La Guardia Civil implica a dos ediles del PP en las torturas a detenidos en Torrevieja  

Un Alcalde de lo más comprensivo

La Guardía Civil ha ampliado la acusación en el caso de las supuestas torturas de agentes de la Policía Local de Torrevieja a detenidos a dos concejales del equipo de gobierno local, en manos del PP con mayoría absoluta. Los agentes interrogaron en la tarde de ayer al edil de Sanidad, Hipólito Caro, y al de Seguridad y Tráfico, Pedro Valero. La investigación policial acusa al primero de falsear partes de lesiones a arrestados. La juez tomó ayer declaración a otros dos agentes. Los seis policías locales imputados hasta ahora han sido suspendidos de sus funciones.

El responsable de Sanidad del Ayuntamiento de Torrevieja, Hipólito Caro, acudió ayer al cuartel de la Guardia Civil en compañía de su abogado. Tras la declaración de Caro, la Guardia Civil interrogó al edil de Seguridad, Pedro Valero, que también compareció con abogado. Tras tomarles declaración, la Guardia Civil aprecia que los concejales participaron en los hechos, por lo que acordó su puesta a disposición judicial como imputados.Hipólito Caro, médico de profesión, compagina el cargo público con su actividad laboral. Hasta hace dos meses, el edil era el responsable de un centro de salud y, recientemente, ha sido designado por la Generalitat valenciana director del Área de Salud 22, que engloba a Torrevieja y seis poblaciones vecinas. Pese a no tener la exclusividad, Caro percibe 2.000 euros mensuales por el cargo. La investigación policial considera que Caro, como director del centro de salud, "amañó" partes de lesiones de arrestados por la Policía Local, entre ellos, un inmigrante centroamericano que resultó herido en su detención por los agentes.

El responsable de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, Pedro Valero, goza de dedicación exclusiva, con un sueldo de 2.790 euros al mes. Valero ha habilitado su despacho oficial en las dependencias de la Policía Local.La juez que dirige la investigación, la magistrada Juana López, tomó ayer declaración, como denunciados, a dos nuevos agentes. En total, son ya seis los policías locales imputados en la causa. El fiscal ha pedido prisión para los seis agentes, pero la juez no lo ha aceptado, los ha dejado en libertad con cargos y los ha suspendido de sus funciones. La juez instructora seguirá en los próximos días interrogando a nuevos agentes, hasta un total de 14.

La espoleta que encendió la alarma se activó el pasado año. En una persecución policial, un delincuente fue abatido a tiros en el municipio murciano de Cieza cuando circulaba en un turismo con otros dos malhechores. Éstos lograron burlar el control policial y huyeron. Sin embargo, los fugados fueron arrestados por agentes de la Policía Local en Torrevieja. En su declaración ante la juez, los apresados denunciaron malos tratos por parte de la Policía Local.Este episodio, sumado a la existencia de múltiples denuncias anteriores por agresión a otros detenidos, que nunca llegaron a prosperar judicialmente por falta de pruebas, llevó a la juez decana, Juana López, a ordenar la apertura de una investigación. En paralelo, la Dirección General de la Guardia Civil acordó el envió a Torrevieja de un destacamento de Policía Judicial para investigar en exclusiva las supuestas ilegalidades cometidas por la Policía Local.

El último caso de maltrato a un detenido se destapó en junio, cuando un ciudadano guatemalteco sufrió la rotura de tres costillas, hundimiento de los pómulos y la extirpación del bazo a causa, presuntamente, de una paliza.

Hermanos mellizos del jefe

Fuentes judiciales corroboran que dos de los imputados, dos hermanos del jefe de la Policía Local, Alejandro Morer, han protagonizado otros episodios de agresiones a detenidos. Ayer se presentó a las puertas del juzgado un hombre, Manuel Ferrandis, que mostró fotos en las que aparece con signos de violencia, provocados, según él, por la Policía Local de Torrevieja.

Morer presentó ayer su dimisión al alcalde, Pedro Ángel Mateo, que no la aceptó por considerar que el asunto no es de "gravedad". El primer edil [imputado por la Fiscalía Anticorrupción por una millonaria plusvalía en la compraventa de una finca] dijo no entender el "alboroto que se ha montado".

Hoy continúa la toma de declaración a otros tres agentes. Al igual que los ya interrogados, los dos policías acuden ante la juez sin citación formal previa y, por tanto, sin saber si lo hacen como imputados o testigos. Según fuentes judiciales, una vez en el juzgado y antes de comenzar el interrogatorio, la magistrada les lee los delitos que se les imputa.

Publicado en www.elpais.es 25.08.06

La juez que investiga en Torrevieja casos de tortura aparta de sus cargos a ocho policías  

La juez del caso de las presuntas torturas a detenidos por parte de la Policía Local de Torrevieja imputa también al jefe del cuerpo, Alejandro Morer, un delito contra las administraciones territoriales por contratar agentes a dedo. La magistrada ha suspendido de sus funciones a los ocho agentes que ya ha interrogado. La Guardia Civil acusa a seis policías más y a dos ediles del PP, el de Seguridad, Pedro Valero, y el de Sanidad, Hipólito Caro, que comparecerán ante la juez la próxima semana. A Caro se le acusa de falsear partes médicos a agentes teóricamente lesionados en servicios.

