formación académica
MIS PRIMEROS AÑOS : COLEGIO EL PILAR
Todo estaba previsto. Mis padres me enviaron a los 6 años al Colegio de los marianistas " El Pilar ". Estaba cerca de casa, ya que vivía en el Barrio de Salamanca ( C/ Ibiza ) y el colegio era de los mas cualificados de la zona. Cumplía los dos requisitos que mis padres exigían a un colegio : privado y religioso. Como aspecto negativo es que quizá y visto con perspectiva histórica era un centro liberal clandestino en el Madrid de la época. No siempre todo era posible. En todo caso, el ambiente liberal que pululaba por el colegio era generosamente reconducido en mi familia y los efectos nocivos de los marianistas fueron afortunadamente menores que lo que, si en casa no hubieran estado alertas, me habrían podido provocar en mi espíritu de formación espiritual y nacional.
He leído que al cabo de unos años, uno de los Directores del Colegio ha hecho unas declaraciones poco afortunadas sobre mi etapa escolar. Dice este Director que se como se llama : " La verdad es que nadie daba un duro por un triunfo tan rápido y espectacular de este muchacho. Para nosotros fue una sorpresa cuando se alzó con la Presidencia de Castilla y León; pero cuando ya abrimos los ojos como platos, fue en el verano de 1989 al obtener la nominación nacional del PP y ser el sucesor de Fraga. Nunca se sabe."
Es decepcionante que se pueda decir eso de mi. Prefiero no pensar que dijo cuando fui elegido Presidente del Gobierno.
Pero mas allá de esta anécdota, mi formación escolar fue algo más. En resumen y sin animo de agotar esta etapa clave de mi personalidad os diré que mi primera aula que recuerdo era la llamada de Parvulitos B. Estábamos en el mes de Octubre de 1959. En el inicio del Primer Plan de Desarrollo. Casi nada. De allí pase a Párvulos B para poco después trasladarme a la Elemental B.
Todo iba como estaba previsto hasta que a los 10 años recuerdo que por causas que nadie sabe bien explicarme, D. Mauro- mi tutor- tuvo un mal encuentro con mi augusta persona que me provocó una semana de baja escolar. Me dolía todo el cuerpo. Mis padres protestaron y para que no volviera a cruzarme con el tal D. Mauro me pasaron a la los de la letra D.
A partir de ese incidente apenas recuerdo vagamente que mis notas no eran para tirar cohetes: suspensos crónicos y constantes anotaciones sobre mi mala conducta. Eso si, no hay mal que por bien no venga y en esos años comienza a labrarse mi leyenda, sobre todo entre los más pequeños del colegio, según la cual yo era un muchacho algo " chulo y matón ". Una de mis mayores diversiones era ir dando tobas en el cogote de los de elemental . Todavía recuerdo sus caras de pringaos. Os recuerdo que estaba en plena fase de formación de mi personalidad. El que tuvo, retuvo.
Los meses pasan, y curso a curso, con más pena que gloria comienzo el bachillerato superior. Para marcar diferencias con la mayoría me matriculo en Letras. Las ciencias no eran lo mío. Mi nivel en aquellos momentos estaba al ras del suelo. A D. Gregorio, mi tutor en esa época de bachillerato-, le recuerdo que se pasaba el día ubicándome fuera de clase. Su frase preferida era: " Aznar, déjese de tocarse los XXXXX y váyase fuera de clase ". Cosas que pasan.
El patio de mi colegio era particularEn cuanto a la vida del colegio, os confieso que nunca me integré. A las 6 de la tarde para casa. Ni Boy Scout, ni nada de nada. Alguna vez me dio por jugar al balonmano- patas me llamaban- y poco más. Mi vida estaba fuera de las aulas marianistas. Los fines de semana, con mis zapatos castellanos y mis pantalones de pana- Keeper- me dedicaba a ver mundo. Etapa inolvidable que no os puedo relatar.
Hice algún amigo, la verdad que pocos. En este terreno me encontraba claramente por debajo de la media. Eso si, los pocos lo he ido manteniendo en el tiempo, incluso dentro de mis posibilidades he procurado que les fuera bien en la vida. Aunque más adelante os daré mas detalles en Párvulos conocí a Juan Villalonga. Quizá el nombre no os diga mucho pero si os digo que durante 4 años gracias a mi interés desinteresado fue Presidente de Telefónica y que le nombré yo, la cosa tiene mas enjundia. En otros capítulos de esta página encontrareis algunos datos complementarios de mi ex amigo Juanito.
El pequeño me temo que soy yo
También conocí José Manuel Montesino- un verdadero ligon- a Pinies, a Juan José Ortiz Bru- ahora Jefe de Prensa de UNICEF, a los hermanos Aragonés. Mal llamados Dalton. De toda confianza. Carlitos es mi actual Jefe de Gabinete. Sabemos todo el uno del otro. Su hermano se defiende en negocios PPopulares variopintos. Preferentemente en la zona de Eduardo $ Zaplana SA. Y sobre todo a Jaime Sanromá. Buen chaval al que tengo mucho aprecio.
