escasa capacidad ejecutiva que desempeñó a partir de septiembre de 2008.
Finiquitado el aguirrismo como grupo dominante en el PP de Madrid, Cifuentes se hizo tras las elecciones autonómicas de 2015 con el control de la Comunidad de Madrid. Y puso el acento en remarcar que tanto Ignacio González como Francisco Granados representaban el pasado. El primero es desde abril de 2017 el principal imputado de Lezo tras haber sobrevivido incólume a una década de escándalos; Granados, eje central en la Operación Púnica, ya había caído en octubre de 2014 después de que Anticorrupción tirase del hilo de una cuenta opaca localizada en Suiza.
Atrapada primero por las mentiras del máster y derribada luego por el vídeo que la muestra retenida por un guardia de seguridad de la cadena Eroski, a Cifuentes no le quedó otra que dimitir el 25 de abril. Dos días más tarde, Granados dijo esto: “Si buscas venganza, cava dos fosas”. Una semana después y en cuanto supo que los anónimos a Lourdes Cavero podían acabar aflorando, Cifuentes ya no se lo pensó: entregó el acta de parlamentaria y pidió su reingreso inmediato como funcionaria de la Complutense.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/05/16/cifuentes_dimitio_como_diputada_cuando_supo_que_podian_salir_luz_mensajes_anonimos_que_envio_mujer_ignacio_gonzalez_82839_1012.htmlLAS IRREGULARIDADES DEL ASCENSO METEÓRICO DE CIFUENTES EN LA UCM
Pasó a ser funcionaria de tipo A gracias a dos buenos amigos suyos: Dionisio Ramos Martínez y José Francisco Otero
La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, abandonó su carrera política con la entrega de su acta de diputada en la Asamblea de Madrid. Un gesto que, de facto, le ha provocado un agujero en su cuenta corriente dado que se ha quedado sin remuneración -y sin su condición de aforada-. Este miércoles, Cifuentes ha pedido su reincorporación a la Universidad Complutense de Madrid (UCM), la institución en la que logró su estatus de funcionaria del tipo A de manera, cuanto menos, sospechosa.
La presidenta regional era funcionaria del grupo B y su ascenso meteórico al grupo A se lo debe a dos buenos amigos suyos: Dionisio Ramos Martínez y José Francisco Otero, tal y como desveló El Plural. La amistad era tal que la propia Cifuentes firmó como testigo en la boda de Ramos hace 25 años, en 1993. Por cierto, compartió rúbrica con Gustavo Villapalos, exrector de la Complutense y exconsejero de Educación de la Comunidad de Madrid bajo durante los mandatos de Alberto Ruiz-Gallardón. Con respecto a su amistad con Otero, la relación se remonta a la década de los 90, cuando ambos compartieron oposición.
¿Y que tuvieron que ver Dionisio Ramos y Otero en el ascenso en la escala funcionarial de Cifuentes? El 7 de abril del año 2001 se publica en el Boletín Oficial del Estado (BOE) una convocatoria del rectorado de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). En concreto, se requiere cubrir 14 plazas “por el sistema de promoción interna y sistema general de acceso libre” como Técnicos de Gestión de la Universidad Complutense de Madrid (grupo A). Cifuentes aprovechó la convocatoria y se postuló. Entonces, se dio la perfecta casualidad de que Otero y Ramos formaban parte del tribunal interno que evaluó a la presidenta regional. El primero era vocal del tribunal y el segundo el presidente suplente del por entonces rector, Rafael Puyol.
El problema radica en que “los miembros del Tribunal deberán abstenerse de intervenir, notificándolo al Rector de la Universidad, cuando concurran en ellos circunstancias de las previstas en el artículo 28.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (…)”. Y precisamente una de las circunstancias que se indican es "tener amistad íntima o enemistad manifiesta con algunas de las personas mencionadas en el apartado anterior (algún interesado en la oposición)". Ni Otero ni Ramos se abstuvo y, en consecuencia, Cifuentes logró promocionar y obtener el codiciado título de funcionaria del grupo A.
https://www.elplural.com/politica/2018/05/10/lirregularidades-ascenso-cifuentes-ucmCIFUENTES PIDE RECUPERAR SU PLAZA DE FUNCIONARIA EN LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE
La expresidenta de la Comunidad de Madrid pertenece a la categoría de técnico A
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) ha solicitado reincorporarse a su puesto en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) tras renunciar el pasado lunes a su acta de diputada en la Asamblea de Madrid. Según ha confirmado a este diario un portavoz de la universidad, Cifuentes ha presentado un escrito de renuncia a la excedencia que se le había concedido por ostentación de cargo público. La noticia fue adelantada por El Independiente.
La Ley del Estatuto Básico del Empleado Público establece que el trabajador debe solicitar su reingreso al cargo público en el plazo de un mes a partir de la finalización del motivo de la excedencia. Este paso es fundamental para no perder la plaza de funcionario, con independencia de que luego continúe en la institución o se decante por otra actividad profesional. Cifuentes es funcionaria de la Complutense desde hace 27 años.
La expolítica entró en la Complutense como técnico B de Administración y Servicios en 1990 por "turno libre", siendo su rector Gustavo Villapalos (1987-1995) a quien Cifuentes había apoyado desde que entró como estudiante de Derecho en el campus. Un año después se convirtió en diputada regional, pero se mantuvo apegada al campus. Entre 1995 y 1999 dirigió el Colegio Mayor Universitario Miguel Antonio Caro, de la UCM, que hospedaba solo a mujeres.
En 2001, disfrutando ya de una excedencia, la expresidenta subió a técnico A de la Complutense. Este concurso interno ha sido muy cuestionado en distintos medios en esta legislatura desde que elPlural informase en 2015. Lo presidía el gerente general, Dionisio Ramos, uno de sus mejores amigos. Una relación tan intensa que los ecos de sociedad del diario ABC recogieron en 1993 como Cifuentes había sido junto a Villapalos testigo de la boda de Ramos. Esta proximidad inhabilitaría a este último para presidir las oposiciones que pasó Cifuentes pues, según recogía el reglamento del concurso, debían de abstenerse de formar parte del tribunal quien tuviese "amistad o enemistad manifiesta" con alguno de los opositores. La entonces política obtuvo la novena mejor nota de los 12 funcionarios que ascendieron.
En 2003, dos años más tarde de las oposiciones de Cifuentes, Dionisio Ramos se vio implicado en el Tamayazo que impidió a los socialistas gobernar la Comunidad de Madrid. Y en el curso 2011-2012 Ramos y Cifuentes fueron teóricamente compañeros de pupitre, pues ambos cursaron el polémico máster de Derecho Autonómico de la Universidad Rey Juan Carlos.
Este posgrado y las imágenes de un supuesto hurto en un supermercado forzaron a la política a dimitir como presidenta regional el pasado 25 de abril. Dos días después Cifuentes abandonó el cargo de presidenta de los populares madrileños y el pasado lunes, 7 de mayo, devolvió su acta de diputada de la Asamblea de Madrid. La expolítica, bajo la lupa de la UCO por el dudoso contrato de la cafetería del parlamento madrileño, pierde de esta manera el aforamiento que retrasaría los plazos en el hipotético caso de ser investigada (antes imputada).
Voy a trabajar un poco en la tesis, que la tengo completamente abandonada.Buenas noches a todos :-)
— Cristina Cifuentes (@ccifuentes) 20 de septiembre de 2009
En las últimas semanas Cifuentes ha negado cursar el máster para “engordar su currículum”. Aseguró haberse matriculado por interés en la materia (derecho autonómico). Este título, sin embargo, proporcionó en 2012 a Cifuentes los créditos académicos suficientes para poder hacer el doctorado y defender una tesis doctoral. Convirtiéndose en doctora, Cifuentes podría abandonar su puesto en Administración y Servicios y dedicarse a la docencia. Tres fuentes de la Rey Juan Carlos, donde cursó el máster, aseguran a este diario que este era el propósito de Cifuentes y que incluso llegó a tantear un posible director de tesis.
La expresidenta querría, por tanto, seguir el mismo camino que su hermana, Margarita Cifuentes quien, tras defender una tesis de Historia en la cincuentena, ha dejado sus tareas en una biblioteca de la Rey Juan Carlos para ser desde 2016 profesora visitante de la misma universidad.
En al menos tres entrevistas de 2012 (año del máster), Cristina Cifuentes, recién nombrada delegada del Gobierno en Madrid, contó que estaba haciendo el “doctorado”. En Twitter hay, incluso, rastro de la supuesta redacción de la tesis. En septiembre de 2009 escribió: “Voy a trabajar un poco en la tesis, que la tengo completamente abandonada. Buenas noches a todos :-)”. Y en abril de 2010: “Aquí estoy, bajo el cielo plomizo de Madrid, intentando… (con escaso éxito) retomar mi tesis doctoral”.
https://elpais.com/ccaa/2018/05/09/madrid/1525882876_923030.htmlEL NEBULOSO FUTURO DE CIFUENTES: SIN SUELDO Y SIN AFORAMIENTO
No cobrará nada tras entregar su acta y está pendiente del caso de la cafetería de la Asamblea y de la investigación de su presunto máster
En su carta de renuncia a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes anunció que su intención era continuar como diputada regional con “dedicación exclusiva”. Mariano Rajoy ya ha elegido a su sucesor, Ángel Garrido, y Cifuentes parece haber cambiado de opinión. La expresidenta ha abandonado su escaño en la Asamblea de Madrid y, de facto, se ha quedado sin remuneración y sin su condición de aforada.
Según consta en el Portal de la Transparencia de la Comunidad de Madrid, Cifuentes cobraba por su cargo como presidenta autonómica poco menos de 110.000 euros. Para contextualizar su remuneración, cabe mencionar que el presidente del Gobierno cobra poco menos de 80.000 euros. Al dimitir, Cifuentes renunció a los 110.000 euros, pero aún podría recibir la asignación como diputada regional. El sueldo medio de un diputado en la Asamblea de Madrid ronda los 3.500 euros brutos mensuales, pero con la entrega de su acta, Cifuentes también dejará de percibir este salario. Ahora, su nómina es de cero euros.
En una entrevista en La Sexta Noche, Cifuentes aseguró que tenía 3.000 euros en su cuenta corriente: “¿A quién van a creer, al que tenía un millón en el altillo [Francisco Granados] o a mí, que vivo alquilada y con 3.000 euros en la cuenta?". Con el fin de cotejar el dato, El Plural ha consultado su última declaración de bienes y actividades, la de 2015. En otras palabras, tenía 23.000 euros más de los que ahora asegura tener.
Según han confirmado fuentes de la Asamblea a El Plural, Cifuentes dejará de percibir su salario de manera inmediata, como también de manera inmediata dejará de ser aforada.
Los beneficiarios de la condición de aforados únicamente pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo (si se trata de un parlamentario nacional) o por el Tribunal Superior de la comunidad autónoma que corresponda si se trata de un diputado regional.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid estuvo al borde de la imputación por el caso de la cafetería de la Asamblea. Tal y como contó El Plural, el 16 de mayo de 2017 la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil señalaba a Cristina Cifuentes como potencial nueva rana de la charca devenida en cenagal en la Comunidad de Madrid. El informe redactado por agentes de la UCO vinculaba la presunta financiación ilegal del PP de Madrid con un contrato adjudicado al Grupo Cantoblanco, propiedad de Arturo Fernández. Concretamente, la licitación se refería a los servicios de restauración de la cafetería de la Asamblea de Madrid.
El auto solicitaba al juez Eloy Velasco la imputación de Cifuentes por los supuestos delitos de prevaricación continuada y cohecho por esta adjudicación. Y es que, tras conseguir el contrato, el empresario habría hecho una donación al PP de Madrid. Arturo Fernández, también expresidente de la patronal madrileña y muy vinculado al PP de Madrid, ganó el concurso en 2009, 2011 y 2013. Cifuentes presidió la Mesa de Contratación en esas licitaciones. Por ello, la UCO creía que los concursos de los años 2009 y 2011 pudieron estar amañados. Sin embargo, pese a que los indicios con los que trabajaba la UCO eran cuanto menos llamativos, el juez Velasco rechazó la imputación de la todavía presidenta de la Comunidad de Madrid.