Alejandro Morer, jefe de la Policía Local de Torrevieja, accedió al cargo en 1994. Desde entonces, según denuncia la oposición, prácticamente cada año se contratan al menos cinco agentes nuevos sin mediar concursos ni oposiciones y sin respetar el sistema de promoción interna. En la actualidad, la plantilla de la Policía Local de Torrevieja la integran 170 agentes, de los cuales 60 son interinos, según las mismas fuentes de la oposición municipal. Además, en muchos casos, con informes en contra del secretario y del interventor, se prorrogan los contratos eventuales por encima de los plazos legales.

En concreto, a finales del 1998, Morer firmó un escrito en el que apoyó la continuidad de tres agentes interinos, cuando sus períodos de contratación ya habían expirado. El alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo, del PP, dio el visto bueno a la propuesta, que también era irregular, según los técnicos municipales.Juana López, titular del Juzgado número 2 de Torrevieja y decana de ese partido judicial, abrió las diligencias por supuestas torturas por parte de la Policía Local a principios de este año, a raíz de la detención de dos delincuentes en el municipio alicantino que habían tiroteado a un Guardia Civil en Cieza (Murcia). Hace dos meses, un súbdito guatemalteco también denunció presuntas torturas por los agentes durante su detención, al perpetrar un robo en la casa uno de los policías ya imputado [un hermano del jefe del cuerpo].

Escuchas telefónicas

En las diligencias previas, la magistrada incluyó la intervención de los teléfonos de los mandos de la Policía Local. Fruto de esas escuchas telefónicas, la juez amplió la lista de supuestos delitos a los de lesiones, falsedad en documento público, omisión del deber de perseguir el delito y el de contratar las administraciones territoriales. Este último delito recae exclusivamente sobre el intendente Morer, según ha podido saber este periódico de fuentes próximas a la investigación.

La magistrada ya ha interrogado a ocho de los agentes implicados en el caso. Los dos últimos comparecieron ayer en el juzgado. La juez ha dejado a todos en libertad con cargos y también, según fuentes de la investigación, ha acordado suspenderlos cautelarmente en sus funciones. Otras fuentes judiciales rechazan este extremo y alegan que, hasta ayer, los agentes imputados no habían recibido ninguna notificación del juzgado en ese sentido.

El alcalde también negó esa posibilidad y aseguró que todos los policías continuaban en sus puestos. Hernández Mateo insistió en que el "asunto no es de gravedad". El primer edil rechazó además la propuesta de dimisión que le presentó el jefe de la Policía Local, Morer, nada más declarar en el juzgado. La oposición pide, ahora, la dimisión de Hernández por no aceptar la propuesta de Morer y mantener a los policías imputados en sus puestos.

Los interrogatorios a los implicados en la trama de torturas a arrestados continuarán la próxima semana. El lunes y martes comparecerán el resto de agentes acusados por la Guardia Civil. Mientras, el miércoles lo hará, en calidad de imputado, Hipólito Caro, concejal de Sanidad. Caro, médico de profesión, compagina el cargo público de concejal con su actividad laboral. Hasta hace dos meses, el edil era el responsable de un centro de salud y recientemente ha sido designado director del área de salud número 22, que engloba a Torrevieja y otras seis poblaciones vecinas.

La investigación policial considera que Caro, como director del centro de salud, "amañó" partes médicos a agentes en los que certificaba que se habían lesionado en actos de servicio, especialmente en aquellos casos relacionados con las detenciones en las que supuestamente algunos detenidos fueron torturados.

El concejal de Seguridad, Pedro Valero, comparecerá ante la juez la jornada siguiente, el jueves 31. Valero, que se negó a declarar ante la Guardia Civil en la tarde del jueves, también ha sido imputado en el curso de la investigación policial. El edil, que goza de dedicación exclusiva, con un sueldo de 2.790 euros al mes, ha habilitado su despacho oficial en las dependencias de la Policía Local.Por su parte, la acusación pública, que asume el fiscal jefe en funciones de la Audiencia de Alicante, Juan Carlos López Coig, espera la conclusión de los interrogatorios de todos los implicados para decidir qué medidas cautelares solicita para cada uno de los imputados.

El caso de las supuestas torturas por parte de policías locales de Torrevieja suscitó ayer un debate vecinal subido de tono a las puertas del palacio de justicia del municipio. Pasadas las diez de la mañana, decenas de curiosos se acercaron a conocer de primera mano la resolución de la juez sobre los agentes citados a declarar. Un asunto que, tras saltar a la luz pública, ya ha traspasado el ámbito judicial y ha pasado a engordar las tertulias cotidianas de los vecinos sobre la seguridad.La cuestión no es baladí en esta población, castigada desde hace años por la delincuencia. No en vano, Torrevieja tiene el deshonor de encabezar el listado de municipios con mayor incidencia de la criminalidad de España. Además, durante años, esta localidad costera, con cerca de 100.000 habitantes censados, ha sido santuario de organizaciones de redes mafiosas, preferentemente de países del Este.

