SUÁREZ ILLANA O LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ADOLFO
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Juan Carlos I concede titulo de Ducado de Suárez a Adolfo Suárez González. 26.02.81 Duquesa de Suárez Alejandra Romero Suárez. Nieta de Adolfo Suárez. 03.12.14.
Cinco años después de su muerte, la familia del expresidente está dividida
Adolfo Suárez y su esposa Amparo Illana presumieron siempre de tener una familia unida y feliz. Decían que ese era su mejor logro y el legado que deseaban dejar. Pero cuando se cumplen esta semana cinco años de la muerte del expresidente del Gobierno no queda nada de ese idílico clan. Adolfo Suárez Illana ha roto del todo con su sobrina, Alejandra Romero, heredera del título de duquesa de Suárez. Con él se han posicionado sus hermanos.
La familia escenificó en la boda de la joven aristócrata el distanciamiento. Ninguno de los hijos de Suárez acudió al enlace celebrado en la exclusiva urbanización de Puerta de Hierro en Madrid y ninguna de las partes habló en público de la ausencia, pero en privado comentaron que las diferencias eran en esos momentos irreconciliables. La última vez que todos se dejaron ver en público fue precisamente en el entierro del expresidente. Vestidos de riguroso luto, los Suárez acompañaron el féretro camino del Congreso donde la clase política rindió homenaje a uno de los artífices de la Transición. En el grupo iba una joven de melena larga y oscura con un ligero parecido a su madre, Mariam.
Tras esta aparición Alejandra Romero regresó a su vida cotidiana y a su trabajo como jurista tras licenciarse en Derecho y Empresariales por el Icade. Eso sí, como hija mayor de la primogénita del duque de Suárez comenzó a tramitar el expediente para heredar el título que en su día el rey Juan Carlos otorgó a su abuelo. En la familia aseguran que ella fue la favorita de Adolfo Suárez, que su relación siempre fue muy especial quizá por ser la hija de su querida Mariam. Pero la presencia en la vida de Fernando Romero de una nueva pareja, Amelia Alonso, un año después de quedarse viudo marcó un punto de inflexión en la relación de la familia del expresidente con este. Los hermanos Suárez, en especial Adolfo, no aceptaron que Romero iniciara tan pronto una relación. A ello se unió el movimiento realizado por Suárez Illana antes de fallecer su padre para tratar de impedir que su sobrina heredara el ducado. En 2009, estando al frente de la Casa del Rey Alberto Aza, muy ligado a la familia Suárez, Adolfo hijo sondeó con el palacio de la Zarzuela la posibilidad de que fuera él quien heredara el título por considerar que era el más adecuado para representar el legado de su padre pero no halló la respuesta que esperaba.
Alejandra Romero vive ahora en Singapur con su marido, Pedro Armas, pero ha regresado hace unos días a España para asistir a un homenaje a su abuelo al cumplirse cinco años de su muerte organizado por la Asociación para la Defensa de los Valores de la Transición. También acudió al funeral de la fundadora de ¡Hola!, Mercedes Junco. Salvo estas dos citas, Alejandra Romero vive alejada de la notoriedad de sus apellidos maternos. Sin embargo, esta semana su tío Adolfo ha vuelto a la arena política como número dos en las listas del PP en Madrid y ha levantado la polémica con sus primeras declaraciones sobre el aborto. El hijo del expresidente no ha heredado ni el título de su padre ni su mesura.
https://elpais.com/elpais/2019/03/29/gente/1553871502_637654.htmlALEJANDRA ROMERO YA ES DUQUESA DE SUÁREZ
La nieta del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, Alejandra Romero Suárez, ya es duquesa de Suárez, título que el rey Juan Carlos le concedió a su abuelo en 1981. Así consta desde este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE), que recoge una decena de Cartas de Sucesión en títulos nobiliarios expedidas por el Ministerio de Justicia.
Alejandra Romero Suárez es la hija mayor de la primogénita de Adolfo Suárez, María Amparo Suárez Illana, fallecida en 2004. El BOE publicó su solicitud de sucesión del Ducado el pasado septiembre, seis meses después del fallecimiento de su abuelo. Alejandra tiene 25 años, tres más que su hermano; se graduó hace menos de tres años como abogada, habla francés e inglés con fluidez y trabaja en el despacho del madrileño paseo de la Castellana de Herbert Smith. Huye del protagonismo y del interés mediático que despierta su nueva condición.
En virtud de la ley de 2006, hombre y mujer tienen idénticos derechos a la sucesión en las Grandezas de España y títulos nobiliarios, sin que pueda preferirse a las personas en razón de su sexo, y no tienen efectos jurídicos las previsiones de la Real Carta que excluyan a la mujer o prefieran al varón.
El Rey concedió a Adolfo Suárez el título de duque en febrero de 1981 para premiar su “abnegación, tacto y prudencia al servicio de la reconciliación de todos los españoles como presidente del Gobierno”. El honor se hacía extensivo a sus herederos legítimos. Pero la Ley de Igualdad para la Sucesión de Títulos Nobiliarios de 2006 derogó la prevalencia del varón sobre la mujer, de tal manera que la hija mayor del expresidente se convertía así en la destinataria del título. Pero, al haber fallecido, el privilegio pasó a Alejandra, su primogénita. En 2009, estando al frente de la Casa del Rey Alberto Aza, muy ligado a la familia Suárez, Adolfo hijo sondeó con el palacio de la Zarzuela sobre la posibilidad de que fuera él quien heredara el título. Pero no halló la respuesta que esperaba. Se le hizo saber que la ley era clara al respecto. Ahora Suárez Illana minimiza su interés y huye de la polémica.
https://elpais.com/elpais/2014/12/03/estilo/1417621041_481715.htmlEL HIJO DE SUÁREZ PIDIÓ EN 2009 AL REY QUE LE DIERA EL TÍTULO DE DUQUE DE SU PADRE Y SE LO QUITARA A SU SOBRINA
Adolfo Suárez Illana solicitó formalmente al rey el 20 de octubre de 2009 que le proclamara sucesor del Ducado de Suárez con Grandeza de España, un título que a la muerte del expresidente del Gobierno debe pasar a su sobrina Alejandra Romero, primogénita de María Amparo Suárez, fallecida en 2004 tras librar una larga lucha contra el cáncer.