Pero el 12 de abril de 2018, tal y como desveló en exclusiva El Plural, el abismo de la imputación se acercó peligrosamente a Cifuentes. El juez del caso Púnica, Manuel García Castellón, firmó un auto, al que tuvo acceso este periódico, negándose a cerrar la investigación sobre Cifuentes y la cafetería de la Asamblea de Madrid al considerar que la ya expresidenta regional pudo caer en “incompatibilidad” por ser juez y parte en la adjudicación a Arturo Fernández.
Además, la Fiscalía ya ha abierto diligencias para investigar por lo penal la denuncia presentada por varias asociaciones de estudiantes por presuntas irregularidades en el máster de la Universidad Rey Juan Carlos que cursó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, por lo que podría ser citada.
En consecuencia, Cifuentes dejará de percibir ningún tipo de remuneración por su actividad política de manera inmediata y podría enfrentarse a un nebuloso frente judicial. Cifuentes es funcionaría de tipo A en la Universidad Complutense de Madrid (una condición que obtuvo de manera cuanto menos particular). Se encontraba en régimen de servicios especiales y podría solicitar el reingreso en el plazo de un mes. De no hacerlo, entrará en situación de excedencia voluntaria por interés particular.
https://www.elplural.com/politica/2018/05/08/cifuentes-sin-sueldo-y-sin-aforamientoCIFUENTES RENUNCIA A SU ESCAÑO EN LA ASAMBLEA DE MADRID
El escrito fue presentado este martes a las 10.30 en el registro de la Asamblea
En su entorno precisan que se debe a una decisión personal, no a presiones del partido
La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se deshizo este martes del último cargo de representación pública que ostentaba. A las 10.30 de la mañana, dio entrada su carta de renuncia al escaño en el registro de la Asamblea de Madrid. Supone, además, su retirada de la política.
En su entorno precisan que se debe a una decisión personal, no a presiones del partido. De hecho, el acta es propiedad de los parlamentarios electos. No obstante, en el partido no ocultaban que su presencia era incómoda.
La decisión de Cifuentes, que el pasado día 25 de abril renunció a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y el 27 a la presidencia del PP de Madrid se produce un día después de que Mariano Rajoy asumiera las riendas de la formación regional ubicando al frente a Pío García-Escudero. También un día después de que Ángel Garrido, el que fuera número dos de la expresidenta, fuese señalado por la dirección nacional del PP como candidato a la investidura para desempeñar la presidencia regional hasta la convocatoria de nuevas elecciones.
Cifuentes renuncia a su escaño Escrito con el que Cifuentes renuncia a su escaño en la Asamblea de Madrid.
Con este gesto, Cifuentes y el PP se evitarán una imagen incómoda: la de la ella votando en la investidura de Garrido, siendo el foco de todas las miradas. La idea más extendida en la dirección nacional del partido era que renunciaría al escaño antes del pleno de investidura. Salvo cambios de última hora, se celebrará la próxima semana.
Con la renuncia al escaño, Cifuentes deja de estar aforada, por lo que sería juzgada como un ciudadano de a pie en el supuesto de resultar investigada en el caso de la cafetería de la Asamblea de Madrid o en el marco de cualquier otro escándalo.
A lo largo de su carrera política, Cifuentes, que comenzó militando en Alianza Popular (AP), ha ostentado cargos de responsabilidad en la Asamblea de Madrid, en la Delegación del Gobierno y en el Gobierno regional. Hasta el estallido del caso del máster, era fija en las quinielas para suceder a Mariano Rajoy.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/05/08/cifuentes_renuncia_escano_asamblea_madrid_82584_1012.html
RAJOY BUSCA EN EL PP DE MADRID DE HACE 25 AÑOS PARA ABRIR UNA "NUEVA ETAPA"La elección de García-Escudero para liderar de forma transitoria el PP de Madrid sorprende en las filas conservadoras
Lo interpretan como una maniobra de Rajoy para "no quemar" al futuro líder. "Todo huele a provisionalidad", resume un diputado regional
"El Partido Popular a partir de ahora abre una nueva etapa en la Comunidad de Madrid". Así hablaba Mariano Rajoy el pasado 25 de abril en los pasillos del Congreso de los Diputados. Minutos antes, Cristina Cifuentes había convocado a los medios de comunicación para trasladarles que renunciaba a seguir al frente de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. La difusión de un vídeo en el que era descubierta tras, presuntamente, haber introducido un par de cremas en su bolso en un supermercado, se había sumado al caso del máster y decidió anticipar un final que, según ella, había previsto para el día Dos de Mayo, fiesta de la región. Dos días después dejaría también la presidencia del PP de Madrid. Este lunes, Rajoy desveló los recambios para ambos puestos y la impresión que queda, a ojos de las fuentes consultadas, es que esa nueva etapa "tendrá que esperar".
"Todo huele a provisionalidad", resume un diputado regional. En el Gobierno de la Comunidad de Madrid, Rajoy opta por mantener a Ángel Garrido, número dos del Gobierno de Cifuentes. Mientras, para el PP de Madrid, el presidente de los conservadores ha recuperado a Pío García-Escudero. El presidente del Senado ya ocupó este puesto entre los años 1993 y 2004, cuando dejó la formación en manos de Esperanza Aguirre. Hace 25 años.
De ambas decisiones de Rajoy, es la de García-Escudero la que más ha sorprendido a los dirigentes consultados. Garrido no convencía del todo al grueso de la cúpula del PP por haber sido la mano derecha de Cifuentes y no implicar, por tanto, un giro radical, una ruptura con el pasado reciente. Al final, el presidente ha considerado que era la mejor persona para seguir dando "estabilidad" al Gobierno regional. Un Gobierno cuya gestión alabó este lunes el coordinador general, Fernando Martínez-Maillo.
Pero con la elección de García-Escudero, algunas de las fuentes consultadas bromeaban con que se había derribado ese mito de que Rajoy es un hombre "previsible". "Ni aguirrismo, ni cifuentismo, un hombre para poner al PP de Madrid, harto de golpes, a punto", valora un diputado regional. Esta última idea, la de que es una persona de transición, era la más extendida este lunes en el partido. Aunque también había quien especulaba con que García-Escudero puede acabar siendo uno de esos "pesos pesados" del partido.
Pese a que García-Escudero no entra de ese perfil de renovación para el PP de Madrid en el que confiaban muchos de sus compañeros, las fuentes consultadas mantienen que el presidente del Senado es un político "respetado" por todos y que está en un puesto lo suficientemente alto como para tener mayores ambiciones. Su misión va a ser, interpretan, poner a punto al partido para los comicios de 2019. Para ello contará como número dos con Juan Carlos Vera, diputado por Madrid, coordinador de Organización del PP nacional y dirigente de máxima confianza de Rajoy. Ya desempeñó puestos similares en la gestora que Génova instauró en el PP de Madrid cuando dimitió Esperanza Aguirre en 2016. "Una buena opción para no quemar a otros", resumen.
Sin dar "pistas" a la oposición
En Génova son insistentes en que el órgano que liderará García-Escudero no es una gestora. Se respetarán, pues, la estructura interna del partido, pero el presidente del Senado tiene potestad para hacer los nombramientos que considere oportunos. Ahí será, señalan en el partido, donde se percibirá la renovación. Entre esos nombres se ubicará con casi total seguridad el de Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del PP.
Hasta la marcha de Cifuentes, Casado era fijo en las quinielas para encabezar la candidatura al Ayuntamiento de Madrid. Cifuentes, por su parte, estaba llamada a repetir como número uno para la Comunidad de Madrid. Ahora, Casado sigue siendo fijo. Pero no está claro para cual de las dos instituciones madrileñas.
"Si Pío [García-Escudero] y Garrido son de transición, que así parece, Rajoy está evitando dar pistas a la oposición. Y, de paso, evitar que se desgasten", relata un miembro del Comité Ejecutivo Nacional. Junto a Casado, en sectores conservadores, se ha puesto sobre la mesa el nombre de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
El presidente del Gobierno se ha tomado más de una semana para comunicar los nombres de quienes en los próximos meses llevarán las riendas del Gobierno y del PP madrileños. En este tiempo, desde el PP se especuló con diferentes perfiles e, incluso, con apartar a Garrido. "Rajoy ha demostrado que esas decisiones las toma él", valora un diputado.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/05/08/rajoy_busca_de_madrid_hace_anos_para_abrir_una_nueva_etapa_82568_1012.htmlEL PP APUESTA POR LA BICEFALIA EN MADRID HASTA LOS COMICIOS DE 2019
Maillo asegura que dos personas dirigirán el Gobierno y el partido tras el caso Cifuentes
El coordinador del PP, Fernando Martínez-Maillo, ha asegurado este lunes que su formación abogará porque personas distintas ocupen la presidencia de la Comunidad de Madrid y la del PP regional tras la dimisión de Cristina Cifuentes. Esa apuesta por la bicefalia —que históricamente ha rehuido Mariano Rajoy— tendrá como fecha de caducidad las elecciones de mayo de 2019. Una vez celebrados los comicios, el PP tomará nuevas decisiones.
“En Madrid hay un presidente en funciones, Ángel Garrido”, ha recordado Martínez-Maillo sobre el número dos de Cifuentes. “Hemos decidido esperar unos días, a que se celebre el Día de la Comunidad del 2 de mayo, y a partir de ese momento la dirección nacional, en consenso con la regional y el partido en Madrid, tomará una decisión sobre un presidente que lleve las riendas del Gobierno y sobre otro que lleve las riendas del partido hasta las próximas elecciones”, ha añadido durante un acto en Cartagena (Murcia). “Todavía no hemos decidido quién”.
El PP tiene hasta el 18 de mayo para decidir cuál de sus 48 diputados autonómicos sustituye a Cifuentes al frente del Gobierno autonómico. Tras resolver ese paso, la dirección afrontará el de elegir cómo gestiona el PP de Madrid; si es a través de un presidente, que mantenga la estructura orgánica construida por Cifuentes o mediante una gestora en la que se integrarían el vicesecretario Pablo Casado, el diputado Juan Carlos Vera, representantes autonómicos y concejales. Esta última opción es la que más gusta en estos momentos, aunque la decisión final la tomará Rajoy.
Una vez termine la legislatura, quedará resuelta la bicefalia que nazca ahora. Es altamente improbable que el presidente interino que elija el PP sea luego el candidato de la formación en las elecciones.
Sin embargo, los comicios pueden propiciar que de nuevo coincidan dos figuras políticas con peso específico en la región. Es lo que ocurrirá si el presidente del PP de Madrid —o de su gestora— y el candidato no son la misma persona. Hasta entonces, el PP intentará frenar su crisis y medir el tirón de sus posibles candidatos al Ayuntamiento y la Comunidad. El primer examen será en la recepción del 2 de mayo, a la que está previsto que acudan la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el vicesecretario Pablo Casado.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/30/actualidad/1525108251_330150.htmlLOS 35 DÍAS QUE ACABARON CON CIFUENTES
Una maraña de vendettas e intereses cruzados en el submundo de la comunicación y la derecha madrileña rescató el turbio pasado de la expresidenta para fulminar su carrera
El mirlo Cristina Cifuentes no era blanco. Era común, negro y con un pasado turbio como el de decenas de políticos del PP de Madrid de los últimos 23 años, cuando ese partido se alzó de aquella manera con el poder de las principales instituciones de una de las regiones más importantes y mediáticas de España. En el fulgurante y estrepitoso suicidio político de Cifuentes han tenido mucho que ver sus mentiras y autoengaños, han sido determinantes un máster regalado y un vídeo chusco en las entrañas de un híper en Vallecas donde se la ve destripando de su bolso dos cremas antiarrugas que no había pagado por valor de 43 euros, pero resultan menos evidentes las crudas vendettas de grupos mediáticos y políticos ligados a lo más tenebroso de la derecha madrileña. Hay denuncias de corrupción, escándalos, extorsiones y amenazas muy directas. Un puzle que ha estallado y destruido hasta lo más íntimo de la vida pública y privada de una dirigente llamada hace apenas dos meses a disputar la sucesión de Mariano Rajoy.