La cuestión de si los agentes se excedieron o no en sus funciones no resulta en absoluto ajena a sus habitantes. "Lo que no se puede hacer es que una esté trabajando para que luego vengan y nos roben. Al final vamos a conseguir que los policías no puedan tocar a los ladrones, y entonces éstos campen a sus anchas", le dijo en tono airado una vecina a otra. "Vale, entiendo que si los pillan in fraganti les den; pero no que entre siete u ocho policías les metan una paliza, porque son personas", replicó la otra.Entretanto, otra vecina, a gritos, defiende ante los medios la "honestidad" de estos agentes porque "gracias a ellos se puede vivir". La crispación subió de revoluciones a medida que a lo largo de la mañana se acercaban supuestos agredidos; entre ellos, Jan Louis Rosa. Este portugués de 60 años fue presuntamente apaleado por agentes el 13 de julio de 2003, según consta en una denuncia presentada ante la Guardia Civil, documento que exhibió acompañado de un parte de lesiones.

A ojos vista, el escándalo policial por hipotéticas torturas ha abierto dos frentes en Torrevieja: el judicial y el social.

Publicado en www.elpais.es 26.08.06

Dos juzgados de Torrevieja investigan en paralelo las torturas de policías a detenidos  

El caso de las torturas de la Policía Local de Torrevieja se investiga en dos juzgados. La magistrada Iris Valero, titular del Juzgado número 1 de esa ciudad, abrió hace un año un sumario por una denuncia de un detenido supuestamente maltratado. Seis meses después, la decana Juana López, titular del número 2, abrió otra causa por omisión de perseguir el delito (no denunciar los malos tratos). Esta magistrada ordenó intervenir los teléfonos de la Policía Local para investigar un caso de narcotráfico. Las escuchas destaparon las torturas y demás delitos imputados a policías y concejales del PP.

Fuentes del caso de las torturas de policías de Torrevieja han expresado su sorpresa por el hecho de que sendos juzgados investiguen en paralelo los hechos. Esas fuentes calificaron de "paradójico" que una juez, en este caso la decana Juana López, decida abrir un sumario por omisión del deber de perseguir el delito (los malos tratos de los agentes), cuando otra magistrada ya tenía abierto medio año antes un sumario precisamente por un caso de torturas.

Al inicio de su investigación, la decana autorizó a la policía judicial de la Guardia Civil la intervención de los teléfonos de los mandos de la Policía Local para esclarecer un caso de narcotráfico. Las escuchas no aportaron pruebas, pero destaparon otros supuestos hechos delictivos en los que estaban implicados al menos 14 agentes, incluido el jefe del cuerpo, Alejandro Morer, y dos concejales del PP en gobierno de la localidad: el responsable del área de Sanidad, Hipólito Caro, y el de Seguridad, Pedro Valero.

Basándose en las pruebas recabadas por la intervención de los teléfonos, la magistrada López amplió la lista de supuestos delitos a los de lesiones, malos tratos, falsedad en documento público y contra las administraciones territoriales (contratar a agentes a dedo).

Por estos supuestos delitos la juez ya ha imputado a ocho policías. La magistrada imputa también al jefe de la Policía Local el delito contra las administraciones territoriales. La juez acusa al máximo responsable del cuerpo, en el cargo desde 1994, por contratar a nuevos agentes sin mediar concurso ni oposición y sin respetar el sistema de promoción interna.

La juez del número 2 retomará a partir de mañana el interrogatorio al resto de agentes denunciados. El concejal de Seguridad comparecerá, en calidad de imputado por el delito de encubrimiento, el miércoles. El edil tiene habilitado su despacho oficial en las dependencias de la Policía Local. El responsable de Sanidad lo hará la jornada siguiente para declarar sobre supuestas falsedades en documento público. Hipólito Caro, médico de profesión, era hasta hace dos meses responsable de uno de los centros de salud de Torrevieja, precisamente el que está de guardia por las noches. La investigación le acusa de "amañar" partes médicos, de detenidos y de agentes lesionados en sus servicios.v

Publicado en www.elpais.es 27.08.06

El jefe de la Policía Local de Torrevieja, imputado en el caso de torturas, carece de la titulación que exige la ley  

El jefe de la Policía Local de Torrevieja, Alejandro Morer, imputado en el caso de las torturas en ese municipio junto a otros siete agentes y los concejales de Seguridad y Sanidad, carece de la titulación exigida para ocupar su puesto. La Ley de Policías Locales de la Comunidad Valenciana, aprobada en 1999, obliga a los municipios con más de 100 agentes -Torrevieja tiene 170- a cubrir esa plaza con un titulado universitario, pero Morer llegó al cargo con estudios de Formación Profesional.La ley valenciana de policías locales establece que al frente de los cuerpos de las poblaciones de más de 100.000 habitantes o que tengan más de 100 agentes en plantilla, como Torrevieja, debe encontrarse un "intendente general" cuya titulación debe corresponder a la de "doctorado, licenciado, ingeniero, arquitecto o equivalente", según la Ley de la Función Pública Valenciana, a la que se remite.