El título de duque fue otorgado por el rey a Suárez el 25 de febrero de 1981 para premiar su 'abnegación, tacto y prudencia, al servicio de la reconciliación de todos los españoles' en su etapa como presidente del Gobierno. El decreto establecía el carácter perpetuo de dicha gracia 'para sí, sus hijos y sucesores legítimos por el orden regular de sucesión'. En el momento de la creación del título la sucesión recaía en Suárez Illana, en tanto que primogénito varón.
Sin embargo, la ley 33/2006 de 30 de octubre sobre igualdad del hombre y la mujer en el orden de sucesión de títulos nobiliarios vino a trastocar las aspiraciones del exnovillero y expolítico Suárez Illana, que vio cómo el orden sucesorio cambiaba en favor de su hermana Mariam primero y de su hija Alejandra después.
En su escrito dirigido al rey al que ha tenido acceso Público, y cuyo fragmento final se reproduce más arriba, Suárez Illana basa su petición de 'desheredar' a su sobrina en la 'bien conocida' creencia de su padre de que él sería el nuevo duque, y que al llamarse Adolfo también su hijo, se garantizaría 'la conservación de dicho nombre y apellido, que es la denominación de la merced, durante varias generaciones'. Más aun, expresa su convicción de que, 'de estar en condiciones para hacerlo', sería el propio expresidente del Gobierno el que pidiera directamente al rey que le quitara el ducado a su nieta Alejandra.
Alega que la enfermedad de su padre le ha impedido conocer la modificación legal que le deja compuesto y sin título pero que su voluntad de que otro Adolfo, o sea él, poseyera el ducado era conocida por su círculo más íntimo. 'Me atrevo a afirmar que también era conocida por V.M., ya que tengo entendido le fue manifestada esa voluntad suya en múltiples ocasiones por el propio Don Adolfo Suárez González', asegura en el documento.
Para demostrarlo, Suárez Illana aporta declaraciones notariales de cinco personas: Jaime Lamo de Espinosa, exministro de Agricultura con la UCD y también de noble cuna en tanto que décimo tercer marqués de Mirasol y barón de Frignani y Frignestani; Inocencio Hernández Amorez, ayudante personal del expresidente; María Isabel Gómez-Acebo, marquesa de Cortina; José Fernando de Almansa, ex jefe de la propia Casa del rey; y Francisco Javier Suárez Illana, su hermano pequeño.
El aspirante a duque les llevó a todos al notario para que dieran testimonio de esa supuesta voluntad inequívoca del padre de la Transición. La declaración jurada de María Isabel Gómez Acebo, a la que ha tenido acceso este diario, da cuenta de las innumerables charlas que tuvo con Suárez y con su mujer Amparo Illana en comidas, cenas, excursiones 'y muy especialmente, durante los largos partidos de golf que solíamos disputar juntos'.
Según parece, en estas charlas Suárez no hablaba de política, de fútbol o del tiempo sino de la ilusión de que su hijo Adolfo y después su nieto, Adolfo también, heredaran su título. 'Estoy íntima y absolutamente convencida -dice la señora marquesa- de que Don Adolfo Suárez, de poder hacerlo y en las circunstancias actuales, se dirigiría personalmente al rey para solicitarle la adopción de las medidas oportunas para que le sucediese, en su día, en el Título Nobiliario, su hijo don Adolfo Suárez Illana y sus descendientes'.
'El ducado me importa entre poco y nada', decía ayer Suárez Illana En su petición, Suárez Illana realiza una auténtica arqueología jurisprudencial, a fin de sostener que dicha alteración sucesoria es posible. Menciona, por ejemplo, sentencias del Tribunal Supremo de los años 1873, 1892, 1896 y 1908, sin olvidar por supuesto la real Pragmática de Carlos IV, que es la Biblia de los nobles. Y ello para recordarle al rey que 'cabe el supuesto de que respecto de las dignidades nobiliarias y con intervención del monarca se altere o modifique el orden regular y ordinario de la sucesión, sin que por ello se pueda entender vulnerado ningún derecho de los llamados a aquella merced'.
De no haber estado Suárez impedido por el alzheimer, habría bastado, según recuerda su vástago, con que el rey le hubiera concedido la facultad de nombrar al primer sucesor, un privilegio incluido por los Reyes Católicos en una de sus leyes de Toro de 1505, en la 44 para ser exactos.
La pretensión de Suárez Illana resultaba toda una insensatez, habida cuenta de que hasta la propia Familia Real había manifestado ya su apoyo a un cambio constitucional para eliminar la prevalencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, un asunto que el entonces líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero incluyó en su discurso de investidura de 2004. Difícilmente, en consecuencia, el monarca habría avalado justamente lo contrario.
Ayer, en declaraciones al digital Vozpopuli, Suárez Illana negaba rotundamente cualquier interés por la herencia del ducado, 'algo que me importa entre poco y nada'. El aprecio a la verdad del hijo de Suárez es admirable.
https://www.publico.es/politica/hijo-suarez-pidio-2009-al.html
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