Este viernes pasado, a las 14.10 horas, Cifuentes reunió a los miembros de su equipo y colaboradores de estos tres últimos años al frente de la Comunidad de Madrid en la antesala de su antiguo despacho lleno de orquídeas en la Puerta del Sol y se despidió. Era un día caluroso. Fue un último discurso de agradecimiento. Y de cierre de una etapa convulsa y al final demoledora. Por la tarde envió una carta a la secretaria general del PP, su amiga Dolores de Cospedal, en la que le comunicó su renuncia irrevocable también a la presidencia madrileña del partido. Se quedará en el escaño, como una más de los 48 diputados del PP, y será aforada.
Apenas 48 horas antes se había visto forzada al fin a digerir su marcha tras aparecer Cospedal por Sol, sobre las 11.00 horas del miércoles, con un mensaje inequívoco de La Moncloa: “Tienes que dimitir”. Luego ella justificó que ya tenía programada esa salida hacía días para exhibirla justo después de los actos institucionales del 2 de mayo, festividad de la Comunidad. En su equipo esgrimen que ese discurso llevaba una semana redactado. Consejeros de su gobierno e importantes cargos del PP confesaron, sin embargo, que de eso se enteraron ese día y en la rueda de prensa.
Rajoy tenía que llegar ese miércoles una hora más tarde al Congreso para el debate de las enmiendas a la totalidad del presupuesto para 2018 y quería entrar con la cabeza cobrada de Cifuentes. Antes de aparecer en el hemiciclo rescató sus frías maneras de ejecutar antiguos colaboradores que ya no le sirven como hizo con Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Gabriel Elorriaga, Rita Barberá, Francisco Camps o Pedro Antonio Sánchez. “Ha hecho lo que tenía que hacer. Su dimisión era obligada. El PP abre ahora una nueva etapa”, declaró mecánicamente el presidente. El vídeo revelado esa mañana temprano por la web Okdiario del hurto de dos cremas faciales Olay en el super Eroski de Puente de Vallecas había conmocionado el resto de paciencia que aún le quedaba a Rajoy. Que no era mucha.
El presidente del Gobierno y del PP había soportado durante 35 días las diferentes y difusas explicaciones que Cifuentes le había proporcionado, en privado y en varias charlas por teléfono, sobre su máster de Derecho Público del Estado Autonómico en la Universidad Rey Juan Carlos, dependiente precisamente de la Comunidad de Madrid. En esas conversaciones, algunas incluso durante un viaje oficial a Argentina, Rajoy le pedía explicaciones sobre el máster, escuchaba y le aconsejaba: “Vamos a esperar, aguanta y ya hablamos”. No quería que Ciudadanos se cobrase esa pieza tan clave fácilmente, porque además podía resultar otra decapitación política injusta. Pretendía soportar la presión hasta casi el plazo final para la tramitación de la anunciada moción de censura para el 7 de mayo y transmitir alguna responsabilidad de lo que pudiera suceder, y de un gobierno en Madrid del PSOE con “los radicales de Podemos”, al partido de Albert Rivera.
La jugada era esa pero no salió. El vídeo que revelaba una posible patología cleptómana de la persona que él nombró delegada del Gobierno y jefa de la policía en Madrid en 2011, por consejo de Cospedal, se le atragantó como insoportable. Bajo el dedo y sentenció a Cifuentes.
Pero el hundimiento de Cifuentes es revelador de mucho más que el brutal ocaso de una dirigente a la que se promocionó como la regeneradora de la charca de ranas corruptas que dejó en herencia el demoledor tándem de Esperanza Aguirre e Ignacio González, una era que arrancó en realidad con el tamayazo, aquel verano de 2003.
El socialista Rafael Simancas sumó tras aquellas elecciones autonómicas 56 diputados de la izquierda frente a los 55 de Aguirre pero el día de la constitución de la mesa que debía regular las votaciones en la Asamblea de Madrid le florecieron dos tránsfugas y ya luego lo perdió todo. Cifuentes ya era entonces una diputada del grupo popular a la que tanto Alberto Ruiz Gallardón, Aguirre como luego González siempre relegaron a puestos decorativos en la mesa del parlamento regional o en el aparato del partido. Vistosa pero irrelevante. La despreciaban.
Fue en esos años cuando Aguirre depuró todo el pasado que oliese a Gallardón y delegó su mano derecha y la izquierda en sus dos controvertidos vicepresidentes, Ignacio González y Francisco Granados, y se rodeó por un reducido grupo de consejeros de su confianza que salieron prácticamente todos escaldados: Manuel Lamela, Juan José Güemes, Alberto López Viejo, Lucía Figar, Salvador Victoria. La mayoría están imputados por escándalos y Granados y González han pasado ya por la cárcel.
La expresidenta, sin embargo, todavía pretende que quede para la posteridad su famosa exculpación: “Solo dos de los 500 cargos que nombré en mis 33 años en política me han salido rana”.
Fue en esa época cuando Granados auspició la creación de la famosa gestapillo local, como intentó menospreciar Aguirre a esa banda de ex agentes de policía a sueldo de su Consejería de Interior, destapada por EL PAÍS y creada para espiar a compañeros y rivales internos en el partido en vísperas del complicado Congreso Nacional del PP en Valencia en 2008, cuando intentaron fraguar una candidatura alternativa a la de Rajoy. Fue en esos años cuando se gestó y descubrió la Gürtel, más tarde Púnica, luego Lezo, los pelotazos del Canal, el superático de Estepona...
Y mientras, Cifuentes pasaba esos mandatos, perdida, con un buen salario y sin poder ejecutivo alguno hasta el verano de 2011, cuando un antiguo amigo de la Universidad Complutense y del PP, Dionisio Ramos, le recomendó que aprovechase su tiempo libre para sacarse un máster. Ramos, un auténtico conseguidor de profesión en círculos del PP, fue vinculado en su momento al tamayazo y obtuvo el mismo máster de Cifuentes en la Rey Juan Carlos. Cifuentes fue testigo en su boda.
Pero el pasado 21 de marzo eldiario.es tituló su exclusiva: “Cristina Cifuentes obtuvo su título de máster en una universidad pública con notas falsificadas”. A partir de ese momento la ya expresidenta madrileña entró en una dinámica de errores, escondites, embustes, olvidos y explicaciones contradictorias que socavaron a velocidad exprés todo su prestigio y su salud.
El día anterior Cifuentes tuvo que comparecer precisamente ante la comisión que investiga en el Congreso la financiación ilegal del PP. Llegó nerviosa. Tras la complicada sesión se marchó a comer con parte de su equipo. Ya le dolía insoportablemente la cabeza, como le sucede en situaciones de estrés tras el accidente que sufrió cuando iba en moto en el verano de 2013 que la mantuvo en coma y en la UVI del hospital La Paz casi un mes entre la vida y la muerte. Esas migrañas no la han abandonado en estos 35 días de martirio que ha padecido desde entonces. Su responsable de prensa recibió entonces una primera llamada de la redactora de eldiario.es que descubrió el escándalo para contrastar varios datos. Cifuentes ya no estaba disponible para recabar información, porque se había marchado a su casa a recuperarse, y su colaboradora pidió más tiempo. El director de eldiario.es, Ignacio Escolar, asegura que se realizaron hasta cuatro llamadas durante toda esa jornada y que ante la falta de respuestas tiraron para adelante. Tenían suficiente.
Ausencias y jaquecas
Al día siguiente, en Sol, se montó un minigabinete de crisis sin Cifuentes en el que se encargó al consejero de Educación, Rafael van Grieken, catedrático de Ingeniería Química de la Universidad Rey Juan Carlos, las primeras gestiones ante ese centro. Llamó y pidió las notas de la alumna Cifuentes. En la Comunidad tardaron en reaccionar hasta tener todos los papeles que mandó el rector, Javier Ramos, y se plantearon citar a toda la prensa. Pero no lo hicieron. Cifuentes seguía desaparecida, con jaquecas y optaron por enviar un comunicado, los citados documentos y dar dos entrevistas muy seleccionadas (Onda Cero y 13TV). Esa noche la expresidenta colgó desde su despacho un vídeo en el que con un tono cantarín vaticinó en sus redes sociales: “¡No me voy, me quedo, voy a seguir siendo vuestra presidenta!”.
Las siguientes investigaciones periodísticas, de la propia universidad y las declaraciones de varios afectados ante la policía acabaron destrozando todas las excusas. Cifuentes aseguró a su entorno que había buscado en casa y en su despacho, que no encontraba su trabajo de fin de máster y que tenía muchas lagunas sobre ese curso universitario. Rechazó desde el principio el consejo que le dieron de dimitir. Se atrincheró y evitó a los medios.
Con la estrategia del ventilador se empezó a filtrar que otros políticos, locales y nacionales, de distintos partidos, también habían manipulado sus currículos. Que el jefe del maldito máster tenía montado allí su chiringuito, que el rector pretendía salvar su achicharrada espalda. En la obsesión por buscar fuego amigo hasta en los estertores del CNI y de La Moncloa se sospechó de la insistencia de una funcionaria de la universidad que llamaba mucho para que Cifuentes fuera a recoger en persona y con su estampa en noviembre pasado su título del máster, con las notas ya corregidas dos años más tarde. Y durante la Convención Nacional del PP, allí en Sevilla y quitando el foco a Rajoy, se propagó una información de El Mundo que achacaba todo el caso al despecho de un profesor socialista de ese centro, Salvador Perelló, cabreado con varias tropelías universitarias. El propio Perelló y también Ignacio Escolar desmintieron más tarde que esa fuera la única fuente de su investigación.
Rajoy, animado por Cospedal, intentó creer a Cifuentes y usó algunos de sus argumentos. Así durante 35 días. Así hasta la madrugada del pasado miércoles. A las 2.30 un periodista de Okdiario llamó a su amiga la viceconsejera de Presidencia de la Comunidad de Madrid y la alertó. Esta avisó a su jefe, el consejero Ángel Garrido, que acabó localizando a las 3.30 a la jefa de gabinete de Cifuentes. No hubo antes ningún contacto directo.
En el vídeo se ve nítidamente a Cifuentes ese 4 de mayo de 2011, en plena campaña electoral de unas elecciones autonómicas, retenida 45 minutos en una salita de seguridad del Eroski que hay a 100 metros de la Asamblea, negando varias veces al empleado que la descubrió que ella se hubiera metido dos cremas en su bolso sin pagar. Luego llegó a un acuerdo, rebuscó monedas en el bolso y saldó su deuda. Creyó el tema un problema menor, olvidado y superado, como dijo este miércoles al anunciar su renuncia.
En esa su primera despedida afirmó que no le extrañaba lo que le había pasado porque ya había sufrido extorsiones en el pasado. No quiso señalar a ningún fuego amigo culpable de todo dentro del PP, pero sí concluyó que nada de lo que le ha sucedido puede ser casual y que su cruzada anticorrupción para limpiar las etapas de Aguirre, González y Granados, sus denuncias a la fiscalía por el caso Inassa, Canal de Isabel II y Campus de la Justicia y sus enfrentamientos con grandes empresas constructoras (OHL y Ferrovial) le habían pasado factura. Demasiados frentes cruzados.
También arguyó que el vídeo no era nuevo y que ya lo habían intentado vender en el pasado a varios medios, aunque en aquel momento sin pruebas. En una entrevista en TVE, hace dos años, la misma Cifuentes negó públicamente enfadada que alguien estuviese chantajeándola con esas imágenes sobre su cleptomanía y lo hizo delante del periodista Manuel Cerdán, que ha firmado ahora la exclusiva del vídeo en Okdiario.
Amenazas desde el Canal
Lo que sí hizo en 2016 fue comentar a uno de los más altos cargos policiales que había conocido en su etapa de delegada del Gobierno en Madrid que el exdirector de seguridad del Canal de Isabel II, Luis Miguel Garrido, había amenazado al consejero Ángel Garrido y presidente de ese organismo cuando éste le despidió: “Vosotros veréis, pero tengo muchas grabaciones privadas de Cifuentes con González”. Nunca presentó una denuncia formal ni pública. Sí anunció una querella y echó en falta apoyos y muestras de solidaridad feministas cuando Granados soltó ante un juez que ella y González habían tenido una relación sentimental.