Yo a los 16 años de adolescente revolucionario.....falangista
Por otro lado, aunque no recuerdo bien los detalles de aquellos años, creo que iba a misa los Domingos, leía algunos libros que me interesaban sobre nuestra Guerra Civil, en particular los de José Mª Gironella y poco a poco , bajo la tutela de mi abuelo y de mi padre, me fui aproximando a la figura de José Antonio Primo de Rivera. Sobre mis relaciones con la Obra de José Antonio , dado la importancia e influencia que en mi formación ha tenido le he dedicado un capítulo especifico que podéis visitar en estas páginas.
Precisamente, os voy a contar una historia que poca gente conoce y que dice bien como era yo por aquella época. No recuerdo la fecha. Creo que seria el invierno de 1969. El caso es que un conocido comunista- antiguo alumno de mi colegio- un tal Enrique Ruano tuvo un encuentro con los policías y el resultado es que se " tiró " por una ventana y murió. En mi colegio , los liberales y social comunistas que pululaban por allí - encabezado por el Padre Luis Castro- no se les ocurrió nada mejor que hacer una campaña contra los sufridos policías y contra el periódico ABC. Como os podéis imaginar en casa estaban indignados con esta postura del colegio. Yo para dejar constancia de mis discrepancias con los responsables del colegio, acompañado de otros dos buenos amigos, decidimos vestirnos simbólicamente de falangistas y presentarnos en el patio del colegio con una impecable camisa azul que no se la saltaba un torero. Como veis , el azul siempre ha sido mi color preferido. Afortunadamente no hay constancia grafica de esta rica anécdota de mi vestimenta falangista. Pero, la verdad es la verdad, incluso para tipos que como yo, nos hemos pasado años rescribiendo nuestras propias trayectorias..
En estos años fue fundamental en mi formación mi abuelo Manuel : la tranquilidad, hacer lo que creas que debes hacer y no ponerse nervioso por nada son las tres sugerencias que más recuerdo y más aplico.
Sobre la personalidad de mi abuelo Manuel incluyo un capítulo del libro "Convulsiones de España" que escribió el malvado socialista Indalecio Prieto centrado en la trayectoria de mi abuelo bajo el título "La ficha de una Perillán ". Palabra esta " Perillán " que es como llamaba a mi pobre abuelo. Os parecerá un gesto sorprendente que lo incluya en estas páginas Web pero de tanto leerlo casi me convence. Mi propio abuelo cuando lo releía, pasado el primer susto, no podía por menos que sonreír y es que siempre he creído que el tal Prieto conocía a mi abuelo más de lo que uno se podía imaginar.
En todo caso, fuera o no por influencia de mi abuelo, el hecho cierto es que en esta etapa de mi adolescencia se publica la carta que a la edad de 16 años escribí a la revista SP en la que con cierto entusiasmo hacía una defensa apasionada de lo que yo mismo denominaba falangismo independiente y que una vez que algún listillo me pilló tuve que salir como pude y no se me ocurrió otra cosa que decir: "cuando se tiene 16 años se debe ser un poco revolucionario".
LA UNIVERSIDAD
A partir de esa afición por expresar mis originales ideas revolucionarias a través de cartas, mi trayectoria posterior se orienta hacia la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid y en la preparación de oposiciones a Inspector de Hacienda del Estado. No me agrada en exceso hablar de esta etapa, ya que ni yo mismo puedo aportar mucha luz ya que no hice otra cosa que lo que estaban haciendo miles de jóvenes de mi generación: preparar oposiciones y disimular lo más posible sobre lo que estaba sucediendo en mi país. Me tocaba estudiar. Y eso hice.
Es verdad que visto con perspectiva podía haber hecho algo más, pero si lo hubiera hecho quien me iba asegurar que con los años no apareciera alguna foto o testimonio, por ejemplo , manifestando mi solidaridad en la Plaza de Oriente. Nunca se sabe. Y sino que se lo digan a mi Portavoz Pío Cabanillas.
Y a todo esto se celebran las elecciones generales de 1977. Mi voto-dicen- fue para la UCD, si bien este dato no lo toméis muy en cuenta ya que de decirlo y oírlo tantas veces me lo he llegado a creer pero yo juraría que no fue exactamente así. Pero siempre digo lo mismo: pelillos a la mar, al fin y al cabo el voto es secreto y a la tumba que me lo llevo.
Pero más allá de mi voto centrista el caso es que saco la Oposición de Inspector de Hacienda- me costó lo no escrito-y dicho y hecho: me envían para Logroño. Comienza así otra etapa de mi vida
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