Morer, también imputado por un delito contra la administración por contratar presuntamente varios agentes a dedo (dos hermanos suyos forman también parte del cuerpo), no alcanza el nivel académico exigido. El alcalde, Pedro Hernández Mateo (PP), tampoco ha iniciado el proceso para sustituirlo a pesar de que la ley de policía, vigente desde hace siete años, le obliga a hacerlo, manteniéndolo en su categoría sólo "a efectos retributivos", es decir, conservando su sueldo actual.Los grupos de la oposición consideran que la carencia de titulación puede tener relación con los excesos presuntamente cometidos por los agentes. "Creemos que tiene que ver con que los policías se hayan visto desbordados y, en algunos casos, se hayan extralimitado en algunos de sus servicios", manifestó el concejal del PSOE Ángel Jiménez. "La falta de formación incide en la profesionalidad de los agentes", afirmó por su parte José Manuel Dolón, de Los Verdes. "Es como poner a un menor al volante de un autobús", añadió.

Hoy continúan las declaraciones de agentes en los juzgados de Torrevieja. El miércoles tocará al concejal de Seguridad, Pedro Valero, que declaró ante la Guardia Civil por encubrimiento; y el jueves, al de Sanidad, Hipólito Caro, acusado de amañar partes médicos de policías y detenidos

Publicado en www.elpais.es 28.08.06

La juez imputa a otros cuatro policías locales de Torrevieja por torturas  

La juez que investiga las torturas de la Policía Local de Torrevieja (Alicante) imputó ayer a otros cuatro agentes. El número de policías ya acusados se eleva a 12, entre ellos el jefe del cuerpo. La magistrada retomará la instrucción mañana, con el interrogatorio al edil de Seguridad, Pedro Valero. El jueves declarará el de Sanidad, Hipólito Caro. La Guardia Civil acusa a los concejales, del PP, de encubrimiento y de falsedad en documento público, respectivamente.

Fuentes de la investigación aseguraron el viernes que serían dos los agentes llamados a declarar ayer al juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja, cuya titular es la decana Juana López, pero al final fueron cuatro los que comparecieron. La juez los dejó en libertad con cargos, al igual que los otros ocho agentes que declararon antes. A diferencia de dos de sus compañeros, que la semana pasada acudieron al juzgado en coche patrulla y uniformados, los cuatro que llegaron ayer vestían de paisano y alcanzaron los juzgados a pie. Fuentes judiciales han asegurado que esos cuatro agentes cierran la lista de policías implicados en el caso. A la declaración de los agentes asistieron también el fiscal jefe en funciones de Alicante, Juan Carlos López Coig, que ha asumido personalmente el caso, y el abogado de los 12 agentes.

La juez imputa a los policías los delitos de lesiones, omisión del deber de perseguir el delito (no denunciar los malos tratos) y falsedad en documento público. Al jefe del cuerpo, Alejandro Morer, le imputa además un delito contra las administraciones territoriales (contratar a agentes a dedo). La magistrada inició la investigación hace seis meses tras la denuncia de dos detenidos.

Juana López retomará las diligencias mañana con el interrogatorio al edil de Seguridad, Pedro Valero. La investigación policial acusa a Valero de encubrimiento [el concejal tiene el despacho oficial en las dependencias de la Policía Local]. El jueves comparecerán ante la juez el concejal de Sanidad, Hipólito Caro, a quien la Guardia Civil acusa de "amañar" partes médicos de delincuentes y policías lesionados en acto de servicio. Caro, médico de profesión, fue hasta hace dos meses responsable de un centro de salud de la población.

Por otro lado, el Sindicato Profesional de la Policía Local de la Comunidad Valenciana defendió ayer la "legalidad" del nombramiento de Alejandro Morer como jefe de la Policía Local. Morer llegó al cargo con estudios de formación profesional, insuficientes para cubrir la plaza de acuerdo con la Ley de Policías Locales de la Comunidad Valenciana de 1999. La norma obliga a los municipios con más de 100 agentes -Torrevieja cuenta con 170- a cubrir la plaza con un titulado universitario. Por el contrario, el sindicato asegura que Morer fue nombrado al amparo de la normativa entonces vigente, la ley de 1990, "superando una oposición y el curso de capacitación de mandos de 400 horas en la Escuela de la Consejería de Administración Pública", precisa una nota del colectivo.