Asqueada de la charca de Aguirre, distanciada a muerte de Granados que siempre le pareció un golfo y tras la ruptura con González, Cifuentes tomó el mando de la Comunidad en junio de 2015 con 51 años y mucho recorrido, creía que sin ataduras y con dos eslóganes: en su proyecto “no tendrían cabida los corruptos” y había llegado “para cambiar las cosas, no para estar”. Aprovechó la operación limpieza que emprendió en el Canal de Isabel II para presentar una denuncia en la Fiscalía Anticorrupción por algunas actuaciones y en concreto por la compra de empresas filiales infladas en Latinoamérica (Inassa y Emissao), lo que derivó en el caso Lezo y en la imputación, entre otros, de Edmundo Rodríguez Sobrino, hombre de confianza en el Canal de González y luego consejero de La Razón.
Este viernes, ante su equipo y el personal empleado en Sol, la expresidenta Cifuentes se lamentó en su despedida de que todas las horas y noches sin fin gastadas para mejorar en tres años la gestión de la Comunidad de Madrid quedasen empañadas por un “linchamiento mediático sin precedentes” que no han sufrido en España “ni delincuentes como el Dioni ni otros que se han llevado el dinero a Suiza”. No dio nombres e intentó no emocionarse. Al que sí se le saltaron las lágrimas fue a su escudero Ángel Garrido.
Disputa cruenta por los lectores de la derecha
Las investigaciones y denuncias sobre las actividades en el Canal de Isabel II y la labor de Edmundo Rodríguez Sobrino, exconsejero y de La Razón, abrieron a Cristina Cifuentes otro frente de guerra más, que resultó especialmente duro y desagradable. El cese y la imputación de Rodríguez Sobrino la enemistó con parte de la cúpula del grupo Atresmedia, relevantes de sus periodistas y muy en particular con Mauricio Casals, presidente de La Razón, adjunto a la dirección de ese conglomerado mediático y al que se conoce en Madrid como El príncipe de las tinieblas. Ese proceso, en el que se pudieron escuchar grabaciones de amenazas y graves insultos, acabó archivado, por temor de Cifuentes y su equipo a tirar hasta el final de la manta y por el escaso interés investigador en la Audiencia Nacional. Los intentos posteriores para negociar una tregua con representantes de esos medios han resultado peor que infructuosos.
Esa cruenta batalla no ha terminado y se ha mezclado justo ahora, con ocasión del vídeo en el Eroski, con acusaciones en varios medios contra el presidente, propietario y director de La Gaceta y de Intereconomía, Julio Ariza, como responsable de esa filtración por su amistad que él confirma con el director de Okdiario, Eduardo Inda. Ariza niega esa actuación, acepta que le llegó material nunca sustentado de robos relacionados con Cifuentes en colegios mayores y asume su identidad ideológica total y de derechas con Aguirre frente a la más progresista de su sucesora. También argumenta su mala relación con otro de los señalados por esa filtración con criterios empresariales: “Con Ignacio González nos llevamos fatal, a muerte, porque nos bloqueó todos los acuerdos de publicidad institucional y porque en la lucha de lectores de la derecha no se puede facilitar y tener como hizo él una relación especial con Casals y con nosotros”.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/28/actualidad/1524937871_495640.htmlCIFUENTES RENUNCIA A LA PRESIDENCIA DEL PP DE MADRID
La expresidenta de la Comunidad remite una carta a Cospedal, a la que ha tenido acceso infoLibre, en la que enmarca esta renuncia "irrevocable" y su dimisión del miércoles para no poner en riesgo ni a la región y su "querido partido"
Génova estudiaba desde el miércoles la creación de una gestora para tomar el control del partido
Segunda renuncia de Cristina Cifuentes en una semana. La expresidenta de la Comunidad de Madrid decidió este viernes abandonar también la presidencia del PP regional. Lo ha hecho en una carta enviada a la secretaria general del PP, a la que ha tenido acceso infoLibre, en la que enmarca esta renuncia "irrevocable" y su dimisión del miércoles en su intención de no poner en riesgo ni a la región ni a su "querido partido". María Dolores de Cospedal ha sido el principal apoyo con el que ha contado Cifuentes desde que estalló el caso del máster.
"Se trata de una decisión muy dolorosa para mí, porque llevo militando en este partido mucho más de la mitad de mi vida, dando siempre lo mejor de mí y luchando por principios y valores que creo son buenos para Madrid y, sobre todo, para España", señala Cifuentes en la misiva. En este sentido, recuerda que asumió "la enorme responsabilidad de presidir el PP de Madrid durante el XVI Congreso, celebrado en marzo de 2017". "Desde entonces, he trabajado incansablemente por y para el Partido Popular", añade.
A juicio de la expresidenta, el PP "necesita estabilidad para continuar un proyecto político de centro que tan positivos resultados" está obteniendo en la región de Madrid.
Cifuentes apunta, además, que ha sido "siempre" leal a Rajoy, "cuyo respaldo, aliento y cariño" nunca le han faltado. También destaca su lealtad al partido y a los madrileños. Y se detiene de forma especial en los agradecimientos a la también ministra de Defensa, una de sus principales aliadas en su estrategia de resistencia desde que estalló el escándalo del máster: "No hace falta que haga especial mención, María Dolores, a mi lealtad hacia ti, no solo porque eres la Secretaria General del Partido, sino porque también eres mi amiga, y siempre me lo has demostrado".
"Siempre podréis contar conmigo"
La secretaria general del PP fue la encargada de trasladarse el miércoles a la Puerta del Sol, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, para comunicar a la presidenta que tenía que renunciar ya. La orden tenía origen en Rajoy. Pero el presidente optó por dejar este asunto en manos de Cospedal.
"Esté donde esté en cada momento, siempre podréis contar conmigo", termina la carta.
Génova estudiaba la creación de una gestora para tomar el control del PP madrileño. En el cuartel general de los conservadores no había sentado nada bien que la expresidenta, después de dimitir, remitiera un mensaje a los diputados y cargos del PP madrileño confiando en iba a seguir contando con su apoyo en su calidad de líder de la formación a nivel regional. El mensaje de Rajoy, recordaban, había sido claro: era el momento de abrir una nueva etapa y eso significaba que tenía que salir de la dirección del partido.
Ahora, Rajoy tiene que decidir de qué forma se produce la transición del PP de Madrid entre la situación actual y un nuevo congreso regional. El escenario más probable es el de una gestora, como ya avanzó infoLibre. Pero también hay otros instrumentos posibles
Garrido asume la vacante
Según informó después en un comunicado la dirección nacional del PP, "el actual secretario general regional del partido, Ángel Garrido, asumirá la presidencia regional hasta que se produzca la elección del nuevo presidente, de acuerdo con el artículo 43 Ñ del Reglamento de Organización del Partido Popular de la Comunidad de Madrid".
Ángel Garrido, ex número dos de Cifuentes, es también el presidente en funciones de la Comunidad de Madrid. Estará en el cargo hasta que la dirección nacional del partido designe a un candidato para una sesión de investidura en la Asamblea de Madrid.
De momento, la expresidenta mantiene su escaño en la Asamblea de Madrid, aunque algunos de sus compañeros creen que su presencia en la Cámara regional es "perjudicial" para la formación. En todo caso, el acta es algo personal. Y la vía de mantenerse como aforada en el supuesto de que fuese imputada en el caso de la cafetería de la Asamblea.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/04/27/cifuentes_renuncia_presidencia_del_madrid_82273_1012.html
CIFUENTES DA LAS GRACIAS EN REDES SOCIALES "A TODOS, POR TODO Y POR TANTO"
La expresidenta publica un mensaje tras presentar su renuncia a la presidencia del PP: "Gracias a todos. Por todo y por tanto. De corazón"
Tras la publicación ha recibido los agradecimientos de parte de su equipo de Gobierno: "Día muy triste", ha escrito la consejera de Transportes
La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, ha dado las gracias "a todos de corazón" por "todo y por tanto", horas después de que presentara su renuncia a la Presidencia del PP para "no perjudicar a los madrileños ni al partido": "Gracias a todos. Por todo... y por tanto. De corazón", ha lanzado Cifuentes en redes sociales. Tras esta publicación, ha recibido muestras de apoyo y agradecimientos de parte del que fuera su equipo de Gobierno.
Tras este mensaje, el consejero en funciones de Políticas Sociales y Familia, Carlos Izquierdo, ha agradecido la labor de expresidenta regional por volcarse "en atender a los que más lo necesitaban y a los que peor lo estaban pasando y por haber generado en el PP de Madrid un proyecto ilusionante para todos los afiliados y simpatizantes".
También se ha sumado a los agradecimientos el senador del PP Jaime González-Taboada. "Gracias infinitas", ha escrito en mayúsculas el exconsejero de Medio Ambiente.
"Dia triste. Día muy triste. Orgullosa de haber podido construir el mejor proyecto para el PP de Madrid con una gran militante como Cristina Cifuentes", ha indicado la consejera de Transportes, Vivienda e Infraestructuras, Rosalía Gonzalo, junto a una imagen con la expresidenta.
"Gracias, siempre por todo", ha subrayado el consejero en funciones de Cultura, Jaime de los Santos.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes presentó ayer su renuncia por carta como líder del PP de Madrid a la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, en la que afirma que se trata de una decisión "muy dolorosa" para ella que toma, al igual que cuando dimitió hace dos días como presidenta de la Comunidad, para "no perjudicar" a su partido.
El PP creará una gestora para llevar las riendas del partido en Madrid y lo hará con personas de confianza de la dirección nacional, paso que, en cualquier caso, la cúpula no dará hasta que sea investido el nuevo presidente de la Comunidad de Madrid. El actual secretario general regional del PP, Ángel Garrido, asumirá la presidencia regional hasta que se produzca la elección del nuevo presidente.
https://m.eldiario.es/politica/Cifuentes-da-gracias-redes-sociales_0_765723466.htmlCIFUENTES EN LA RUINA: "ME SIENTO VAPULEADA Y SIN FUERZAS. ES DEMASIADO DOLOROSO Y BRUTAL"
Sin propiedades y sin ahorros, la expresidenta se sobrepone a su lapidación pública aplicando la máxima que aprendió tras su accidente de moto.
Lleva más de 30 años dedicada a la política, pero Cristina Cifuentes (Madrid, 1964) no tiene vivienda en propiedad ni ahorros ni dinero en paraísos fiscales. Por no tener, no tiene ni siquiera un vehículo a su nombre. La ruina política y personal a la que la expresidenta de la Comunidad de Madrid tiene que hacer frente desde que sus enemigos la sacaron de la vida pública de la forma más miserable posible es todavía de dimensiones impredecibles. Ella misma ha definido sus sentimientos a su entorno más cercano: "Me siento vapuleada y sin fuerzas. Es demasiado doloroso y brutal".
Hija de militar y ama de casa, Cifuentes es la séptima de ocho hermanos. Madre de dos hijos veinteañeros, Cristina y Javier, se casó hace más de tres décadas con Javier Aguilar, un arquitecto devorado por la crisis económica. Ella misma desveló hace unos meses en el programa de Bertín Osborne parte del drama familiar al que ahora también tiene que hacer frente: "Mi marido ha estado en el paro mucho tiempo. No ha ingresado un duro porque lo invertía en el estudio de arquitectura, pero le deben mucho dinero".
Desde que llegó a lo más alto de la política, Cristina Cifuentes se convirtió en el sustento de esa familia que llegó a vivir en las instalaciones de la Delegación del Gobierno durante su época al frente para poder sufragar con la nómina las abultadas deudas del negocio de su pareja. Una vez que llegó a la Puerta del Sol cuando ganó las elecciones, se alquiló un piso en el madrileño barrio de Malasaña. Es el refugio que ha encontrado ahora para intentar recomponerse de "tantos ataques, tantas y tantas mentiras" que precedieron a su entierro definitivo como política.
