El yernisimo centrista con el suegro-inventor del centrismo, rodeado de monosabios extremos

“Yernísimo, seductor, conseguidor, planta trepadora, trujamán de privilegio, Bel Ami de nuestra España y nuestros días. Vuelve el yernísimo”, titulan en la ultra conservadora publicación del Grupo Intereconomía Época sobre Alejandro Tarik Agag, el yerno de José María Aznar, que pasó de ser el “porta-maletines” del ex presidente del gobierno para convertirse en una de las personalidades más influyentes y poderosas de España. “Su poder intangible llena todos los ámbitos” afirman en Época de aquel al que un día estuvieron a punto de no dejar afiliarse a las Nuevas Generaciones del PP, por ser demasiado pijo, pero que, con el paso de los años, se llegó a casar con la propia hija del presidente del partido.

Ambicioso y calculador
Simpático, afortunado (“al final, pase lo que pase, siempre gana”), encantador, de trato cercano, eficaz, trabajador… afirman de él los mismos que no niegan al mismo tiempo que, en cierta medida, también es algo opaco, aprovechado, turbio, ambicioso o calculador. “Agag es un abrepuertas”. Pasó en menos de 6 años de ser una simple promesa de la derecha española a casarse con honores de estado en el Escorial con la hija del presidente del partido y llegará a presidir el Partido Popular Europeo. Es un conseguidor.

Siempre quiso ser rico
Es descarado y siempre se está riendo, afirman de aquel que fue educado en un colegio Retamar del Opus con la alta burguesía madrileña sin que su familia proviniera del mismo estrato social. Envidiaba a los ricos, y a lo largo de los años trabajó duramente por llegar a ser como ellos algún día.

De copas en Gabana
No fue un estudiante excesivamente brillante, pero ya desde sus años de universitario logró mezclarse con aquellos que provenían de las clases sociales más pudientes, con la elite del país. Sus padres le mandaron a estudiar al Colegio Universitario de Estudios Financieros (Cunef), donde crearía una asociación universitaria que le permitiría invitar a dar charlas a los políticos y financieros más importantes del momento. Mariano Rubio, Matutes, o Mario Conde acudieron a su asociación. Después Agag siempre se los llevaba a cenar, y si había suerte, a tomar una copa a Gabana, su discoteca preferida.

Siempre a más
Actualmente está casado con Ana Aznar Botella, pero anteriormente fue pareja de una rica y famosa modelo colombiana, a la que dejó compuesta y sin novio para iniciar una relación sentimental con la hija del presidente mundial de BMW. En la actualidad, Agag es el sucesor de Flavio Briatore, socio del jefe de la escuderia Mc Laren, dueño de los derechos de Fórmula 1 en España, y jefe de la GP2. Pese a ser Zaplanista, ideó el gran premio de Valencia, que Camps ofertó como una oferta electoral que solo podría disfrutar Valencia si el Partido Popular era el más votado en las pasadas elecciones autonómicas. Además, creó en Londres un fondo de inversión de alto riesgo, y posee una agenda de contactos que le permiten pensar en sumergirse en nuevos retos empresariales que le permitan afianzar su poder económico y político.

Trabaja mucho, y maquina más
Pero todo lo que ha conseguido Agag lo ha conseguido paso a paso, hablando con unos y con otros, trabajando mucho, y maquinando más. El punto de inflexión en su carrera profesional puede establecerse en 1996, cuando Alejandro Agag empezó a trabajar como ayudante de Aznar en el Partido Popular.

“Por el culo te la hinco”
En una información publicada por el diario El País a principios de este año, Jesús Rodríguez afirmaba que Agag y Aznar “se hicieron amigos. Alejandro sabía llevarle. Jugaban juntos al pádel. Incluso se permitía hacerle bromas ante el paso de los funcionarios de Moncloa. La cuestión era que el jefe dijera cinco para que saltara: 'Por el culo te la hinco'. Aznar se tronchaba. También se hizo amigo de la familia”.

Sus amigos
Junto con Aznar pudo conocer a Clinton, Bush, o a Blair. Una vez en la secretaría general del PP europeo, se hizo amigo de Merkel, Sarkozy o de Durao Barroso, quien en 2002 le nombraría director general del Banco Portugués de Negocios. Su etapa más turbia (que incluso le llevaría a declarar ante la justicia italiana) vendría a raíz de su amistad con Berlusconi, al que integraría en el Partido Popular Europeo al mismo tiempo que echaría de éste al Partido Nacionalista Vasco.

Aznar, ¿“el suegrísimo”?
Jesús Rodríguez afirmaba en su reportaje que “en el partido popular corren los chascarrillos sobre la pareja (Agag – José María Aznar). “¿Quién es ahora el ayudante?” se pregunta un histórico. Otro afirma: “En vez de llamar a Agag yernísimo, tendremos que comenzar a llamar a Aznar suegrísimo”.
 

(*) Publicado en www.elplural.com 20.07.07

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