Publicado en www.elpais.es 29.08.06

Policías locales bajo sospecha  

El respaldo público que el alcalde de Torrevieja, Pedro Hernández Mateo (PP), ha prestado a los concejales y los cargos de la Policía Local imputados por presuntas torturas viene precedido de supuestas irregularidades en la conformación de la cúpula del cuerpo con las que el regidor se ha hecho un traje policial a medida. El ascenso fulgurante de varios agentes, algunos de los cuales ya han declarado ante la juez, fue promovido por el concejal de Seguridad, Pedro Valero, o el jefe de la Policía Local, Alejandro Morer, ambos implicados en la trama. Varias designaciones tuvieron la oposición de los técnicos municipales, que en algunos casos advirtieron de que podían constituir un delito de prevaricación o fraude de ley.

El primer caso especial entre los mandos policiales es el del intendente jefe Alejandro Morer. El jefe de la policía ocupa su puesto con un título de Formación Profesional complementado con un curso de habilitación de la Generalitat valenciana. La ley autonómica de policías locales, aprobada en 1999, obliga a nombrar a un "intendente principal" en las poblaciones con más de 100 agentes, como es el caso de Torrevieja. Tras siete años de vigencia de la norma, el alcalde aún no ha iniciado el proceso para cubrir esa plaza, para la que se requiere tener un título universitario.

Entre los agentes imputados por torturas ascendidos con el rechazo de los técnicos se encuentra el inspector Carlos Illán. Fue en su casa donde entró presuntamente a robar el inmigrante latinoamericano que denunció los malos tratos policiales el pasado 23 de junio, después de que el policía lo sorprendiera. Esa denuncia, investigada en el juzgado de Instrucción 1 de Torrevieja, es la que ha dado lugar a la detención de los 12 agentes que hasta el momento han declarado ante la juez.

Illán, con categoría de oficial, ocupó un puesto de inspector (el segundo en la jerarquía) en situación de interino (comisión de servicios) por un plazo de dos años que finalizó el pasado abril. El alcalde, sin embargo, le permitió seguir en el cargo en contra del criterio de la secretaria municipal y el interventor. La primera advirtió en su informe de que la prórroga de esa situación perseguía "un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico" por lo que si el acto se adoptara (como finalmente se hizo), sería "en fraude de ley". El interventor expresó su disconformidad, con los mismos argumentos. Este inspector provisional es la mano derecha del intendente jefe, según fuentes del cuerpo. Algunos de sus compañeros lo consideran "un policía de acción" y destacan de él su carácter violento y afición por las artes marciales.

Las supuestas irregularidades en la prórroga de Illán se repitieron con el también inspector Antonio Morer, uno de los tres hermanos del intendente jefe que están en plantilla pero que, por el momento, no se ha visto relacionado en la causa. Bajo la misma fórmula se autorizó la permanencia en el puesto de una sobrina del concejal de Infraestructuras, Eduardo Gil Rebollo, y de otros cuatro agentes más. La secretaria municipal advirtió de que permitirles ocupar esas plazas sin proceso selectivo "vulneraría frontalmente los artículos 405 y 406 del Código Penal", que tipifican la prevaricación.

En el tercer escalón de la estructura de mandos se encuentra integrado por los oficiales, ocho de los cuales también ocupan su puesto de forma provisional tras ser ascendidos discrecionalmente por el alcalde a propuesta del jefe de la policía. Dos de las plazas de ese rango pertenecen a los gemelos Julio y Ricardo Morer, los dos hermanos del jefe y ambos denunciados por actos violentos en otras ocasiones.

Una de las víctimas de Julio fue Abdelfetlah Omi. El 8 de junio de 1992, mientras estaba en su puesto de artesanía marroquí, dos agentes le exigieron la licencia de venta. Al carecer de ella, el marroquí les facilitó su Número de Identificación de Extranjeros (NIE). Morer y otro agente le obligaron a levantar el tenderete y Omi acató las órdenes aunque se dirigió a ellos para que le devolvieran la documentación. En ese momento se inició un forcejeo y el vendedor fue reducido por otros policías. Sufrió lesiones en sus muñecas y en el cuero cabelludo que le provocaron mientras lo introducían en el coche patrulla así como en las dependencias policiales.

El juzgado de Instrucción número 3 de Orihuela condenó en 1998 a Morer como autor de una falta de lesiones. Morer tuvo que pagar 180 euros de multa e indemnizar con otros 450 a Omi. La juez consideró que las lesiones "fueron causadas por personas que, extralimitándose en sus facultades y amparadas bajo el uniforme, emplean la fuerza y la arrogancia en el ejercicio de sus funciones", según argumentó en los fundamentos jurídicos de su sentencia.

La denuncia que pesa sobre su hermano gemelo, Ricardo, la presentó Manuel Ferrandis, un vecino del municipio al que requirieron la documentación del coche la noche del 9 de mayo de 1999. Al no llevarla encima, fue conducido por Morer y otros agentes a comisaría donde le hicieron una prueba de alcoholemia que, según la denuncia, resultó negativa. Los policías no se conformaron y lo cachearon encontrando en sus bolsillos "dos pequeñas piezas de hachís".