En la declaración de bienes que presentó a la Asamblea cuando fue nombrada presidenta de la Comunidad de Madrid, declaró tener en la cuenta corriente 26.392 euros. Pero ella misma ha confesado en programas de televisión posteriores que "en mi cuenta corriente debo de tener 900 euros". "Ni un duro", remarcan desde su círculo más cercano al mismo tiempo que subrayan que "Paco Granados escondía un millón de euros en el altillo de la casa de su suegro y Nacho González, además del ático, millones en paraísos fiscales". Sin embargo, quien se ha ido de la manera "más denigrante posible ha sido ella, por dos cremas de 40 euros. Si no hubiera removido el pasado... seguiría aquí", se lamentan ahora algunos de los que animaron a la exbaronesa a sacar todos los trapos sucios que se encontrase en los cajones de la Comunidad de Madrid.
Por encima de todas las cosas, a Cifuentes le ha obsesionado siempre su trabajo y la política. Llevaba más de 30 años militando en el Partido Popular, un partido que en los momentos más duros le ha dado literalmente la espalda. La mayor decepción se la ha llevado del presidente Mariano Rajoy, que no tuvo ni el detalle de telefonearla para pedirle que se marchara y envió en su nombre a María Dolores de Cospedal.
Ella era la primera que llegaba al despacho todos los días y la última en irse. Ni siquiera disfrutaba de unos días de vacaciones porque "su mejor divertimento era estar trabajando, en el despacho o en el partido". Pero de nada sirvieron tantas y tantas horas dedicadas a mejorar la vida de los madrileños. Ella siente que toda su carrera profesional ha sido borrada de un plumazo por un "linchamiento sin precedentes" que no han sufrido "ni delincuentes como el Dioni". La primera vez que faltó a una reunión fue en Semana Santa, cuando su imagen ya empezó a destruirse a una velocidad de vértigo por el escándalo del máster.
Vestida de Zara, no de Prada
Cifuentes ha mantenido como filosofía de vida que no necesita mucho para vivir y siempre ha defendido que podría volver en cualquier momento a su puesto como funcionaria a la universidad pública. Ironías del destino. De momento mantiene su escaño en el Parlamento autonómico, un puesto que le permite estirar un año más un buen sueldo (3.500 euros mensuales) y ser aforada al menos hasta mayo de 2019, cuando se celebrarán las próximas elecciones. Ella todavía no tiene claro si seguirá como diputada rasa hasta el final de la legislatura. Es consciente de que a la dirección nacional del Partido Popular tampoco le gusta la idea de que mantenga el escaño "que sí le permitieron a Isabel González", la hermana del expresidente detenido en la Operación Lezo, recuerdan los defensores de la expresidenta.
Tras viralizarse el vídeo del robo en el supermercado, se extendió también el falso mito de que Cristina Cifuentes era "una señora vestida de Prada robando". Es cierto que a la expresidenta le gusta la moda e ir bien vestida, pero en su armario predominan prendas de Zara, Mango o Adolfo Domínguez, marcas de cabecera de la mayoría de las españolas.
"Cuando pierdes el miedo a la muerte"
"Cuando pase el tiempo quizá vea las cosas de otra manera", se confiesa Cifuentes a su círculo más cercano. Ella espera que esta enorme herida no supure toda la vida. Todos, hasta sus rivales políticos, coinciden al describir el capítulo final de la vida política de la expresidenta madrileña: "No se merecía irse así. Ha sido una buena presidenta que no ha robado. Y ha gestionado bien. Pero tenía demasiados enemigos encerrados en el armario", se lamenta abiertamente un contrincante.
Cristina Cifuentes intenta como puede sobreponerse a su fatídico final político. La madrileña que hace tan solo dos meses parecía bien posicionada para disputar el liderazgo del Partido Popular a Mariano Rajoy sobrevive aplicándose a sí misma las lecciones que aprendió del accidente de moto que sufrió hace cinco años, el que casi le cuesta literalmente la vida. "Aprendes a relativizar. Lo peor no es el dolor. Lo peor es el miedo. Cuando pierdes el miedo a la muerte se lo pierdes a todo", decía siempre que hablaba de aquel trágico episodio. Pensar en aquellos días en la UCI, cuando se perdonó a sí misma de todo, es la única experiencia que le puede ayudar para superar algún día su cruel lapidación política en plaza pública.
https://www.elespanol.com/espana/politica/20180429/cifuentes-siento-vapuleada-sin-fuerzas-demasiado-doloroso/303470118_0.htmlEl PP no quiere a Cifuentes ni como diputada autonómica
Creen que daña la imagen del partido y esperan que termine renunciando
En las filas populares temen no recuperarse y perder Madrid en 2019. Pero en Génova recuerdan que queda un año y depende de la candidatura. Algunos ya miran hacia Soraya Sáenz de Santamaría
A muchos dirigentes les preocupa “la decadencia” del PP
En Génova no contemplan que Cristina Cifuentes siga siendo presidenta del PP de Madrid. Aunque dicen que van a ir por partes. Primero toca resolver el tema de la Comunidad y luego abordar el de la formación regional. De todos modos muchos piensan que lo mejor para el partido sería una gestora. Hay incluso quien ve ya al frente a Juan Carlos Vera, un dirigente popular que ha controlado varias. De ese modo dejarían bien claro quién manda y ganarían tiempo.
Aunque ahora mismo lo que más preocupa en el PP es que Cifuentes siga siendo diputada autonómica. El coordinador general de los conservadores, Fernando Martínez Maillo, ha señalado que ella lo ha pedido y le parecía algo “legítimo y normal”. Pero sus compañeros no opinan lo mismo. No la quieren en la Asamblea madrileña. Sostienen que daña la imagen de su partido. Esperan que “se desplome” y termine renunciando al escaño. Y se mantiene, comentan que ya llegará el momento de elaborar las listas y no la incluirán en ellas.
En las filas populares están muy afectados por todo lo ocurrido. Hablan de “decadencia” en el PP. Consideran que lo sucedido les va a pasar una gran factura. Temen perder Madrid en las elecciones de 2019 y que esta situación, por contagio, les arrastre hacia el abismo en todos los territorios.
En la sede nacional tratan de calmar los ánimos. Recuerdan que un año en política es una eternidad y que el resultado dependerá mucho de quién sea el candidato. El exministro José Manuel García Margallo ha apuntado este jueves el nombre de Soraya Sáenz de Santamaría. Algo muy comentado entre los diputados. Algunos parlamentarios creen que lo ha hecho porque quien fuera titular de Exteriores tiene mucha manía a la vicepresidenta. Pero otros, tras detenerse a pensar en ello, admiten que les parecería “una buena solución”.http://cadenaser.com/ser/2018/04/26/politica/1524756878_916485.html
EL PP SE DESANGRA POR MADRID
El PP de Madrid lleva más de una década siendo una preocupación para la dirección nacional de los conservadores
La crisis protagonizada por Cristina Cifuentes, cuyo aterrizaje en el partido pretendía marcar un antes y un después, deja al PP en una situación extremadamente delicada a un año de las elecciones
Rajoy tendrá que ponerse a buscar nuevos candidatos, hacer frente a los avances judiciales de todos los escándalos que se arrastran desde hace años y levantar el ánimo de una militancia que teme la victoria de Ciudadanos
El Partido Popular de Madrid lleva años iniciando partidas que después regresan a la casilla de salida. Escándalo a escándalo. Dimisión a Dimisión. La última ha sido la de Cristina Cifuentes, la política que se presentó y fue presentada como la vacuna para todos aquellos elementos que habían conducido al partido a perder su mayoría absoluta en la Comunidad. La candidata para asegurarse la mayoría absoluta en mayo de 2019. Y, por qué no, para pelear por la sucesión de Mariano Rajoy. También, un pasaporte para la tranquilidad del presidente del PP, que lleva más de una década sin controlar a un PP de Madrid envuelto en escándalos de corrupción, peleas de egos y permanentes desafíos a la dirección nacional. Todo esto se ha ido derribando en el último mes y terminó este miércoles por evaporarse del todo.
Es en este contexto en el que se entiende la reacción de Mariano Rajoy nada más conocerse la renuncia de Cifuentes. A su llegada al Congreso para presenciar el arranque del debate de totalidad de los Presupuestos quiso zanjar el asunto asegurando que "a partir de ahora se abre una nueva etapa en la Comunidad de Madrid". Y que esperaba "que estas cosas no vuelvan a producirse nunca".
No precisó Rajoy a qué "cosas" se refería. Pero Cifuentes dimitía un mes después de estallar el escándalo de su máster en la Universidad Rey Juan Carlos y pocas horas después de que se difundiera un vídeo de 2011 en el que es cazada por un vigilante de seguridad de un supermercado de Vallecas tras, supuestamente, haberse guardado en el bolsos dos cremas antiarrugas.
Las fuentes del PP consultadas por infoLibre no recuerdan una respuesta tan "dura" de su jefe de filas tras la dimisión de un cargo del partido. Él mismo había dado órdenes a María Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, de que se trasladase a la madrileña Puerta del Sol, sede del Gobierno regional, para asegurarse de que renunciaba antes de las 12.00. La hora a la que él tenía previsto entrar en el hemiciclo del Congreso para escuchar el discurso del ministro Cristóbal Montoro.
"No podía seguir aguantando"
Hasta este momento, Rajoy había asistido como testigo silente a una pelea interna en el PP entre quienes le pedían que dejase caer a Cifuentes para no perjudicar más al partido y quienes le reclamaban que aguantara. Que ya estaba bien de "entregar cabezas" a los "oportunistas" de Ciudadanos. Estaba dispuesto a estirar el chicle hasta las puertas de la moción de censura planteada por el PSOE, a principios de mayo, para dejar que el partido de Albert Rivera se retratase atacando, además, a la oposición a golpe de refrán –"Consejos vendo, que para mí no tengo"–, pero el vídeo, difundido por Okdiario, lo precipitó todo. No sólo por el contenido del material en sí. Sino por lo que podría estar por llegar. "Ni ella podía seguir aguantando, ni el partido. Así de claro", resume un miembro de la dirección nacional.
Sociólogos, polítólogos y políticos de todos los partidos coinciden en que en el caso de Cifuentes se ha producido una especie de "tormenta perfecta". Los escándalos que ha protagonizado son fácilmente entendibles por el ciudadano de a pie. No se trata de una maraña de informes jurídicos y policiales, sino de algo tan de andar por casa como un título universitario y un par de cremas. Pero a esa "tormenta perfecta" se suma el hecho de que tenga lugar en la Comunidad de Madrid, región en la que que todo lo que ocurre tiene una mayor repercusión política, social y mediática. También, la proximidad de unas elecciones municipales y autonómicas en las que, por mucho que diga Rajoy a los suyos, está instalada la idea de que el daño que les va a hacer Ciudadanos va a ser "tremendo". No sólo en la Comunidad de Madrid, considerada junto al Ayuntamiento la joya de corona, sino en toda España.
Un partido instalado en el pesimismo
Si hace un año, recién elegida Cifuentes presidenta del PP de Madrid, los conservadores consideraban que estaban en disposición de volver a las mayorías absolutas en la Comunidad, ahora el pesimismo en la formación es total. "Miramos el mapa de España y sólo tenemos mayoría absoluta en Galicia. Recuperar la Comunidad Valenciana es casi imposible, por no decir imposible; de Madrid, ni hablemos. Y en muchas encuestas internas Ciudadanos nos da un repaso considerable...", valora un dirigente regional.
"Un año en política es una eternidad. Pero mucho tienen que cambiar la cosa para que nos recuperemos en Madrid", añade un diputado.
En la agenda política y mediática, el caso de Cifuentes lo ha eclipsado todo: desde la situación en Cataluña hasta el primer tramo del debate de las cuentas públicas para 2018. Y, en clave interna de partido, lo mismo. Dirigentes nacionales, regionales y locales se trasladaron hace casi un mes a Sevilla, para celebrar una convención del PP en la que el caso del máster de la presidenta madrileña tapó cualquier otro tipo de mensaje o debate.
