Caso Complutense

1. Imputados y acusaciones

Gustavo Villapalos. Consejero de Educación y ex rector de la Universidad Complutense. El fiscal le acusó de pagar el silencio del profesor Garrido con una partida de dinero público que ningún organismo de la Complutense autorizó.

Jesús Calvo Soria. Ex gerente de la Complutense. Fue acusado de firmar cheques nominativos para Garrido y Trevijano. El fiscal sostuvo que manejó la situación al lado de Villapalos desde el primer momento.

Manuel Garrido. Catedrático y ex director del Departamento de Lógica y Filosofía de la UCM. Fue sancionado y apartado del cargo y de su actividad universitaria durante varios años. Esta sanción fue recurrida en un contencioso administrativo que finalmente ganó. Posteriormente se querelló contra el entonces Rector Villapalos. A través de su cuñado, el abogado García Trevijano alcanzó un acuerdo y a cambio recibió 30 millones de ptas. Años mas tarde volvió a querellarse porque no obtuvo garantías de la legalidad de aquel pago.

Antonio García Trevijano. Abogado. Cuñado de Garrido. El fiscal sostuvo que cobró por convencer a Garrido de que retirara la querella. No llegó a sentarse en el banquillo tras ser desimputado en la causa.

Carlos Mayor Oreja. Ex jefe de la asesoría jurídica del Rector Villapalos en la Complutense. Ex consejero de Medio Ambiente, ex Consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública y ex Consejero de Educación durante los gobiernos de Ruiz Gallardón. El MP y la acusación popular sostuvieron que facilitó personalmente el cheque a Garrido. Declaró como imputado en julio de 2000, pero posteriormente el TSJM le exoneró de responsabilidades.

Jesús Fortea. Profesor de Matemáticas en la Complutense. Estuvo personado como acusación popular.

2. Antecedentes recogidos en STS.

"PRIMERO.- Por el Rectorado de la Universidad Complutense de Madrid, (en enero y marzo de 1991…), se acordó tramitar el expediente disciplinario(…), expediente que concluyó con resolución por la que se le sancionaba como autor de dos faltas leves.

SEGUNDO.- El querellante interpuso en su día ante la jurisdicción del orden contencioso-administrativo el correspondiente recurso (…), que en fecha 30-10-93 dictó sentencia resolviéndolo, en cuya parte dispositiva acordó que:

ESTIMANDO íntegramente el recurso contencioso-administrativo interpuesto por el Sr. Garrido , contra las resoluciones rectorales de 31 de enero de 1991 y de 18 de abril de 1991, (…) debemos declarar y declaramos que tales resoluciones no se ajustaron a derecho, y en su virtud, las anulamos y revocamos con todas sus consecuencias, condenando a la Universidad Complutense de Madrid a estar y pasar por lo mandado con los efectos legales inherentes, imponiendo expresamente a la misma las costas del recurso.”

Para aplicar la sentencia, no puede reincorporarse al Catedrático, Manuel Garrido Jiménez, porque entre tanto había cumplido la edad de jubilación, se le pagan los salarios correspondientes ( la sanción le aparta de su puesto de trabajo)

Entre tanto Garrido ha interpuesto querella contra el Rector, Gustavo Villapalos. El cuñado del indebidamente sancionado, Antonio García Trevijano, inicia negociaciones con su conocido y amigo Villapalos para alcanzar un acuerdo que contente a ambas partes. Se alcanza un acuerdo, de 30 millones de pesetas que “curiosamente” cobran a medias el perjudicado y el mediador.

El acuerdo (mayo del 1995) es sometido a la Comisión Permanente de la Junta de Gobierno, por la que a posteriori es ratificado (julio 1995). El pago se hace en dos cheques nominativos, pese a que lo piden al portador, uno a nombre de Garrido y otro a nombre de García Trevijano.

Tras el acuerdo y el cobro, se incoa nuevo juicio pues en 1997, se acusa a Villapalos de prevaricación y malversación de caudales públicos, ya que, según las acusaciones, ( Jesús Fortea, profesor de la UCM) y el Ministerio Fiscal, se utilizan fondos públicos para intereses privados, cual es la retirada de la querella.

En el juicio por prevaricación y malversación de fondos, es crucial la declaración de Antonio García Trevijano, quien según la Sentencia, atribuye el dinero a indemnización por los daños y perjuicios producidos por el expediente sancionador declarado nulo por no ajustarse a la ley, que él desaconsejó recurrir a la vía penal para reclamarlo y que recomendó la vía contencioso administrativa, optando finalmente por la negociación directa y cobrando el 50% de la indemnización acordada.

La Sentencia del TSJ de Madrid (el fallo se comunica el 30 de mayo y la sentencia es de 12 de julio del año 2001), absuelve a Villapalos y al Gerente de la Universidad , Jesús Calvo Soria de malversación de caudales públicos y de prevaricación, lo que causa gran revuelo en los medios jurídicos (véanse titulares de prensa de la época) y que es recurrida ante el Supremo tanto por parte de las acusaciones como el Ministerio Fiscal.

El TS confirma la sentencia de instancia y les absuelve definitivamente (la Sentencia tiene fecha de 5 de marzo de 2003 aunque la prensa se hace eco de ella el 22 de marzo).

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