El hermano del jefe de policía y sus compañeros, siempre según la denuncia, obligaron al detenido a desnudarse. Morer pisó su ropa y ante las quejas de Ferrandis, le pegó un puñetazo en la cara. "Es en ese momento, cuando los otros dos agentes agarran cada uno de un brazo al denunciante y el agente Ricardo Morer empieza a propinarle puñetazos en la cara, en el torso, lo tira al suelo, le pisa el cuello mientras los dos agentes le sostienen la cabeza contra el mismo y lo arrastran, quedando el denunciante en un estado próximo a la pérdida de conocimiento", continúa la denuncia.

Cuando se recuperó un poco, los agentes lo lavaron, lo vistieron y le advirtieron de que no presentara denuncia. "Las consecuencias van a ser peores", asegura que le dijeron. Los agentes lo trasladaron al centro de salud de Torrevieja y desde allí, una ambulancia lo condujo al Hospital de Orihuela. En su diagnóstico figura "contusión en órbita izquierda, herida en zona malar izquierda que requiere sutura, fisura en los huesos propios de la nariz que le provocan desviación del tabique nasal, erosión en el cuello y el codo izquierdo, y hematoma frontoparietal derecho".

El juzgado número 4 de Orihuela ha fijado la fecha del juicio en tres ocasiones, pero lo ha suspendido por la inasistencia de los presuntos agresores. Ferrandis espera ahora que gracias al nuevo caso de torturas, la cuarta notificación que reciba sea la buenaVarios indicios señalan la gravedad de la trama de supuestas torturas de Torrevieja. Los hechos que se imputan a 12 agentes y dos concejales del PP se descubrieron tras cinco meses de escuchas telefónicas a los mandos del cuerpo, una diligencia habitualmente acordada para delitos más complejos.La juez que dirige la investigación encontró pruebas relacionadas con un caso de torturas que instruía otro juzgado de la ciudad y que fue denunciado por un inmigrante latinoamericano detenido tras entrar supuestamente a robar en la casa del inspector Carlos Illán, ahora imputado.La juez ha solicitado al Ayuntamiento el listado de los teléfonos móviles de todos los empleados de la corporación, según informa Efe.El fin de la intervención de los teléfonos no ha trascendido debido a que la investigación se mantiene secreta. Sin embargo, el fiscal jefe en funciones de Alicante, Juan Carlos López Coig, ha asumido la acusación.

Publicado en www.elpais.es 02.09.06

El interrogatorio a otros dos agentes eleva a 15 los policías implicados en las torturas de Torrevieja  

La Guardia Civil interrogó ayer a otros dos agentes de la Policía Local de Torrevieja por las supuestas torturas a arrestados. Con ellos se eleva a 15 el número de policías implicados -12 de ellos ya han sido formalmente imputados por la juez- en este escándalo policial. Los tres últimos agentes llamados a declarar por la Guardia Civil pasarán a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Torrevieja, previsiblemente, mañana jueves.La magistrada Juana López, juez decana de Torrevieja, también ha incriminado a los concejales de Seguridad y Sanidad, Pedro Valero e Hipólito Caro, respectivamente, ambos del PP. El primero está acusado de un supuesto delito de encubrimiento [el edil tiene su despacho oficial en las dependencias de la Policía Local]. Mientras, Caro está imputado por un supuesto delito de falsedad en documento público, derivado de la manipulación de partes médicos de detenidos y policías en servicios. Caro fue hasta hace dos meses director de un centro de salud de Torrevieja.Todos los imputados permanecen en libertad con cargos. La juez instructora, que mantiene declaradas secretas todas las diligencias, abrió la causa el 22 de agosto contra agentes de la Policía Local de este municipio por los delitos de torturas, falsificación documental y omisión del deber de perseguir el delito, y contra la Administración territorial. Los interrogatorios de los agentes de la Guardia Civil a los policías se retomaron el pasado lunes, después de que la juez interrumpiera las diligencias a principios de mes para acudir a un curso de formación.En este tiempo, el fiscal jefe de la Audiencia de Alicante, José Antonio Romero, ha relegado al fiscal que inicialmente asumió la acusación, Juan Carlos López Coig. Éste ha sido relevado por Antonio Rives, que todavía no ha pedido medidas cautelares para los imputados.Publicado en www.elpais.es 13.09.06

EL JEFE DE LA POLICÍA DE TORREVIEJA Y UN CAPITÁN DE LA GUARDIA CIVIL, IMPUTADOS POR AMAÑAR UNA OPOSICIÓN  

El caso de las torturas de la Policía Local de Torrevieja a arrestados alcanzó ayer una nueva dimensión judicial al levantar la magistrada Juana López, titular del Juzgado número 2, el secreto del sumario. La juez ha imputado al jefe de la Policía Local, Alejandro Morer, a un agente del cuerpo, a un capitán de la Guardia Civil del puesto de Torrevieja, cuya identidad no ha trascendido, y al hijo de éste, por un delito contra la Administración pública, derivado del intento de amañar una oposición para cubrir 5 plazas de policías locales en condición de interinos estacionales. La oposición no ha llegado a celebrarse.