"Ya basta. Primero fue Ignacio González, luego Granados, luego tuvo que dimitir Aguirre. Rajoy tiene que tomarse muy en serio Madrid porque no estamos para ir tirando por la borda a comunidades que han sido nuestro caladero de votos", lamenta un dirigente conservador. La misma fuente destaca que los dos primeros estuvieron en la cárcel y que la instrucción de los casos Lezo y Púnica continúa y dará todavía "más de un susto" y que mientras que ambos "campaban a sus anchas por Madrid", Aguirre "era ajena a sus actos".
"Fuego amigo"
Precisamente a ese pasado tan reciente del PP madrileño, a la etapa de Aguirre, González y Granados, dirigían este miércoles la mirada muchos cargos conservadores. Coinciden en que la llegada de Cifuentes fue "un parche", sobre todo porque, por mucho que haya intentado desmarcarse de sus antecesores, todos compartieron décadas militando en las filas del PP de Madrid y entre todos ellos quedaban "cuentas por resolver" por "problemas y diferencias enquistadas con el paso de los años".
"Cristina ha levantado muchas ampollas llevando a los tribunales algunos de los episodios de la gestión de Ignacio González [Canal de Isabel II] y Esperanza Aguirre [Ciudad de la Justicia] porque, por mucho que se haya dicho lo contrario, el PP de Madrid lleva mucho tiempo sin ser una formación cohesionada", destaca un diputado en la Asamblea. En el entorno de la ya expresidenta madrileña llevan semanas apuntando a estas cuestiones como posible origen de la estrategia de "acoso y derribo" a la que consideran que ha sido sometida, según palabras de la propia Cifuentes. El famoso "fuego amigo".
El principal temor de Génova ahora es que las costuras del PP de Madrid, a punto de romperse por estos últimos escándalos, estallen. Con la llegada de Cifuentes, los diferentes sectores de la formación regional, donde dominaban los aguirristas, se pusieron en 'modo silencio' para no ver perjudicados sus puestos institucionales o en el partido, pero ahora impera el nerviosismo, sobre todo en un momento en el que en breve tocará designar candidatos y elaborar listas. Conscientes de este contexto, en la dirección nacional del partido estudian la posibilidad de tomar el control del PP de Madrid con una gestora. Sería la segunda en pocos años. La propia Cifuentes dimitió de la gestora del PP de Madrid tras la marcha de Esperanza Aguirre poco antes de presentarse como candidata a presidir la formación. Acaba de cumplir un año como presidenta electa.
El temor también se extiende al Gobierno de la Comunidad de Madrid. En el entorno de Rajoy no tienen nada claro que Ángel Garrido deba ser el sustituto temporal de Cifuentes mientras se agota la legislatura. "El presidente está harto de sorpresas y no podemos errar de nuevo", dice un diputado madrileño. Otro, con ironía, resume el panorama: "Hay pocos posibles candidatos sin pasado", recordando que el grueso de los cargos con posibilidades tienen sus orígenes políticos en la etapa de Aguirre.
¿Fisuras en el PP y en el Gobierno?
Y, para cerrar el círculo, está por ver cómo se digiere esta crisis en la dirección nacional del PP. El Comité de Dirección ha exhibido una clara división sobre cómo debía gestionarse el caso del máster. Cospedal era partidaria de resistir y de que la formación protegiese a Cifuentes. En el grupo opuesto ubican las fuentes consultadas a Fernando Martínez-Maillo, número tres del partido. Las relaciones entre ambos no son las mejores desde que Rajoy nombró al vicesecretario de Organización también coordinador general en el XVIII Congreso Nacional del PP, celebrado en Madrid hace más de un año. Como tampoco lo son las relaciones entre la secretaria general y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. Ésta tampoco ha destacado precisamente por su defensa a la expresidenta madrileña y en algunos sectores conservadores ha sido señalada, por estar bajo su control los servicios de inteligencia del Estado, como una de las protagonistas de ese "fuego amigo".
Las próximas decisiones
Antes del Dos de Mayo, día de la Comunidad de Madrid, no habrá novedades sobre el futuro del Gobierno regional ni sobre el del PP madrileño. Todavía hay tiempo para que Génova decida quién debe sustituir a Cifuentes y proponérselo a Ciudadanos, señalan. También para pensar en la "mejor solución" para la formación.
Sobre la permanencia de Cifuentes como diputada, en su entorno señalan que "no hay novedades", que todo sigue igual y que su intención, de momento, es no renunciar. El aforamiento sería una garantía si finalmente es imputada por el caso de la cafetería de la Asamblea.
Más lejos en el tiempo, pero con urgencia, Rajoy tiene que resolver las candidaturas para la Comunidad y el Ayuntamiento. "Teníamos el tándem perfecto: Cifuentes y Pablo Casado para Comunidad y Ayuntamiento. Y se ha desmoronado todo", se lamentan en el PP de Madrid.
A día de hoy no está nada claro. Incluso Pablo Casado ha saltado a las quinielas de la Comunidad y se ha llegado a hablar de mantener a José Luis Martínez Almeida, portavoz del PP en el consistorio, como candidato al Ayuntamiento. En Génova están satisfechos con su trabajo. Pero su principal problema es que "es muy poco conocido" por los madrileños.
La principal incógnita es si Rajoy se atreve a tocar el Consejo de Ministros para buscar candidatos para Madrid, dada la relevancia de la región. "Cuando Aguirre llegó a la Comunidad ya había sido ministra y presidenta del Senado. Todo es posible", destaca un barón territorial.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/04/26/el_desangra_por_madrid_82143_1012.html
LA DIMISIÓN DE CIFUENTES ALTERA SU POSICIÓN EN EL TABLERO JUDICIAL
La todavía jefa del PP de Madrid pierde su aforamiento ante el Supremo, el único tribunal que puede investigar a los presidentes de esa comunidad
Si el juez de 'Púnica' viera finalmente indicios de delito en su papel para adjudicar un contrato a un donante del PP, sería investigada por él mismo o por el TSJ madrileño si se aferra a su escaño
Un año después de que un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil implicara a Cristina Cifuentes en un plan para "favorecer de manera preconcebida" en 2009 a un empresario donante del PP con un contrato de la Asamblea de Madrid, no solo su posición política ha cambiado por completo. Acorralada por los indicios de falsedad que ya habían aflorado respecto a su máster en la Universidad Rey Juan Carlos, su dimisión tras el vídeo que muestra cómo fue descubierta tras haber robado supuestamente cremas en un supermercado ha modificado también su lugar en el tablero judicial de la Operación Púnica. Y también en el prejudicial del caso máster, cuyas diligencias de investigación se encuentran todavía en una fase incipiente bajo la batuta de la Fiscalía del área de Móstoles, el municipio donde tiene su sede principal la Rey Juan Carlos.
¿Le acerca la dimisión como jefa del Ejecutivo madrileño al plantel de imputados en Púnica, que ya rondan la cifra de 150? Esa es una incógnita sobre la que guarda absoluta reserva la Fiscalía Anticorrupción, que en la práctica lleva el timón de las investigaciones y con la que mantiene una estrecha sintonía el juez instructor.
¿Afectará de algún modo lo sucedido con Cifuentes a la declaración que este jueves prestará ante el juez la ex directora de comunicación de los Gobiernos de Esperanza Aguirre e Ignacio González, la periodista Isabel Gallego? ¿Y a la que prestará el viernes Francisco Granados, consejero de Interior cuando en 2011 se captó el vídeo que ha hecho caer a Cifuentes, a la que ya ha involucrado en la presunta financiación ilegal del PP? ¿Dispararán los cercanos a la expresidenta contra aquellos a los que culpan de haber defenestrado a su jefa con unas imágenes que no solo la rematan políticamente sino que, de manera objetiva, persiguen su deshonra personal? Tampoco para esos interrogantes hay de momento respuesta.
En medio de las preguntas se erige por ahora solo una certeza: de los tres miembros del comité de expertos que inclinaron la balanza de aquel contrato de la Asamblea de Madrid -la gestión de la cafetería del edificio- solo uno no está imputado: Cristina Cifuentes, que dirigía las sesiones del comité por su condición de vicepresidenta primera de la Cámara madrileña.
Hasta este miércoles, Cifuentes gozaba de aforamiento ante el Tribunal Supremo, el único al que el Estatuto de Autonomía de Madrid atribuye competencias para investigar a los presidentes de esa comunidad. Ahora, y mientras conserve su escaño de diputada regional, seguirá aforada ante el Tribunal Superior de Madrid. Pero si Cifuentes entrega el acta bien por voluntad propia, bien porque el PP la forzase a ello para no dar nuevas bazas a la oposición, su destino quedará directamente en manos del juez Manuel García Castellón.
Y ese juez, instructor de Púnica, es el que hace menos de tres semanas dictó un auto en el que, utilizando una especie de meandro retórico, sostuvo que Cifuentes no debería haber participado en el comité de expertos que en 2009 y mientras ella misma ocupaba la Vicepresidencia Primera de la Cámara Autonómica dictaminó que la gestión de la cafetería de la Asamblea de Madrid debía otorgarse al empresario Arturo Fernández, donante habitual del PP a través de la fundación pantalla Fundescam. Para sostener ese argumento, el juez dio el siguiente rodeo: afirmar que una de las funcionarias investigadas -imputadas- por ese contrato "no apreció" la "incompatibilidad de ser miembro de la mesa de contratación y del comité de expertos de doña Cristina Cifuentes". Y que lo sigue sin estar claro es si no apreció esa incompatibilidad "por ignorancia o con intencionalidad".
¿Acelerará la Fiscalía la eventual imputación de Cifuentes? A la vista de cómo se han precipitado los acontecimientos no parece probable que las fiscales del caso, Carmen García y Teresa Gálvez, ni su jefe, Luzón, vayan a tomar una decisión inmediata: fuese la que fuese, sobre todo si resultara perjudicial para Cifuentes, difícilmente podría la Fiscalía aislarla del terremoto político provocado por el máster y, luego, por el sórdido vídeo captado en un supermercado de Vallecas en 2011.
Con pies de plomo
Los antecedentes más cercanos del caso –la pugna abierta en el Supremo en torno a la senadora Pilar Barreiro, cuya imputación pidió Anticorrupción con un prolijo informe y que ha topado con la solicitud de sobreseimiento planteada por el ministerio público en el alto tribunal, ante el que está aforada la exalcaldesa de Cartagena– apuntan a que el equipo que dirige Alejandro Luzón irá con pies de plomo.
Juristas que siguen de cerca el caso Púnica aseguran que uno de los riesgos que la fiscalía especializada busca conjurar es el fraccionamiento de la causa y su reparto entre distintos tribunales. Porque ese troceamiento implica -o puede hacerlo- que los tribunales ante los que gozan de aforamiento los distintos cargos políticos susceptibles de ser imputados -y Cifuentes lo es aún- pierdan lo que algunas fuentes denominan con benevolencia "la perspectiva de conjunto". Y que acaben así minusvalorando los indicios recopilados por la UCO y la Fiscalía. Pero, de momento, esa es la teoría general. Y en lo que respecta a Cifuentes, la Fiscalía no ha adoptado aún ninguna posición oficial.
Fechado en marzo de 2017, el informe de la UCO que ya hace un año colocó en la cuerda floja a Cifuentes y su posterior ampliación contiene una grave acusación: que el comité de expertos de la Asamblea, comité al que pertenecía Cifuentes al tiempo que presidía la mesa de contratación de esa institución pública, maniobró en beneficio de Fernández. En la licitación, hubo "una pluralidad de acciones por parte del comité de expertos que tuvieron como única finalidad la de favorecer de manera preconcebida a la empresa Grupo Cantoblanco Colectividades SL en ambos procesos [el de 2009 y el de 2011] y decidir de antemano la adjudicación de los mismos".
Una vez vio la luz el citado informe policial que aconsejaba su imputación por aquel contrato y por otro otorgado al mismo empresario en 2011, la todavía presidenta regional del PP se lanzó en tromba contra la UCO, a la que acusó de haberse embarcado en una "sucesión de juicios de valor sin fundamento jurídico".
El documento destacaba que Cifuentes, vicepresidenta de la Asamblea de Madrid durante la adjudicación de sendos contratos, simultaneó la presidencia de la mesa de contratación de la Cámara con su pertenencia al comité de expertos encargado de valorar las ofertas para la gestión de la cafetería, "circunstancia contraria a la legalidad", subrayaba la Guardia Civil.
La UCO va más allá y se muestra tajante en cuanto al grado de participación en el presunto amaño que atribuye a la jefa del Ejecutivo madrileño: tanto ella como otra empleada de la Cámara que dieron su visto bueno a la baremación favorable a Arturo Fernández "tuvieron que ser directas partícipes y conocedoras" de un dato que el informe explica con lujo de detalles: que a la empresa que rivalizaba con la del entonces dirigente patronal, Clece, se la había penalizado con un 0 en dos de los cinco criterios establecidos bajo la "falsa argumentación" de que no había presentado la documentación exigida en ambos apartados. Perteneciente al grupo de Florentino Pérez, Clece no recurrió la adjudicación a la empresa de Arturo Fernández.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/04/26/la_dimision_cifuentes_altera_posicion_tablero_judicial_82152_1012.htmlCIFUENTES COMUNICA A LA ASAMBLEA DE MADRID QUE SEGUIRÁ COMO DIPUTADA CON "DEDICACIÓN EXCLUSIVA"
De momento Cifuentes mantiene tanto el acta de diputada como la presidencia del PP de Madrid, algo que ya ha comunicado a sus compañeros de Grupo y a la dirección del partido madrileño
La expresidenta de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes ha comunicado a la presidenta de la Asamblea de Madrid, Paloma Adrados, que tras su renuncia a seguir dirigiendo el Gobierno regional continuará como diputada con "dedicación exclusiva".
Así consta en el escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, que se ha registrado en la tarde de ayer, en concreto, a las 16.05 horas, en la Asamblea, haciéndose efectiva la dimisión comunicada este miércoles por la mañana a los medios de comunicación.
En el escrito, enviado a Adrados, Cifuentes se dirige a ella como "querida Paloma" y aparece tachada la palabra inicial "presidenta", como se dirigía en principio a la máxima responsable de la Asamblea.
Continúa señalando que tras su "renuncia" al cargo de presidenta de la Comunidad de Madrid, le comunica que desde que se haga formalmente efectiva, su dedicación como diputada en la Asamblea de Madrid será en régimen de "dedicación exclusiva". Termina el escrito mandándole un "fuerte abrazo".
Fuentes conservadoras han señalado que de momento Cifuentes mantiene tanto el acta de diputada como la presidencia del PP de Madrid, algo que ya ha comunicado a sus compañeros de Grupo y a la dirección del partido madrileño.
https://www.infolibre.es/noticias/politica/2018/04/26/cifuentes_comunica_asamblea_madrid_que_seguira_como_diputada_con_dedicacion_exclusiva_82168_1012.htmlTOCADA POR UN MÁSTER FALSO, HUNDIDA POR UN VIEJO VÍDEO
La ya expresidenta, acorralada 35 días por el escándalo de sus estudios, dimite tras publicarse que se llevó dos botes de crema de un supermercado
"Me llevé por error y de manera involuntaria unos productos por 40 euros", ha dicho este miércoles la ya expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Dos botes de crema facial que aparecieron en su bolso sin pasar por caja en un supermercado situado frente a la Asamblea de Madrid, en Vallecas. El vídeo de 2011 en el que ella entra en un cuarto con un guardia de seguridad, vacía el bolso y cuenta dinero la ha empujado a dimitir, de momento, de su cargo principal. Lo hace denunciando que las imágenes, publicadas por OkDiario y que nunca llegaron a manos de la Policía Nacional, circulaban desde hace años y corresponden a una trama: “Todos ustedes saben que he sido espiada”.
Su dimisión llega, no obstante, después de más de un mes en el centro de la polémica por distintas informaciones relacionadas con las irregularidades de un máster universitario de derecho autonómico en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC) que figuraba en su currículo como cursado en 2011-2012. Una historia en la que concurre un trato de favor con actas falsificadas, notas cambiadas a destiempo y aprobados sin exámenes ni asistencia a clase. Apenas una semana atrás, el pasado 19 de abril, la presidenta admitió que la Universidad le había dado “facilidades” para conseguirlo. Ese mismo día, en un nuevo intento de paso hacia adelante, anunció que renunciaba al título (algo que no puede hacer porque es la Universidad la única con potestad de retirarlo).
El pasado 21 de marzo comenzó su calvario y la huida hacia adelante. Ese día, eldiario.es publicó la primera información sobre las irregularidades del supuesto máster en la Universidad pública madrileña que nació ligada al PP.
El primer titular fue “Cristina Cifuentes obtuvo su título de máster en una universidad pública con notas falsificadas”. A media mañana de ese mismo 21 de marzo, dos catedráticos y el rector de la Rey Juan Carlos comparecieron para defender a “la alumna de referencia” [no la citaron por su nombre] y asegurar que todo se debía a un “error de transcripción”. A las 20.30, tras toda una jornada de silencio por parte de la presidenta, el equipo de Cifuentes envió a los medios unos documentos con los que pretendía defender su inocencia. Unos papeles que, sin embargo, acabaron ahondando en las excepcionalidades de su título.
Entre los papeles, un correo en el que el catedrático Pablo Chico [profesor de una de las asignaturas cuyas notas fueron modificadas] reclamaba a la funcionaria Amalia Calonge que le cambiaran las calificaciones –un procedimiento que se tiene que hacer con actas firmadas y de forma oficial y no a través de un correo y dos años después de acabado el curso-. También envió a los periodistas el certificado del pago de tasas –que demostraría que se matriculó en diciembre y aprobó algunas de las materias cursadas cuando ni siquiera era alumna-. En tercer lugar, y quizá el documento más definitivo, está el acta de defensa del Trabajo de Fin de Máster, del que también se cambió la nota tres años después.
Ese acta fue elaborada de forma extemporánea ese 21 de marzo de 2011 y con tres firmas de las que al menos dos han resultado ser falsas según sus autoras, las profesoras Clara Souto y Alicia López de los Mozos. Esta última lo ha ratificado ya ante la policía, después de que la URJC derivara parte de la investigación que abrió a la Fiscalía. Las dos docentes son discípulas, junto con Cecilia Rosado, del catedrático de Derecho Constitucional de la URJC, Enrique Álvarez Conde, responsable del máster de la presidenta y del Instituto de Derecho Público, un organismo autónomo de la URJC en el que actuaba como dueño y señor sin rendir cuentas, que convirtió en un supermercado de titulaciones, y del que ha sido apartado de forma cautelar por este escándalo.
Las imágenes de la presidenta con el bolso abierto en el cuartito de seguridad han precipitado su salida, según ha confesado ella este miércoles. Tenía previsto irse el 2 de Mayo, tras la celebración del Día de la Comunidad de Madrid, con la presión de la oposición encima y con la sombra de una moción de censura inminente planeando sobre su cabeza.
Ahora dimite como presidenta regional y mantiene, de momento, tanto su acta como diputada como su puesto de presidenta del PP de Madrid. Lo hace tras 35 días en los que permaneció primero huida de la prensa [la primera vez compareció tras un plasma, al más puro estilo Rajoy] y después aferrada a un relato de su inocencia defendido cada vez con menos ahínco.
Cifuentes intentó mantener, como dijo el primer día, que ella era la "víctima" de un ataque "absolutamente injusto" pese a que la propia universidad abrió una investigación sobre el caso apenas horas después de haberla defendido. Y la dejó sin coartada el 6 de abril. A Cifuentes, que no ha mostrado en todo este tiempo ni su trabajo ni pruebas documentales de las citas o acuerdos con sus profesores, le pidieron que se marchara hasta las universidades. “Si dicen tener un máster, deben garantizar que lo tienen, y si dicen que lo tienen y no lo tienen es motivo de dimisión de su cargo público”, pidió sin citarla el presidente de la Conferencia de Rectores CRUE, Roberto Fernández, donde están representado el grueso de los campus públicos y privados.
La noche de aquel 21 de marzo, después de un inusitado silencio de horas, la presidenta se grabó a sí misma sentada en su despacho en un vídeo de Periscope: “A quienes queréis que me vaya: no me voy, me quedo, voy a seguir siendo vuestra presidenta”. Se equivocaba. Dos botes de crema que aparecieron “por error” en su bolso le han dado la puntilla definitiva para abandonar el poder
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/25/actualidad/1524667307_645734.htmlTRES SEMANAS PARA ENCONTRAR UN NUEVO PRESIDENTE DE MADRID
La salida de Cifuentes abre un proceso de sustitución que deja su Gobierno en funciones hasta la celebración de un nuevo pleno de investidura
La dimisión de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid abre una situación de provisionalidad en el Gobierno regional y en la Asamblea que requerirá la puesta en marcha de un mecanismo de sustitución similar al que se siguió tras la dimisión de Esperanza Aguirre en 2012. Una vez que se formalice la salida de Cifuentes, el consejero de Presidencia y número dos del Gobierno, Ángel Garrido, asumirá la presidencia interina hasta que la Asamblea regional acoja un nuevo pleno de investidura en un plazo máximo de 22 días. El actual equipo de Gobierno quedará en funciones hasta entonces.
Según el artículo 182 del reglamento de la Cámara regional, la presidenta de la Asamblea, la popular Paloma Adrados, tiene 15 días para, después de una ronda de consultas con los portavoces de los distintos partidos, proponer un candidato a presidente autonómico. Una vez que se designe ese candidato o candidata, se celebrará una sesión de investidura "que tendrá lugar entre el tercer y el séptimo día siguiente".
Para la designación de un nuevo presidente o presidenta de la Comunidad se requiere mayoría absoluta en la primera votación, es decir, 65 votos, lo que de nuevo convierte a Ciudadanos en la formación decisoria. Con el reparto de escaños actual (PP:48, PSOE: 37 Podemos: 27, Ciudadanos: 17), el Partido Popular no tiene mayoría en la Cámara. Si no se alcanzase un acuerdo en la primera votación, tendrá que repetirse 48 horas después y en este caso bastaría una mayoría simple para la designación de presidente.
En el hipotético escenario de que ningún candidato obtuviese la confianza de la Cámara en los dos meses posteriores a la primera votación, habría que convocar nuevas elecciones que abrirían la puerta a una legislatura exprés: el mandato tendría como límite las elecciones autonómicas de mayo de 2019 que renueva los parlamentos de todas las autonomías menos Galicia, País Vasco y Cataluña.
Moción de censura neutralizada
Otro de los efectos inmediatos de la salida de Cifuentes, que hasta ahora no ha aclarado si también renuncia al acta de diputada regional y a la presidencia del PP de Madrid, es la neutralización de la moción de censura que promovió el PSOE y que hoy, 19 días después de su presentación formal, seguía sin fecha fijada.
Con la renuncia a su cargo de la hasta ahora presidenta, el procedimiento que el grupo socialista registró en la Asamblea madrileña el pasado 6 de abril pierde automáticamente su razón de ser al haberserse presentado contra Cristina Cifuentes. De haber prosperado, esa moción habría puesto en riesgo el gobierno del PP en uno de sus feudos históricos. La propia Cifuentes lo ha dejado claro en su comparecencia de este miércoles: "Doy un paso atrás para evitar que la izquierda gobierne en Madrid".