La imputación de esas cuatro es consecuencia de la intervención de los teléfonos de los mandos de la Policía Local para investigar un delito de narcotráfico. La magistrada López autorizó las escuchas telefónicas a raíz de la denuncia de dos individuos arrestados por un robo. Los detenidos denunciaron que había visto "a un policía local [el inspector Manuel Antonio Vera, según consta en el sumario] con dos bolsas de cocaína". Las escuchas no dieron ningún fruto judicial en ese sentido y la juez ha archivado las diligencias respecto al delito de narcotráfico.

No obstante, la intervención de los teléfonos desveló otras prácticas ilegales. En concreto, un supuesto amaño de unas oposiciones. Según fuentes del caso, el contenido de las escuchas recoge una llamada telefónica del concejal de personal, José Sánchez, al jefe de la Policía Local. El edil solicitó al jefe que le propusiera cinco temas genéricos para la oposición para cubrir las cinco plazas de policías interinos estacionales. El jefe encomendó el trabajo a otro agente. Días después, el jefe [siempre de acuerdo al contenido de las escuchas] recibió otra llamada de un capitán de la Guardia Civil de Torrevieja interesándose por la temática de las preguntas de la oposición y sugiriendo a Morer que "echara una mano" a su hijo, que iba a presentarse al concurso.

Un tercio de la plantilla de la Policía Local de Torrevieja -170 agentes en total- son interinos, entre ellos inspectores y oficiales. El alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo, del PP, ha prorrogado el contrato de ocho de ellos, pese al informe en contra de la secretaria municipal.

Estos cuatro imputados se suman a los otros 11 agentes de la Policía Local, un auxiliar de enfermería, y dos concejales del PP, los responsables de Seguridad y Sanidad, Pedro Valero e Hipólito Caro, respectivamente, por un supuesto delito de torturas a un arrestado durante un robo a la casa de un agente, el pasado 23 de junio. El denunciante, un súbdito guatemalteco, denunció cuatro días más tarde que durante el arresto [en la vía pública, según recogen la diligencias] los agentes le propinaron varios golpes que le provocaron lesiones graves.

La investigación de este caso de supuestas torturas la han llevado en paralelo la magistrada López y la titular del Juzgado número 1, Iris Valero. Ayer, la primera, a instancia del fiscal, se inhibió en favor de la segunda. Además del delito de lesiones, los agentes imputados están acusados de omisión del deber de denunciar el delito. Mientras, el concejal de Seguridad está imputado por encubrimiento y el de Sanidad por falsedad documental, por amañar partes médicos de arrestados y agentes lesionados en servicios. Publicado en www.elpais.es 23.09.06

"El detenido está reventado, y en el atestado no aparece nada de resistencia" 

"El detenido está reventado, y en el atestado no aparece nada de resistencia". La frase forma parte de la conversación entre dos policías locales de Torrevieja (el inspector Manuel Antonio López Vera y el oficial Carlos Illán) tras el arresto de un ladrón, recogida en la grabación de las escuchas telefónicas ordenadas por la juez del caso de las torturas. Las cintas revelan otras supuestas ilegalidades, como "presiones" del inspector López Vera y otros dos agentes a tres delincuentes (dos ellos menores) para recuperar dos kilos de cocaína de un narcotraficante colombiano.La titular del juzgado número 2 de Torrevieja, acordó pasado 28 de febrero la intervención del móvil del inspector Manuel Antonio López Vera para esclarecer una denuncia por narcotráfico. Las escuchas no dieron resultado en ese terreno, y la juez ha archivado las diligencias. Las grabaciones sí revelaron otras prácticas ilegales como las supuestas torturas a un detenido y el amaño de unas oposiciones a la Policía Local.Las conversaciones del inspector hacen referencia al arresto de un inmigrante guatemalteco el pasado 23 de junio, cuando robada en la casa de Carlos Illán, oficial de la Policía Local. El inspector habla primero con el concejal de Sanidad, Hipólito Caro, del PP, para preguntarle quién está de guardia en el centro de salud las Lomas (el edil era director del mismo).Luego, el inspector conversa con Pedro -la investigación no ha determinado si se trata del alcalde, Pedro Ángel Hernández Mateo, del PP, o del concejal de Seguridad, Pedro Valero- . "El servicio se ha realizado bien, pero el hombre no se puede poner derecho. Lleva dos costillas rotas y no se sabe si alguna cosa más", dice el policía. El interlocutor le pregunta: "¿Le han saludado [en alusión a si le han pegado]?". Vera responde que sí: "Tiene lesiones graves, pues lo han tenido en el calabozo diez horas". El policía advierte de que en el atestado no aparece nada de resistencia y que si lleva a esa persona con esas lesiones tendrá problemas.López Vera comunica a su interlocutor que, antes ha llamado al concejal Caro, "para que el médico que reconozca al detenido le llame lo antes posible antes de hacer nada por si hay que rehacer el atestado deprisa y corriendo para que por lo menos aparezca algo sobre que el detenido ha ofrecido resistencia en descarga de los agentes".