Poco después de anunciarse la salida de Cifuentes, el portavoz socialista, Ángel Gabilondo, ya se ha postulado como aspirante a presidente autonómico. "Yo estoy dispuesto, si el grupo (parlamentario socialista) está dispuesto, encantado", ha señalado. Queda por ver si el candidato o candidata que presente el Partido Popular encaja con las exigencias de "limpieza" que ha planteado el líder de Ciudadanos, Albert Rivera y Ciudadanos se decanta por seguir sosteniendo al PP hasta el final de la legislatura.
https://elpais.com/ccaa/2018/04/25/madrid/1524647287_335004.htmlCIUDADANOS APOYARÁ UN "CANDIDATO LIMPIO" DEL PP PARA SUCEDER A CIFUENTES
Albert Rivera cierra la puerta a Ángel Gabilondo si el PP le propone un "candidato limpio"
Ciudadanos apoyará a un "candidato limpio" del PP y descarta la vía de Ángel Gabilondo a la que había abierto la puerta antes de la negativa de Cristina Cifuentes a dimitir; pero la renuncia de la dirigente conservadora supone para el partido de Albert Rivera un cambio de escenario que no justificaría ese apoyo al aspirante socialista. "Si el PP propone un candidato limpio, la investidura irá para adelante y no habrá ninguna posibilidad de que Ciudadanos apoye una investidura de Gabilondo", ha aclarado Rivera.
El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha afirmado este miércoles que la dimisión de Cristina Cifuentes como presidenta de la Comunidad de Madrid y su sustitución por un "candidato limpio" del PP al frente del Gobierno regional supondrían un cambio de escenario que ya no justificaría que el partido naranja apoyase la elección del socialista Ángel Gabilondo. Esas palabras se han producido minutos antes de la comparecencia de Cifuentes en la que ha anunciado su paso atrás.
"Si el PP propone un candidato limpio lo apoyaremos temporalmente", ha explicado Rivera que, sin embargo, ha querido dejar claro que en mayo de 2019 su partido intentará gobernar en Madrid.
En relación con lo ocurrido en las últimas semanas con Cifuentes, el líder de Ciudadanos ha acusado a Rajoy de "no querer mover ficha" y de "proteger nuevamente una trama de corrupción". Además, ha dicho que el Partido Popular ha entrado en un "bochornoso juego sucio".
Tras la renuncia pública, el portavoz de Ciudadanos en la Asamblea, Ignacio Aguado, ha abundado en esa idea: "Se abre un plazo de negociación con el PP para que propongan un candidato que gobierne de forma interina", ha expresado. "Esperamos que el PP proponga a un candidato alternativo cuanto antes y acabemos la legislatura con estabilidad por el bienestar de todos los madrileños", ha agregado.
Para Aguado lo realmente importante es que Cristina Cifuentes, la que era la máxima responsable de la Comunidad de Madrid, ha dimitido. "La dimisión era necesaria y llega tarde", ha asegurado el portavoz. También ha comentado que nadie del PP ha hablado con su grupo hasta el momento, pero que se imagina que en las próximas horas les "propondrán un candidato". "Pedimos un candidato limpio, espero que el PP encuentre a alguien", ha recalcado.
https://www.eldiario.es/politica/Rivera-Cifuentes-PP-Gabilondo-Madrid_0_764673884.html
RAJOY SOBRE LA DIMISIÓN DE CIFUENTES: "HA HECHO LO QUE TENÍA QUE HACER"
"Hemos oído sus explicaciones, ella tiene derecho a darlas, pero el PP a partir de ahora abre una nueva etapa en la Comunidad de Madrid",
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha dicho que Cristina Cifuentes "ha hecho lo que tenía que hacer" y lo que "era obligado en esta situación" nada más saltar la noticia de la dimisión de la presidenta de la Comunidad de Madrid. A su llegada al Congreso donde se inicia el debate de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, Rajoy ha expresado su confianza en que este tipo de situaciones "no vuelvan a ocurrir" y ha avanzado que el PP abre a partir de ahora una "nueva etapa" en la Comunidad de Madrid, sin aportar más detalles.
"Hemos oído sus explicaciones, ella tiene derecho a darlas, pero el PP a partir de ahora abre una nueva etapa en la Comunidad de Madrid", ha subrayado. Preguntado si se sentía "aliviado" por la marcha de Cifuentes, Rajoy no ha respondido.
Como es habitual, el jefe del Ejecutivo ha llegado al patio del Congreso en su coche oficial donde ya le esperaba una nube de periodistas y cámaras de televisión. En ese momento ya se conocía la dimisión de Cifuentes, ocurrida apenas unos segundos antes, aunque el presidente se ha bajado del coche sin hacer declaraciones y ha accedido a la llamada "zona de Gobierno" del Congreso, de uso exclusivo para los miembros del gabinete.
Apenas unos minutos después, Rajoy ha salido al pasillo para entrar en el hemiciclo y ha sido cuando ha hecho unos breves declaraciones a la multitud de informadores que le esperaban.
Cristina Cifuentes ha anunciado su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid tras varias semanas envuelta en la polémica por su máster de la Universidad Rey Juan Carlos y después de que hoy se haya publicado una información en la que se le atribuye un supuesto hurto en un supermercado en 2011.
https://www.elplural.com/politica/2018/04/25/rajoy-dimision-cifuentes-era-obligadaCRISTINA CIFUENTES RESISTE COMO PRESIDENTA DEL PP DE MADRID Y MANTIENE SU ESCAÑO DE DIPUTADA
"Quiero daros las gracias por el apoyo que siempre me habéis prestado y estoy segura de que seguiré teniendo como presidenta del partido en Madrid", afirma Cifuentes en un mensaje a su grupo parlamentario tras anunciar su dimisión
Génova pide "esperar" antes de anunciar decisiones sobre el futuro del PP de Madrid: "Vamos a tomar un tiempo de tranquilidad"
Aunque ya no es presidenta, Cifuentes no quiere renunciar de momento a su escaño en la Asamblea de Madrid y seguirá yendo a los plenos
Cristina Cifuentes ha dimitido como presidenta del Gobierno pero tiene intención de continuar como diputada y resistir frente del PP de Madrid. La exjefa del Ejecutivo no va a renunciar de momento a su escaño en la Asamblea y ha transmitido por mensaje a su grupo parlamentario y a la dirección del PP de Madrid su voluntad de continuar siendo presidenta del partido en la región.
"Os pido tranquilidad, a la espera de las decisiones que se irán tomando, como siempre de la mano de nuestro partido y su presidente", ha escrito Cifuentes a los suyos, a los que ha pedido "tranquilidad" y ha dado "las gracias por el apoyo que siempre me habéis prestado como Presidenta de la Comunidad y estoy segura de que seguiré teniendo como presidenta del partido en Madrid".
En el mensaje ha expresado que el único "motivo" de su dimisión es "impedir que se cumpliera la amenaza de Ciudadanos de permitir un Gobierno de la izquierda radical en Madrid; decisión que si bien ya tenía tomada para anunciar el día 2 (tras los actos institucionales de la CM), se ha precipitado ante el nuevo capítulo de esta campaña sin precedentes de linchamiento, acoso y derribo sobre mi persona".
De momento en Génova piden "esperar" antes de anunciar decisiones sobre el futuro del PP de Madrid. "Sé que hay muchas preguntas. Ahora mismo es un día complicado y difícil para ella y para el PP de Madrid. Vamos a esperar, vamos a tomar un tiempo de tranquilidad", ha dicho en este sentido el vicesecretario Fernando Martínez-Maillo.
El presidente Mariano Rajoy ha calificado esta mañana como "obligada" la dimisión que Cristina Cifuentes ha comunicado este mediodía. Según Rajoy, "Cristina Cifuentes ha hecho lo que tenía que hacer. Creo que era obligada su dimisión en esta situación", ha asegurado en los pasillos del Congreso de los Diputados.
Según fuentes consultadas de partido conservador, la formación tendrá que quedar en manos de una gestora a solo un año de las elecciones autonómicas a las que se aproximan sin candidatos. Sin embargo, los detalles sobre ese otro relevo están todavía por cerrar.
Este es el mensaje completo que ha enviado Cifuentes a su grupo:
Queridos amigos y amigas, como ya sabéis esta mañana he presentado mi dimisión como Presidenta de la Comunidad de Madrid. El motivo no es otro que impedir que se cumpliera la amenaza de Cs de permitir un Gobierno de la izquierda radical en Madrid; decisión que si bien ya tenía tomada para anunciar el día 2 (tras los actos institucionales de la CM), se ha precipitado ante el nuevo capítulo de esta campaña sin precedentes de linchamiento, acoso y derribo sobre mi persona.
Quiero daros las gracias por el apoyo que siempre me habéis prestado como Presidenta de la Comunidad y estoy segura de que seguiré teniendo como presidenta del partido en Madrid. Os pido tranquilidad, a la espera de las decisiones que se irán tomando, como siempre de la mano de nuestro Partido y su Presidente.
Un fuerte abrazo a todos.
https://www.eldiario.es/madrid/Cifuentes-presidenta-PP-Madrid-decisiones_0_764674059.html
CRISTINA CIFUENTES DIMITE COMO PRESIDENTA DE LA COMUNIDAD DE MADRID
La renuncia se ha precipitado horas después de la difusión de un vídeo de un hurto en 2011 y tras el escándalo del máster
Cristina Cifuentes ha anunciado su dimisión este miércoles como presidenta de la Comunidad de Madrid. Su renuncia se ha precipitado pocas horas después de que se haya difundido un vídeo que recoge el momento en el que la dirigente del PP es retenida por un agente de seguridad después de robar dos cremas en un supermercado en 2011, cuando era la número dos de la Asamblea de Madrid. Este escándalo se suma al caso del máster que supuestamente hizo en 2012 en la Universidad Rey Juan Carlos, y cuya obtención, rodeada de irregularidades, ha abierto una crisis en la Universidad y una investigación en la Fiscalía. "He aguantado más de 34-35 días de una exposición permanente. Lo que ha ocurrido hoy traspasa una línea", ha dicho Cifuentes, que ha insistido en que el supuesto hurto fue un error y un acto involuntario por el que recibió intentos de extorsión. "No quiero dañar a mi familia, que es por quien tomo la decisión, para que no sigan sufriendo este calvario. Es lo mejor para los madrileños y para mi partido", ha dicho. La ya expresidenta no ha admitido preguntas de la prensa y no ha hablado de su sucesor o sucesora en el cargo.
"Doy el paso atrás para que la izquierda no gobierne", ha asegurado la presidenta al abandonar su cargo. "La resistencia de las personas tiene un límite y he llegado a él. Me voy con la cabeza muy alta, con un sentimiento amargo pero muy satisfecha, creo que hemos hecho un buen trabajo", ha añadido. Cifuentes se enfrentaba a una moción de censura presentada por el PSOE con el apoyo de Podemos en respuesta al fraude en la obtención del máster de Derecho Público del Estado Autonómico. Ciudadanos amenazaba con sumarse a la iniciativa si Cifuentes no dejaba su puesto. La dimisión cierra la posibilidad de que se llegue a debatir la moción debido a que iba dirigida contra la presidenta Cristina Cifuentes.
Tras las dudas que generó el máster de Cifuentes, la universidad revisó otros títulos otorgados por el IDP y destituyó a su director, Enrique Álvarez Conde. Entre los alumnos ilustres cuyos estudios están en cuestión se encuentra Pablo Casado, al que le convalidaron 18 asignaturas de 22 y que obtuvo el título con cuatro trabajos de menos de 100 páginas.
Un hurto de 2011
En el vídeo difundido por OkDiario, la última información sobre Cifuentes de un reguero que comenzó el 21 de marzo con eldiario.es, se ve a la entonces diputada autonómica negando al guardia de seguridad que ella hubiera hurtado las dos cremas antiedad que finalmente terminó pagando. La Policía, alertada por el establecimiento, la dejó finalmente en libertad sin trasladarla a la comisaría.
"Este vídeo solo obedece a una situación de un error involuntario, me llevé por error y de manera involuntaria unos productos por 40 euros, me lo dijeron a la salida y los pagué", ha insistido Cifuentes antes de anunciar su renuncia. Según su versión, en el pasado se le intentó extorsionar con este vídeo. "He cometido errores personales, políticos, de todo tipo, me he saltado semáforos en rojo", ha ironizado la expresidenta.
La decisión de dimitir, ha asegurado, la tenía tomada ya y pensaba anunciarla el próximo 2 de mayo. Finalmente, el vídeo lo ha precipitado todo.
https://politica.elpais.com/politica/2018/04/25/actualidad/1524643078_623889.html
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