En otra conversación entre el inspector Vera el oficial Illán, el primero insiste en el grave estado del detenido. "Esta reventado. El médico del centro de salud lo ha enviado urgente para la Vega Baja (hospital comarcal)". Y le repite que ya ha informado al edil Caro: "Estamos esperando a que traigan el parte de lesiones para rehacer las diligencias antes de entregarlas en la Guardia Civil".

Dos costillas rotas

En otra cinta, Vera e Ilán, mencionan que al "detenido le han hecho de todo y tiene dos costillas rotas, aunque un cuñado del segundo trabaja en el hospital, ya le ha contado a lo médicos y le dan el alta". Los agentes subrayan que "los médicos no quieren intervenir para que no haya problemas y lo van a hacer todo más liviano, así como que dos costillas rotas es perfectamente compatible con una caída".

Por estos hechos, la juez ha imputado a 13 agentes, incluidos Vera e Illán, y los dos concejales.

Las diligencias por el delito de narcotráfico constatan que Vera y otros dos agentes "presionaron" a tres jóvenes detenidos por robo para averiguar el paradero de dos kilos de cocaína que reclama un narcotraficante colombiano, confidente policial. Los policías llevaron a los jóvenes a la comisaría, "y el narcotraficante, en presencia de los agentes, les amenazó con traer a dos sicarios". La juez no ve delito, pero si irregularidades como la detención de menores sin avisar a la Fiscalía.

Las escuchas recogen un intento de amaño de unas oposiciones. Por estos hechos están imputados el Jefe de la Policía Local, Alejandro Morer, el inspector Vera, un agente y un capitán de la Guardia Civil. Vera responde así a la llamada del capitán: "No te preocupes que los dos inspectores que van a estar, y luego mi jefe también, me van a pasar parte de las preguntas que van a poner, y yo se las paso a mi hijo y al tuyo". www.elpais.es 27.09.06 

La Policía Local de Torrevieja barajó destruir pruebas de las torturas  

Tres policías locales de Torrevieja, implicados en las torturas a arrestados, barajaron la posibilidad de destruir las imágenes de las cámaras de la comisaría, según recogen las escuchas telefónicas ordenadas por la juez instructora. Los 13 agentes ya imputados por la magistrada presentarán hoy sendas querellas por supuestas ilegalidades en la instrucción policial y judicial.Las conversaciones recogidas en las escuchas hacen referencia al arresto de un inmigrante guatemalteco el pasado 23 de junio, cuando robaba en la casa de Carlos Illán, oficial de la Policía Local. Los interlocutores son el inspector Manuel Antonio López Vera, Carlos Illán y otro agente. La conversación gira sobre un auto del juzgado que reclama la copia de las cámaras de seguridad correspondientes a las estancias del detenido en la comisaría. El oficial y el inspector expresan su sorpresa por la iniciativa de la juez: "Cómo es posible que la juez sepa todo lo de las cámaras". Illán le sugiere a Vera que pregunte a otro agente, D. G. C., también imputado, "si hay manera de recuperar las grabaciones".Más adelante, el oficial y el agente "hablan de la manera de destruir o cambiar el disco duro del ordenador que controla las cámaras de seguridad y los aspectos técnicos y si hay forma de recuperarlas".

"Se han ido de la boca"

En otro momento se oye una voz de fondo que la investigación policial sospecha que pueda ser la del jefe del cuerpo, Alejandro Morer, extremo que, a su juicio, "deja patente en todo momento que está al tanto de la conversación". A continuación, Vera e Illán subrayan que "será el jefe de la policía el que dará las órdenes oportunas al agente D. G. C. sobre qué es lo que tiene que poner en el escrito de respuesta al auto de la juez". Morer no está imputado por las torturas, pero sí por un intento de amaño de unas oposiciones a la Policía Local, detectado en escuchas. Los agentes concluyen hablando sobre la posibilidad de que sus teléfonos puedan haber sido intervenidos, "o que alguien se haya ido de la boca".Mientras, los 13 agentes ya imputados (11 por las torturas y dos por el amaño de las oposiciones) presentarán hoy sendas querellas por supuestas "ilegalidades" en la instrucción del caso. José María Jiménez, secretario del Sindicato Profesional de la Policía Local de la Comunidad Valenciana, sostiene que "la investigación es ilegal, porque no había motivos para intervenir el teléfono móvil del inspector". Los agentes denunciarán que a lo largo del proceso han sido objeto, entre otros, de los supuestos delitos de detención ilegal, falsa imputación, amenazas y coacciones. El sindicato no precisó contra quién se dirige la querella.Por su parte, el alcalde de Torrevieja, Pedro Ángel Hernández (PP) también ha anunciado que estudia la posibilidad de presentar una denuncia contra el instructor de la policía judicial de la Guardia Civil. www.elpais.es 28.09.06 

 

 

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